Kara y Lena llevan seis años casadas y tienen una hija en común. Pero Kara ha cometido algunos errores que han traido consecuencias Terribles.
Ahora, Kara tendrá la oportunidad de cambiar el pasado y corregir sus errores. ¿Podrá hacerlo?
Los días fueron pasando. Katie estaba totalmente recuperada. Lena había vuelto a L-Corp. Le pedí a Sam que la mantuviera vigilada y que no la dejase trabajar más de lo necesario. Conocía a Lena y, para ponerse al día, iba a necesitar muchas horas de revisar papeles. Le convencí de que hiciera eso en casa.
Mientras, yo había vuelto a instalar mi laboratorio en el ático, aunque de vez en cuando pasaba por las instalaciones de los laboratorios Zor-el para ver cómo iba todo. Tenía que conseguir que la cura que había hecho para Katie, funcionara para otros niños. Estuve varios días dándole vueltas sin parar, hasta que pensé que quizás, si obtenía todo lo necesario de bebés que hubieran nacido con el grupo sanguíneo 0-, podría desarrollar algo, ya que ese grupo sanguíneo podía donar a todos los demás. Quizás sus células, también funcionasen igual.
Solía investigar mientras Caleb y Kayla dormían y, por las tardes, dedicaba un rato a preparar el cuarto para los nuevos bebés. Quería que fuese una sorpresa para Lena, así que no la dejaba entrar en la habitación. Y, aunque ella se moría de ganas, lo cierto era que respetaba mis normas en cuanto a eso.
Era veintidós de diciembre, faltaban dos días para nochebuena y Lena y yo fuimos a comprar algunos regalos tras dejar a Katie, Caleb y Kayla en casa de Alex y Sarah.
Lena ya estaba de diez semanas y todo parecía ir bien. Aunque la prensa no dejaba de perseguirnos y acosarnos, cosa que ponía muy nerviosa a Lena. Tuvimos que refugiarnos en una tienda. Tuvimos que llamar a seguridad del centro para que nos escoltasen hasta el coche. Esos periodistas eran como buitres, y tenía miedo de que alguno golpease a Lena sin querer, o la tirase al suelo, sólo por conseguir una foto o unas palabras.
Esa noche, después de acostar a los niños, fui al cuarto, donde Lena empezaba a desnudarse.
-Kara: ¿Estás bien...? – pregunté, abrazándola por detrás, dejando mis manos sobre su vientre y besando su cuello.
-Lena: Un poco cansada.
-Kara: ¿Entonces quieres dormir...?
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-Lena: Creo que podré dedicarle un par de horas a mi esposa... - dijo girándose y besándome – Se lo merece....
-Kara: ¿Estás segura? – pregunté, mientras terminaba de desnudarla por completo y ella empezaba a quitarme la ropa a mí.
-Lena: Claro que sí... últimamente sacas mucho las garras con esos periodistas. Y no sabes cómo me pone verte así....
-Kara: ¿Enfadada?
-Lena: Protectora...
-Kara: Creo que alguien tiene ganas de jugar... - dije, notando la erección de Lena rozándome. Me aparté un poco y la acaricié, de espaldas a la ventana.
