Sweet Luv

30

" Duele, chicos, duele "

Ahora Dongyun entiende la frase:

"Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde".

Tragando duro, guardo la carta en su bolsillo y contuvo sus lágrimas.

No puede ser cierto.
No puede ser cierto.
Es una mentira.
No puede ser tan ciego.

No...

No...

Se niega a aceptarlo.

Se fue al techo saltándose las clases, luego cuando su madre llegara del trabajo le diría porque falto a clases. Hablaría con la verdad, ella entendería.

Se quedo ahí, pensando, recordando y volviendo a pensar en sus tontas acciones.

" Al finalizar el horario escolar ".

Dongyun había buscado la forma de salir antes de la escuela, en otras palabras, se escapo.
Él estaba solo a unas cuadras de su casa mientras sus amigos se encontraban recién saliendo.

Caminó un poco más hasta llegar a su casa, introdujo el código y a penas puso un pie en su hogar pudo sentir su cuerpo cansado, su espalda le pesaba.

¿Por qué no se dio cuenta antes?

Era demasiado tarde ahora.
No podía volver en el tiempo.

Caminó hacía su habitación, donde arrojó su mochila hacia su cama y perezosamente camino hacia el baño.

Se metió a la ducha y encendió el agua, se sentó en la bañera abrazando sus piernas. Oculto su rostro entre ellas empezando a llorar.

Sentía una enorme impotencia.

Es su culpa.
Es su culpa.
Es su culpa por no haberse dado cuenta antes.

Gritó, grito lo más fuerte que pudo dejando salir el dolor.

Lloró, iba a llorar hasta que se quedara sin lágrimas.

Fue un gran idiota.
Se culpaba.
Se culpaba de todas esas veces que solo lo llamó: "Un buen amigo" o "Un buen hyung".

Se culpaba de todas las veces que se quejo de la ternura de Changwook.
Se culpaba de alejarlo por completo.

Lloró. Una y otra vez, lamentándose, dejando que el agua se mezclara con sus lágrimas.

A ese punto, su garganta comenzó a doler, su nariz completamente roja y sus ojos ardían un poco.

-¡Dongyun! -Gritaron preocupados.

El nombrado lo ignoro, seguro se había vuelto loco y estaba escuchando voces. Eso creyó, hasta que lo obligaron a levantarse.

-¡Suéltame Minseo! -Grito Dongyun  apartándolo sin muchas fuerzas- Déjame solo.

-No voy a dejarte sólo -Dijo Minseo- Charangda ayúdame.

-De acuerdo.

ChaJun tomo el cuerpo frío de su pequeño amigo, lo hizo caminar hacia su habitación mientras Minseo cerraba la canilla.

En la habitación de Dongyun, Chajun buscó un cambió de ropa rápido y lo obligo a cambiarse. Minseo llegó y acomodó la cama de su querido amigo, poniendo en otro lugar la mochila.