023

380 51 0
                                    

Desperté al sentir la cama moverse un poco, y él sol impactando en mi rostro, al respirar todo se sintió diferente y al ver a mi pequeño con los ojos abiertos a mi lado pude recordar cada una de las cosas que sucedieron, y como luego se había puesto juguetón y no me dejaba dormir y producto de ello ahora mi pecho estaba lleno de marcas rosas y rojas y los pequeños dientes de Jimin plasmados por todos mis brazos.

Había sido una noche intensa.

"Buenos dias hyung"

Le di sus cotidanos besos de buenos días, como todas las mañanas, pero sin darme cuenta otra vez tenia a Jimin desnudo entre mis brazos.

Creo que esto ya no iba a ser igual, ya lo habia probado y sabia que controlarme iba a ser casi que imposible. Así que no me opuse, ni él tampoco lo hizo aunque estuviera adolorido y se hubiera quejado al principio, tanto así que me detuve, por miedo a hacerle daño, pero él mismo guió sus manos a mi cintura obligándome a mover.

Sonreí porque detrás de toda esa cara adorable y tímida había un chico demasiado pervertido.

Besé sus labios, susurrándole que era una cajita de sorpresas y ganadome sus dulces carcajadas entrecortadas debido al movimiento de nuestros cuerpos juntos.

"Te amo Park Jimin, se mi esposo"

Si, se me habia salido aquello en un momento de debilidad, a lo cual él no respondió por haber estado demasiado concentrado en recuperarse.

Y tenia que pensarlo, sabia que algún día me iba a sacar él tema. Le di un beso en la frente y volvió a dormir como un gatito acurrucado.

Dejame amarte, bebé. «Yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora