Capítulo 7

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Tony se miró en el espejo. No le gustaba lo que miraba. No era por el horrible traje Shield que Rhodey le había obligado a llevar; era él mismo: Estaba envejeciendo. Pronto dejaría de ser el hombre maduro atractivo para ser el llamado "hombre mayor" o "anciano", como muchas veces había molestado a Steve desde que lo conoció; pero claro que a él no le importaba, pues ser un anciano con aquel físico no estaba nada mal.

Tony siempre, desde que lo conoció, se había imaginado envejeciendo a su lado. Desde que el rubio deslizó el anillo en su dedo, supo que estaban destinados a pasar juntos el resto de sus vidas. Pero ahora frente al espejo, se había dado cuenta de que tenía que ver la realidad. Steve no estaba envejeciendo. Él sí.

Steve incluso se iba poniendo más atractivo. Tony confiaba plenamente en su pareja y sabía que el amor, al menos el que ellos tenían, era mucho más que la intimidad, pero de todas formas, no le gustaría vivir tiempos diferentes. Y para eso sería extremis, para ser joven todo el tiempo que fuera necesario.

— ¿Tony?

Rhodey interrumpió sus pensamientos al llamarlo desde el otro extremo del corredor.

— ¿Lo conseguiste? — preguntó algo entusiasta impulsado por sus previos pensamientos.

— Sí, pero tendrás que descifrarlo, — Rhodey le entregó una memoria. Tony la expandió en el aire contemplando la cantidad de códigos que tendría que pasar para llegar a la información que necesitaba.

— ¿Cuándo no he podido hacerlo? — Tony sonrió. Rhodey lo imitó brevemente.

— Me debo de marchar, sal por donde te dije. Y por favor, no te metas en problemas.

Tony asintió y caminó por los pasillos de Shield. Aunque no había estado en el edificio en mucho tiempo, todavía lo recordaba a la perfección. Cuando pasó por las oficinas, se detuvo ante una de ellas.

En la puerta se podía leer claramente "Agente Carter". Tony no pudo evitar abrirla. Siempre había querido hacerlo, pero por respetar la privacidad del pasado de Steve, jamás lo había hecho. Su pareja le había hablado de Peggy unas cuantas veces, había dicho que ya era parte del pasado y ahí se había acabado el tema. Pero a pesar de lo dicho, aún conservaba la estúpida brújula con su foto. Claro que no le culpaba, todo aquel que la había conocido se había enamorado de ella un poco. Incluso él. Era difícil no recordarla con estima aún cuando sus recuerdos no eran muchos.

Tony había esperado sentir cierto grado de nostalgia al poner un pie en el lugar, pero este se sentía diferente. En efecto había una foto se Peggy en el escritorio, pero dudaba que la agente fuera tan narcisista como para decorar la habitación con su propia imagen. Esta no podía ser...

— ¿Stark?

Tony se giró descubriendo a la Carter joven mirándolo sorprendida desde la entrada. La rubia intentó tomar su arma; claramente no era buena señal descubrir al enemigo en la base, pero Tony la detuvo con un ademán.

Sharon se relajó.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó cediendo a una explicación. Tony sonrió con descaro.

— Tranquila, vine solo a hablar, — mintió. No si quiera se le había pasado por la cabeza cruzársela. —  Solo quiero aclarar las cosas.

— Eso es bueno, — Sharon forzó una sonrisa. Tony la imitó. Ninguno era sincero. Ella siempre se había esforzado por mostrar esa apariencia inocentona. Pero jamás se creyó aquel cuento. — ¿Qué tal si te sien-

— No tienes oportunidad con mi esposo, ¿Entendiste? — la interrumpió abruptamente con total seriedad. El rostro de Sharon cambió — Debes creer que hay una clase de competencia entre tu y yo. Pero... — Tony hizo una mueca — no estas en condiciones para hacerlo.

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