22 de mayo 2019
La erizada piel de Adonis hacía que la pequeña Ophelia deseara más al chico; al tal grado, de que, cada vez que lo escuchaba gimotear su entrepierna palpitara botando el dulce sabor a néctar. Le excitaba tener el control sobre el castaño.
La rubia estiró su mano derecha para agarrar el miembro del joven y comenzar a jugar por encima del pantalón. Primero inició con un suave movimiento de abajo -hasta los testículos- hacia arriba- hasta el abdomen-. Con su izquierda, acariciaba el pecho ajeno, pellizcando sus pezoncillos.
El poder que emergía sobre el chico de brazos fuertes era muy impactante. El corazón de este iba a mil por hora al igual que el latido de su erección.
Adonis nunca había tenido sexo con la rubia; de un par de besos húmedos nunca pasaron pues siempre alguien los interrumpía; en especial Sasha.
—Para...—La voz del ojos celestes fueron hacia arriba debido al buen trato que le estaban dando allí abajo—Para Oph...
La ojos grises lo ignoraron por completo y continuó pero ahora moviendo su mano con más velocidad.
—Para, nena...—Tragó grueso y se movió un poco para apartarla. Sin embargo, ella no se quitó—¡Que pares, joder! —habló esta vez con más autoridad apartándose de la cama subiéndose el cierre del pantalón.
Ni sabía en qué momento se lo bajó.
El rostro de la chiquilla se puso rojo de la rabia. Nunca la habían despreciado de esa manera y se sentía ofendida por aquel chico. Ophelia se acostó en la cama, disimulando que aquel acto no la había afectado en absoluto. Suspiró hondo y cerró sus ojos para no gritarle alguna grosería al chico.
—Discúlpame por lo que te voy a decir, cariño—dijo la chica levantándose de la cama—; pero pareces un virgen de trece años—resopló enojada, caminando hasta sentarse en sofá blanco que había frente a la cama—. Y a nadie le gustan los vírgenes. Te lo digo como amiga.
Adonis gruñó apartando la mirada de las piernas pálidas de la chica. Él no estaba enojado con ella, estaba enojado con él mismo por no ser como los demás hombres.
Se acercó después de unos minutos en silencio hacia ella y le dijo agarrándola de la muñeca:
—Yo a ti nunca te follaría, Ophelia—Presionó con más fuerza su agarre. Los ojos de la chica se abrieron más al igual que su boca delineada. Le gustaba que Adonis tomara esa actitud dominante hacia ella —. Porque yo a ti te amo y jamás me acostaría contigo esta noche y que mañana solo sea tu amigo ante todos. —La soltó y se enderezó para enfrentarla mosqueado—. Descansa.
El chico se despidió por segunda vez, pero ahora si se fue.
Al fin estaba sola. El silencio de la noche la pusieron nerviosa, pero intentó mantener su mente ocupada y dejar de pensar en Jean O'Brien y el hombre de la fiscalía.
Tomó su celular para comenzar a investigar la vida de aquel agente de investigación. Googleo lo más rápido que pudo y encontró información casi barata: nada de esposas, hijo único, graduado de Columbia como mejor nota. Nada que estuviera vinculado a Jean O'Brien; excepto que el fallecido antes le había dado clases de Karate a Clark.
"Oh, venga. No creo que ahora quiera vengar la muerte de un maldito profesor de la escuela" Pensó la chica mientras se mordía las uñas pasando de un lado a otro de la habitación.
Mensaje de Sasha:
[Dime que no has sido tú, idiota. Porque si lo has hecho te juro que yo misma te matare. Apenas leas este mensaje por favor llámame yo estaré en el bar High Hall.]
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Ophelia #PGP2023
Mystery / ThrillerDulce como la miel, pero intensa como el whisky. Si pudiera describirla en tres palabras: ambiciosa, exquisita, y una maldita. Para Ophelia, ser una dama de compañía era más que el morbo de sentirse deseada entre los de la Elite. Convertirse en una...