Inexplicable

Capítulo 20

|| NOTA:
Sí la app no te notificó el capítulo anterior ya que toda la semana no he podido ingresar correctamente a mi perfil por fallas en la app te invitó a que lo leas antes de leer este nuevo capítulo ya que es clave para continuar esta parte de la historia.
De antemano muchas gracias por continuar leyendo.

Capítulo 20:

Creí en algún momento que el sonido de mi corazón me dejaría sorda.

Mi pulso estaba acelerado.
Mis manos heladas.
Mi boca reseca.

Estaba desorbitada justo cuando vi a Elliot y Mike cruzar por aquella entrada.

-Es un gusto volver a verte Anne.- Habló Elliot. Su voz era hipnotizante. Tranquila. Su sonrisa era un intento de transmitir confianza. Pero todo esto se perdía en su mirada. Penetrante. Oscura. Fría.

-Hola preciosa.- Saludó burlonamente Michael parado a un costado de Elliot.

Quería reunir la fuerza en mi cuerpo para ir sobre él pero estaba agotada.

-Valerie.- Agregó Elliot dando una vuelta para colocarse delante de ella.- Traviesa Valerie. ¿Qué haces aquí? Te tenía en un sitio increíble. Un sitio solo en dónde sólo estaríamos tu y yo. Y mírate aquí, en un mal lugar, asustada y herida.- Elliot regresó su vista hacía mí.- ¿Era esto lo que querías para tu amiga Anne? Resulto peor que emprendieras una búsqueda a su nombre. Ahora querida Anne Marin. Estas en problemas.- Murmuró ensanchando su sonrisa.

-Ellos están lo suficientemente lejos. Tenemos el tiempo exacto. No podemos demorar más de lo acordado o nos hallarán. Hay que comenzar.- Dijo Caleb dirigiéndose a Elliot y a Michael.

Estaba atónita.
Enterre mis uñas en la madera que estaba bajo mis manos.

-¿Estas con ellos?- Pregunté más para mi misma.- Estas con ellos. ¿Cómo pudiste Caleb? ¿Como pudiste traicionar así a los demás? ¿Cómo pudiste hacerle esto a Tyler? Eres una basura. -Dije sollozando.

De repente lo entendí todo.
El día que Michael me habia atacado Caleb estaba "cerca" y se "encargo" de él. Después de eso Mike apareció de nuevo junto a Elliot cómo si jamás alguien lo hubiera detenido.
Caleb siempre había estado de su lado.

El grito ahogado de Valerie me hizo volver de mis pensamientos.

-¡S u e l t a m e!- Decía retorciendo su cuerpo ante el agarre de Michael. Él la levantó entre sus brazos y comenzó a caminar hacía el exterior.

-¡Val!- Dije levantándome con desesperación y tratando de ir hacía ella cuando Caleb se interpuso en mi paso.

-Hora de irnos Anne- Y después de esto tapo mi boca y me llevó a jalones por el mismo camino que llevaban a Valerie ambos siguiendo a Elliot en la oscuridad.

Mi cuerpo ya no andaba. Estaba siendo arrastrada mientras nos adentrabamos al bosque. Mis ojos ya no podían visualizar a  Valerie y Michael.

Después de unos minutos alcance a ver una luz proveniente de entre los árboles.

Era fuego.

El cuerpo de Valerie estaba tirado a un costado de las llamas. Demasiado cerca como para causarle heridas en la piel.

No podía creer lo que estaba viendo.

Al llegar vi que Valerie estaba atada de pies y manos.

-¡Valerie!- Grité desgarrando mi garganta.

Ella no abrió los ojos.

El terror recorrió mi cuerpo.

Comencé a forcejear contra Caleb pero era absurdo.

Él me tenía atrapada.

Vi a Michael acercarse con trozos de cuerda.

Se detuvo frente a mi y me sonrió de manera triunfal y perversa.

-¿Qué estás haciendo? ¿Estas loco? ¿Qué es esto? ¿Qué quieren de nosotras?- Pregunté sin aliento.

Michael se agachó para atar mis pies.

-No te creas tan especial preciosa. Ha sido meramente casualidad. Ustedes dos son las afortunadas de estar aquí.- Dijo riendo.- Así como pudo haber sido cualquier otra chica.- Agregó levantándose mientras con fuerza tomaba mis brazos hacía él para atarme.- Pero ¿Sabes qué? Sí son especiales.- Dijo riendo mientras colocaba la cuerda en mis manos dejándome sin circulación ambas.

Después de esto Caleb me arrojó al costado opuesto de donde estaba Valerie dejando el fuego justo en medio.

El calor que se desprendía de las llamas comenzaba a hacer efecto en mi ser.

Antes de que la intoxicación comenzara a afectar mi vista, logré observar como Elliot se colocaba en medio de nosotras.

Parecía estar por encima del fuego, pero era claro que esto ya era una alucinación.

Mi vista se comenzó a nublar. La picazón en mi garganta se hacía cada segundo más fuerte hasta el grado de sentir como conducto de oxígeno de mi cuerpo quedaba obstruido.

-...Tyler..- intenté decir, gritar, rugir para llamarlo pero era absurdo. Me había quedado sin voz.

Pude sentir como mi cuerpo se desvanecía con el calor lentamente hasta que ya no había nada más sólo oscuridad.