Capítulo 11

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"Anglos" Territorio del Norte

El sonido de la lira, la mandora, el atabor, el alaúd, y los demás instrumentos musicales, dan alegría al Valle del Silencio por las festividades próximas a celebrar. Los habitantes del pueblo dan la bienvenida a todos los visitantes, ya sean estos trovadores, juglares, adivinos, curiosos, o invitados directos del rey, como los caballeros que vienen en representación de sus respectivos reyes o gobernantes para las justas de este año. El campeonato de este año tiene dos comitivas, la una es conmemorar otro año más de la Fundación de Anglos territorio del norte, y la alianza matrimonial con el ganador de las justas y con la primogénita del rey, la princesa Eda.

Todos los reinos conocidos cercanos y lejanos han venido al campeonato. Todos saben que al realizar una alianza con el territorio de Anglos es una muy buena estrategia para prosperar sus territorios. Todos conocen que Anglos es un territorio floreciente y rico, sus grandes murallas no han permitido desde hace muchos siglos que ningún enemigo los tome por sorpresa, y ni que hablar de su ejército, el más grande y temido de la tierra del norte y más allá.

EL territorio de Anglos lleva muchos años sin ser atacado gracias a la leyenda de su fundador el rey Cipriano de Anglos Callen. Según la historia contada de generación tras generación, el rey Cipriano fue un hombre cruel y despiadado, conquistó con mano de hierro todos los territorios del norte, arrasando y destruyendo todo a su paso. Las pocas aldeas o líderes que se atrevían a enfrentarse a él, eran exterminados sin la más mínima conciencia o contemplación. No dejaba a nadie vivo, ni siquiera para llevarlos como esclavos, la ideología de Cipriano era: "Matar a todos, no dejar a nadie con vida, para que después no regrese a buscar venganza" ese pensamiento era su ley, y su ejército lo obedecía.

Su crueldad se extendió a todos los territorios, en especial cuando cercenaba las cabezas de sus enemigos y las situaba en todo el camino de llegada al Valle del Silencio como una visión turística, parecían macetas en cada lado del camino hasta llegar a las puertas del castillo, lo más sorprendente era que esa nefasta visión no tuviera un olor a podredumbre. Uno de los cantos y poemas recitados a las hazañas del rey Cipriano, cuentan que él siempre en sus batallas iba acompañado por una bruja que llevaba siempre el rostro cubierto. Se le atañe todos los logros del rey Cipriano a esa bruja, que seguro al uso de hechizos y brujerías hicieron que ese hombre fuera intocable y poderoso. La leyenda cuenta que las cabezas cercenadas nunca apestaban, porque la bruja les había puesto algún conjuro para que no se pudrieran con el paso del tiempo.

El rey Cipriano se hizo de una buena reputación conocida por sus enemigos como: "El rey sin corazón cercenador de cabezas" Tal era su codicia de poder que optó por casarse con una de sus hermanas para que el poder no sea pasado a ningún otro reino. Su vanidad lo llevó a poner su apellido como nombre a todo el territorio del norte, "Anglos", pensaba que su linaje iba ser inmortal y nunca su apellido iba a perecer con el paso del tiempo, por eso cuentan las abuelas que él hizo un pacto con la bruja sin rostro de que su linaje nunca iba a desaparecer y se mantendría en el poder por siempre. Tal pacto lo llevo a convertir a la bruja sin rostro en su amante y concederle un hijo. Muchos cuentan que el hijo nacido fue un dragón, otros que fue una hidra, no hay registro de tal hijo o hija, pero así son las leyendas, inconclusas. Incluso indican que después de nacer tal niño o niña, la bruja sin rostro desapareció, nadie sabe si la historia de tal bruja fue cierta o solo cuentos de viejas.

--¡Bufonadas! es lo todo lo que dice este volante--refuta Eru--. Más adelante van indicar que de un solo golpe mató a un buey ¡ja, ja, ja! --La risa burlona de Eru hace que Uriel se irrite.

--¡PUEDES CALLARTE! Más bien puedes hacerlo, sólo que no quieres—Habla Uriel mirando de reojo a Eru.

--Mi querido Uriel, ¿Crees que yo voy a quitarles a la gente de este pueblo el privilegio de escuchar mi varonil y encantadora voz? ¡Claro que no! Y ¿crees que sería justo con Medrán, Estonio y Bronson que les privara de mi brillante presencia ante este tedioso viaje? ¡Verdad que no!

Uriel y  el  Medallón de la  OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora