028

364 47 2
                                    

Estaba demasiado sumergido en mi trabajo ultimamente, la inspiración me golpeó y tenia que aprovechar, Jimin permanecía todo él tiempo en la sala de practicas o estudiando ingles y llevábamos una semana sin dirigirnos nada más que él saludo, lo extrañaba mucho.

Él fin de semana compré para Jimin unos pantalones blancos y una camiseta rosa que dejé en su cama, junto una nota donde le pedía que viniera a la azotea de la empresa.

Con ayuda de los chicos preparé una especie de picnic y esperé con impaciencia a mi novio.

Solo quería abrazarlo y besar sus abultados labios mucho.

Lo vi atravesar la puerta y mi boca cayó al piso, se veia precioso, hasta juro que pude ver sus labios mas rojos de lo normal.

Me levanté al instante y me apresuré en tomar su cintura y besar sus labios como nunca.

—Te extrañé tanto amor.

Le susurré entre cada beso, sintiendo como mi tímido chico me sujetaba fuertemente por el sueter.

—Yoongi hyung, fue muy malo esta semana.

Un puchero se formó en sus labios y su ceño se fruncio ligeramente dándome a conocer que se encontraba molesto.

—Lo siento bebé, me distraje con trabajo, no vuelve a pasar, te lo prometo.

Lo llevé hasta la manta y nos sentamos juntos.

—Te amo Yoongi —Confesó el chico jugando con sus deditos— usted siempre esta sorprendiéndome, gracias.

Recibí de su parte un beso en la mejilla y vi como ambas suyas se teñian del color de sus gruesos labios.

—Tambien te amo Jiminnie.

Él ambiete era de pura felicidad, definitivamente amaba a ese dulce niño y me sentía él ser humano con más suerte en la vida al tenerlo conmigo.

Le serví un sándwich y una lata de soda, al igual que a mi, y él me agradeció con una sonrisa.

—Amor te ves cansado, ¿Todo bien? —Pregunté al mirar directo los ojitos de mi niño notando unas pequeñas ojeras.

—No pude dormir bien anoche, Tae estuvo un poco triste.

—¿Taehyung triste? —No me creia que esa bola de energía estuviera triste— ¿Por qué?

—Es un secreto Hyung.

Él menor se quejó al tiempo que con un sonrojo tomaba de su bebida.

—Ven aquí.

Palmee mi regazo invitándolo y él no tardó en obedecerme, sentí una paz increíble cuando su cabeza se apoyó en mi pecho y un suspiro salió de ambos.

—Hyung la gente buena se merece ser feliz ¿No crees?

—¿Por qué lo dices Jimin?

—Cuando todo va bien, siempre ocurre algo malo, tengo miedo.

—No va a pasar nada bebé, tranquilo.

Lo abracé y besé repetidamente sus cabellos queriendo tranquilizarlo y cuando esto ocurrió me agradeció con un dule beso en los labios y muchos "te amo".

Dejame amarte, bebé. «Yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora