Capítulo 11

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Notita rápida: Gracias por sus votos y comentarios 💗 Espero estén emocionadxs. Recuerden compartir está historia.

Nada es lo que parece, y pocos parecen lo que en realidad son.

Presente

El corazón de Ophelia comenzó a latir muy rápido. Ella no sabía si Sasha la había culpado. O si habían encontrado algún video donde se mostrará que ella era la criminal o algo que la hiciera caer en cárcel.

No conocía que buscaba el subdirector, que por cierto ya era raro que él se estuviera ocupando de estos casos cuando él más bien debía de estar en una oficina con aire acondicionado, o eso suponía Ophelia.

La rubia se levantó despacio y sin mostrar emociones, para esperar a que su madre, Clark y Ana se acercaran a ella. Verónica susurró algo a la nana y esta se retiró sin poner protesta. Los dos que quedaron miraron fijamente a la rubia, esperando alguna respuesta de la jovencita que solo los observaba levantando una ceja.

Los ojos negros de Clark querían bajar un poco para ver el pequeño tatuaje que tenía la chica en su cadera, parecían un punto y coma, que por cierto le parecía interesante. Él también tenía dos dibujos en su piel morena y caliente, este...digo pero a nadie le importa. Mejor continuemos en lo que estábamos.

—Señor Allen. Buenas tardes ¿A tenido noticias del asesino de Jean? —preguntó al fin, tomando su salida de baño que cubrió su pálido cuerpo.

Clark miró a Verónica sin sonreír, y Verónica solo bajó la mirada para después retirarse en silencio. Siempre había sido así de sumisa, sobre todo cuando se tomaba las pastillas con el ron.

—¿Qué pasa? —Se preocupó la jovencita frunciendo el ceño. Apretando el nudo que se hacía en la cintura para que su bata de tela fina no cayera—. ¿Tiene malas noticias? —Clark no habló ni pestaño—. ¡Ah joder! ¡Hable por Dios! Parece loco—resopló Ophelia sentándose en una de las sillas blancas de sol.

—Hemos hablado con su madre, señorita Russo. Y nos informó que su padre y Jean O'Brien eran amantes desde hace cuatro años ¿sabía usted de esto?

El pelinegro pudo apreciar como la garganta fina de la dulce rubia se movió con fuerza al escuchar esa pregunta. No obstante, Ophelia solo se encogió de hombros como si aquella no fuera nada nuevo. Y así era, ella misma los encontró aquella noche.

—¿Por qué cree que mis padres se divorciaron? —rio jocosamente mientras se colocaba sus lentes de sol—. No me diga que ahora van a culpar a mi madre...—Levantó sus gafas para mirar por debajo de sus largas pestañas a los ojos penetrantes del oficial que no le apartaba la vista—. ¿Es en serio? — jadeó irónica sin poder creerlo—. Eso es realmente estúpido, señor Allen.

—No tanto para nosotros, Ophelia. Su madre no es una mujer que siempre esté en sus cinco sentidos. La última vez aparece como un reporte que intentó apuñalar al señor Brad mientras este dormía. Un asunto de celos puede volver a una mujer desconcentrada.

La chica no soportó el comentario del moreno, y por ende se levantó de la silla para mirarlo de frente.

—¿Y quién dice que un hombre celoso no puede hacer lo mismo?

—Está insinuando que su padre puede ser sospechoso —habló muy despacio para recalcar cada palabra.

—¡No estoy insinuando nada!— dijo Ophelia sin pelos en la lengua—. Ustedes juegan con la mente de las personas para hacerles decir cosas.

—¿Eso mismo hizo usted cuándo robo aquel dinero a Samuel Allen? —La ira se comenzaba a apoderar de la mente de Clark y ahora podía arruinar toda una investigación.

Ophelia #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora