[Cuando los encuentras jugando consigo mismos o quieren que los masturbes]
•Taeil
Saliste temprano del trabajo y decidiste sorprender a tu mejor amigo Taeil.
Recientemente te dio una llave de su apartamento y, por supuesto, intentaste usarla, así que es el momento perfecto para hacerlo.
Abres la puerta y entras, la temperatura desciende rápidamente. Caminas en silencio por los pasillos y miras en cada habitación hasta que solo queda el dormitorio.
Probablemente esté dormido, solo ve a casa, te dices a ti misma. Pero sería demasiado divertido asustarlo. Con un movimiento fluido, abres la puerta.
Tus mejillas se ponen rojas de inmediato y tus ojos caen al suelo. Sabías que deberías haberte ido a casa.
Cuando abriste la puerta, encontraste a Taeil tendido en su cama perezosamente, masturbándose. Empezaste a salir de la habitación.
—No te vayas— Dice, su voz tensa.
—Creo que deberías... Por favor, siéntate y mira— Una de tus fantasías se estaba haciendo realidad y sabías que no ibas a ir ninguna parte.
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•Taeyong
Caminaste por el silencioso apartamento de Taeyong fue un poco espeluznante, especialmente porque había rumores de un fantasma, pero eso no evitó que la recorrieras como si fuera tu propia casa.
Habías dejado tu libro de texto de matemáticas aquí ayer y tenías una gran prueba para la que tenías que estudiar.
Entraste en la oficina donde ambos habían estado estudiando ayer, y la vista que encontraste hizo que tu cabeza girara.
Taeyong se sentó en su escritorio y se sacudió, a lo que no podías ver, pero podías escuchar un poco... Porno. Levantó la vista y cerró el portátil de golpe.
—¡Podrías haber llamado!— Gritó, solo sonaba derrotado, avergonzado.
Viste tu libro de texto en el escritorio junto a él, lo tomaste mientras esquivabas sus ojos y saliste silenciosamente de la habitación.
—Ese es mi amigo... solo mi amigo— Te dijiste estas cosas para que te sintieras mejor acerca de la situación, pero lo que no sabías era que él secretamente quería que te quedaras.
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