Natasha posó una mano sobre su hombro. Steve bajó la mirada. Estaba tenso como la primera vez que se enlistó y aún más nervioso que el día que se casó.
— No te preocupes, Stev-
— ¿Quieres que no me preocupe? — se puso de pie abruptamente interrumpiéndola. — Voy a traicionar al hombre que amo. ¿Cómo quieres que no me preocupe?
Sus ojos se humedecieron, su cuerpo entero empezó a temblar. El rostro decepcionado de Tony se proyectó en su mente, pensaba entonces que no iba a poder soportarlo; pero luego la imagen de una lapida con el nombre de su esposo le daba fuerzas para continuar. No quería eso, quería tenerlo por siempre a su lado. No importaba si le odiaba.
Natasha suspiró y se puso de pie rodeándole con ambos brazos.
— Todo va a salir bien. Tony lo entenderá. Lo haces porque lo amas.
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— Peter no ha querido ir al parque hoy, — dijo Tony cuando ambos estaban por irse a dormir.
— ¿Ah no? — Steve estaba con la mente muy lejos, pero trataba de darle toda la atención posible a su esposo.
— Estaba muy cansado, — repuso— pero es extraño. Había dormido una siesta después del almuerzo.
— Tal vez este triste, — comentó Steve aprovechando la oportunidad — Dice que quiere verte más.
Steve vio de reojo como Tony bajaba la mirada. No era su intención, pero tal vez manipularlo un poco emocionalmente ayudaría a que renunciar a esta absurda misión de extremis en la que ponía en riesgo su vida y más.
Tony no dijo nada, solo se quedo mirando pensativo en un punto fijo. Eso le hizo a cuestionarse cuáles eran sus prioridades.
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— Hey, — Steve saludó al moreno que acababa de llegar a la cocina. Eran las nueve de la mañana. Steve ya había regresado de correr, pero Tony recién despertaba.
— Hey, — Tony somnoliento le dejó un beso en la frente y caminó como un zombie hacia el refrigerador. Steve lo miró con una sonrisa. Se puso de pie y preparó la cafetera. Sabía cuanto necesitaba el café por las mañanas.
— ¿Qué día es hoy? — preguntó Tony sacando la caja de leche y llevándosela a los labios. Steve se acercó.
— Miércoles. Hoy es la cita con la directora de la escuela. — le recordó — Y no bebas directamente de la caja.
Tony soltó un gruñido cuando Steve le quitó la leche.
— Hey. No te hagas el educado ahora. — una sonrisa pícara se le atravesó — Anoche te gustaba beberla directamente de mi...
— ¡Tony!
Steve estaba tan intranquilo que no se rió. Había estado pensando toda la noche. Ni siquiera salir a correr temprano había ayudado a despejar su mente.
— ¿Qué sucede? — Tony entonces preguntó. — ¿Estás tensó?
Steve negó y se volvió a sentar en la barra soltando un suspiro. Tony colocó ambas manos sobre sus hombros y empezó a moverlas suavemente. Steve cerró los ojos relajado.
— ¿Qué sucede? — preguntó Tony con los labios contra su cuello dejándole besos y mordiscos suaves de vez en cuando.

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Elecciones
FanfictionSteve dejo de ser Capitán América por amor, Steve dejo todo atrás por Tony. Y ese mismo amor que siente le lleva a cuestionar si ha sido la elección correcta, si hay otra manera de proteger al hombre que ama, aunque aquello le cueste el amor de este.