Kara y Lena llevan seis años casadas y tienen una hija en común. Pero Kara ha cometido algunos errores que han traido consecuencias Terribles.
Ahora, Kara tendrá la oportunidad de cambiar el pasado y corregir sus errores. ¿Podrá hacerlo?
Habían pasado dos días desde que esa mujer se presentó en casa y besó a Lena, diciendo que Lena había querido acostarse con ella y la había rechazado. Me sentía traicionada, estaba dolida, enfadada... Como le dije a Lena, yo podía haber cometido muchos errores, pero nunca se me pasó por la cabeza engañarla con otra mujer.
Ni siquiera durante el año que pasé sin ella cuando murió. La sola idea de fijarme en alguien más, en enamorarme de nuevo o, simplemente, tener una cita con alguien que no fuera ella, me revolvía el estómago. La amaba demasiado y estar con otra persona me parecía una falta de respeto hacia ella, y hacia Katie. Al menos, tan pronto.
Pero a ella no le importó ir a buscar refugio en los brazos y los labios de otra. ¡Incluso intentó acostarse con ella, exponiendo su secreto! Ese secreto que tanto su familia como la mía, nos esforzábamos en mantener.
No quería hablar con Lena, ni siquiera me atrevía a mirarla. Cada vez que la miraba, en mi mente sólo veía a Lena besando a esa otra mujer. Y dolía demasiado. Volví a centrarme en mi investigación, pero esta vez, también me centraba en Katie. No tenía hambre, pero me obligaba a mí misma a comer algo, por los bebés. Esa tarde, después de comer, me tumbé un rato para no tener que estar cerca de Lena.
La vi coger su bolso y las llaves del coche y sentí que el alma se me partía en dos de nuevo. ¿Iba a verla? Se lo pregunté y me aseguró que n o, pero le pedí que llevara a Katie con ella. Sabía que si estaba con Katie, no iría con esa mujer.
Cuando las escuché salir, empecé a llorar, abrazando la almohada y aspirando el olor de Lena.
No quería tenerla cerca, pero me mataba tenerla lejos. Posiblemente, fuera cosa de las hormonas, por el embarazo. Me estaban volviendo loca. Lloré buena parte de la tarde y luego fui al salón a seguir con mi investigación. Cuando volvieron, Katie dijo que habían estado con Alex y Sarah y que habían traído helado. Le dije que nada de helado hasta después de cenar, así que hizo lo que hacía siempre, preguntarle a Lena, que siempre acababa cediendo ante la carita de pena de nuestra hija.
Cuando la miré, Lena dijo que nada de helado y fue a bañar a Katie.
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Recogí las cosas para preparar la cena y fui a la cocina. Estaba tan distraída, que acabé cortándome con el cuchillo.
-Kara: Mierda... - dije, cogiendo rápidamente un trapo para tapar el corte y mirándolo. – Joder...
Lena y Katie volvían en ese momento.
-Lena: ¿Qué haces? Kara, ¿eso es sangre, cariño? – dijo, mirando el trapo.
