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Estaba profundamente dormido, cuando sentí a alguien colarse entre mis brazos y empezar a darme risueños besitos por toda la cara mientras me pedia que despertara.

Él aroma de Jimin me tranquilizaba por lo que no me apetecía abrir los ojos, en cambio mi deseo era seguir durmiendo está vez con él pequeño abrazado.

—Basta Jiminnie, tengo mucho sueño aun. —Me quejé mientras lo apretaba más en mis brazos y enterraba mi cara en su cuello, dejando de paso un pequeño beso en la zona.

—Hyung ya son las 7.

¿Tan temprano era?

—Amor, me levanto después de la 1, tu lo sabes.

—Pero me prometiste ejercitarte conmigo hoy —El tono triste del chico me conmovió, inmediatamente abrí mis ojos Encontrándome con los tristes del contrario.

—Bebé no especifiqué él día, estoy algo cansado.

—Entiendo.

Murmuró bajo y desvío su mirada de la mía. Le di un beso en los labios totalmente culpable.

—Está bien amor, dame cinco minutos y voy a arreglarme.

Él chico totalmente feliz se lanzó hacia mi y me empezó a llenar de besos, hasta que la puerta se abrió y él resto de los chicos se encontraban detrás del líder, todos parecía decaídos, nos miraban con ¿Lastima?

—¿Pasa algo?

Hablé algo preocupado y Jimin en seguida se levantó de la cama, caminando hacia V quien tenia los ojos algo aguados.

No entendía nada.

—Hyung ¿Por qué todos están tan tristes?

Jimin se acercó a Namjoon y lo tomó del brazo, por alguna razón tenian miedo de hablar, como si algo demasiado grave ocurriera. Mi corazón empezó a palpitar de puro miedo y rápidamente tomé a Jimin del brazo y lo traje lo mas cerca de mi. Tenia tanto miedo de que fuera lo que pensaba.

No podía ser eso.

—Yoongi, ya todos la saben. Que Jimin y tu están saliendo.

Las palabras de Namjoon fueron como un valdado de agua fría.

—El Ceo hizo lo posible por desmentirlo, pero tenian fotos de ustedes besandose en la azotea de la empresa.

Jimin empezó a llorar con fuerza y lo único que hice fue abrazarlo. Besé cada una de sus lágrimas y lo arrulle como mi pequeño bebé.

Mis ojos picaban de la rabia, ¿Quien se atrevió a hacernos esto?

—Jimin tus padres están pidiendo entrar hace media hora, se ven enfadados.

Él cuerpo de mi pequeño tembló ante la voz de Jin.

—Tranquilo mi vida, estoy aquí, no estas solo.

Besaba con delicadeza cada espacio de su rostro.

—Quiero estar solo.

—Pero Ji...

—Dejenme solo.

Todos lo entendimos así que con rostros tristes abandonamos la habitación.

Lo único que escuchamos afuera fue los dolorosos sollozos de mi novio y mi corazón rompiendose.

Dejame amarte, bebé. «Yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora