Capítulo 8

17 9 4
                                    

La nueva odisea

17 años después,

Todos los pueblos aledaños que antes eran libres en el Sur, ahora estaban desolados y habían sido obligados a unirse al rey Dietrich. Las guerras y el hambre era lo que permanecía en esos territorios. Los prados verdes, ahora eran de color oscuro y rojizo debido a la sangre de los guerreros que perdían la batalla frente al rey Dietrich. El agua cristalina de los ríos en donde antes nadaban peces de colores, ahora eran charcos de lodo en donde no existe vida acuática alguna. El cielo que antes era azul con grandes nubes blancas cuyo aroma era limpio y fresco, ahora solo se pueden ver nubes negras, en donde a duras penas se puede visualizar el cielo. Los pueblos eran arrasados por el ejército del rey Dietrich, cuyo líder era el más temido de todos los caballeros, conocido como "El caballero negro".

Debido a las grandes conquistas en manos del caballero negro, el territorio de Dietrich fue creciendo, convirtiéndose en el gobernante más temido y con la mayor extensión de territorios en la historia de la humanidad. Sus vasallos aumentaban con los sobrevivientes de los pueblos atacados, que se convertían en sus esclavos. Sus grandes riquezas se las debía al dolor y la muerte que infligía a las aldeas y pueblos que saqueaba.

El rey Dietrich tiene todo lo que se puede desear: una hermosa y joven esposa, dos hijos bien parecidos de su primer matrimonio, el príncipe Oznark y la princesa Uriely, jóvenes ambiciosos y de corazones fríos igual que su padre.

********************

El rey Dietrick después de una nueva batalla y conquista sube a la torre buscando a su leal consejera Odilia; como siempre sus aposentos están llenos de un sin número de libros y símbolos de magia negra.

El rey ingresa gritando:

---¿Dónde estás maldita bruja? Sigo esperando tu artificio.

---¡Sal inmediatamente......!

Detrás de los libros en la oscuridad, sale la bruja

--- ¡Mi señor! no me llame bruja, porque lo pueden oír.

---¡AQUÍ NADIE PUEDE OÍRNOS, MALDITA BRUJA! solo yo puedo entrar sin permiso alguno, y al que desobedece sabe muy bien lo que le espera. Así que calla y dime, si ya preparaste mi medicina. –-El rey Dietrich se acerca al espejo negro de la bruja y observa muy detenidamente con temor las arrugas y ojeras que se encuentran en su rostro--- .Estoy cada día perdiendo fuerzas y volviéndome más viejo, sino fuera por tu artificio medicinal, hubiera muerto hace años. Yo todavía tengo muchas cosas que hacer, pero sé muy bien, que el tiempo está en mi contra. Así que muévete y dame ese maldito brebaje para continuar siendo joven y con las fuerzas necesarias para seguir combatiendo.

---Por supuesto mi rey, pero recuerde que es solo temporal. Le dará las energías necesarias y le quitara unos pocos años a su apariencia, pero cuando se quite el efecto de nuevo volverá a la normalidad.

---¡Lo sé! --dice el rey con un rostro de preocupación e indignación -'
- .Dime ¿Qué has averiguado sobre lo que te encargue?

--Mi rey, el oráculo me ha informado que en el reino del Norte justo en el Valle Del Silencio, en ese territorio gobernado por el rey Gabriek, existe una entidad muy poderosa conocida como la bruja sin rostro que tiene un medallón muy poderoso, que puede dar vida a lo que está muerto, puede dar juventud a lo viejo, puede aumentar las riquezas y poder de su reino con tan solo pedirlo.

Odilia sabiendo lo ambicioso que es el rey Dietrick, dice cada palabra con astucia, moviéndose alrededor de él como serpiente en busca de comida. Sabe bien que el deseo de no envejecer y morir del rey, despertara en él, curiosidad.

Uriel y  el  Medallón de la  OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora