CAPITULO 20

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IAN

Puta vida, detesto no estar con Lía ni poderle preguntar a donde va, si lo llegara si quiera a intentar me mataría con su mirada y me lanzaría tres piedras a la cabeza, quisiera seguirle y pedirle una explicación a su reacción de salir corriendo en cuanto la llamaron pero simplemente me quedo como un imbécil pegado a la tierra mirando como se monta en un taxi y se marcha

- Papi, ¿Vamos a los juegos? - me pregunta Ethan trayéndome a la tierra

- Si - carraspeo - si campeón, vamos - recogemos el auto y salimos directo al centro comercial, almorzamos frente a los juegos y luego entramos, Ethan corre emocionado de un juego a otro así que corro tras él, olvido por un rato a Lía y me concentro solo en mi hijo, en hacerlo reír divertidamente cada vez que logra darle al marciano con la pelota

- ¿Puedo entrar a la selva? - me pregunta mi pequeño

- Claro que si, el ultimo que llegue no entra - respondo y salgo corriendo, el me sigue un metro atrás y rio divertido, freno en seco a punto de estrellarme con una mujer del servicio

- Espero que sepas perder - grita Ethan pasando por mi lado, pequeño diablillo, entro en la carrera nuevamente pero esta vez a poca velocidad, no tiene gracia ganar si igual no podre entrar al juego ¿O si?

- Ohhh no, me has ganado - digo llegando a la entrada donde Ethan ya hace la fila, hago un gesto dramático de estar realmente cansado haciéndolo reír y sacarme su lengua

- Señorita - dice Ethan a la encargada de la atracción, ella lo mira y se agacha a su altura - ¿Podrías dejar entrar a mi papá también?, le gane la carrera y el que perdía no podía entrar a la selva pero yo quiero compartirle mi lugar - la chica hace un gesto de pura ternura y se endereza

- Lo siento chiquitín, pero tu papá es muy grande para el juego, no puede entrar así quisiera dejarlo - dice esta mirándome descaradamente de abajo hacia arriba

Por Dios pero que chica tan sin vergüenza, un tiempo atrás tal vez hubiera sonreído por su indiscreta mirada y en unas horas la tendría en mi cama húmeda y jadeante, pero no, ya ni me apetece imaginar lo que podría suceder, solo quiero y necesito a Lía bajo mi cuerpo con todo y su vientre abultado, solo la quiero y la deseo a ella

- Yo no puedo entrar campeón pero estaré justo aquí esperando por ti ¿Vale? - digo ayudándole a quitar los tenis para que entre a jugar

- Vale - dice y me hace un gesto con la mano para acercarme a él, lo hago y se acerca a mi oreja - no quiero crecer como tu para poder entrar siempre a la selva - dice y sale corriendo, sonrió de puro amor y ternura, mi hijo es un niño magnifico

- Es un niño realmente guapo - dice la chica frente a mi llamando mi atención, tiene el cabello rubio cogido en una cola alta, sus ojos son de color café, es igual de alta a mi y su cuerpo es proporcionado pero nada exagerado, me demoro un segundo mirándola sin ningún tipo de interés

- Lo es - respondo alejándome hacia la baranda para poder mirar mejor el recorrido de Ethan, corre de lado a lado saltando pantanos y lanzándose por la soga, luego escala la pared hasta llegar a la casa en el árbol, me saluda desde adentro y salta a la piscina de pelotas, mi celular me distrae al sonar en mi pantalón, es Neil

- Neil - saludo

- Señor para informarle sobre la señorita Lía - me dice y suspiro, se que esta mal seguirla pero es por su seguridad, se que lo entenderá si llega a enterarse, solo quiero tenerla protegida

- Cuéntame - respondo secamente

- La señorita Lía acaba de salir de una clínica a las afueras por la avenida secundaria - responde y ahora si que me intereso

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