CAPITULO 26

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IAN

James viene corriendo a mis espaldas por todo el hospital, parezco un demente corriendo sin control por los pasillos llenos de enfermos hasta llegar afuera donde estacione mi moto

- Ian, cálmate por favor - dice tomando mi brazo antes de que pueda coger mi casco

- no me pidas eso, no puedo - respondo con mi voz débil y me quiebro una vez mas - me dejo James, la ... la acabo de perder nuevamente - susurro cayendo en sus brazos como un niño pequeño, sus grandes brazos rodean mi espalda y me permite sollozar en su hombro, joder que parezco un marica

- no te rindas compañero - dice James cuando me calmo y lo miro, tal vez es la única persona que aun cree en mi, asiento en agradecimiento pero sintiéndome sin fuerzas de respirar, tomo mi casco y arranco la moto entrando a la avenida a toda marcha, conduzco como un psicópata por las calles esquivando los carros y acelerando cada vez más, giro por mi calle y derrapo frente mi casa al frenar abruptamente y a causa de la velocidad que llevo caigo de mi moto estrellándome contra el portón, este se abre inmediatamente y sale Liam ayudándome a levantar

- estoy bien, solo frene mal - hablo soltándome y caminado hacia mi moto, la levanto soportando todo su peso hasta que logro ponerla nuevamente en marcha, entro y la estaciono al lado de mi carro, entro a la casa y me encierro en la habitación contigua a la mía, entro al baño y me pierdo bajo el chorro de agua helada de la ducha, me baño rápidamente y salgo hacia mi armario, cojo la primera sudadera que veo y unas deportivas, me visto con afán y voy a la habitación de Ethan

- campeón - lo llamo interrumpiendo su sueño - hijo, despierta - susurro moviendo su cuerpo de lado a lado

- déjame dormir - gruñe y me hace sonreír, mis hijos son mi única alegría en estos momentos

- hijo, ya nacieron tus hermanos - le cuento y se sienta rápidamente, sonríe pero luego me mira confundido

- ¿hermanos? - me pregunta y asiento

- son mellizos hijo, no lo sabíamos pero ahora tienes un hermano y una hermana - digo y abre su boca en asombro total

- son dos, son dos - grita y brinca por la cama dándome un momento de paz

- arréglate y te llevo a conocerlos - digo y corre al baño, bajo a la cocina y encuentro a Camille sirviendo el desayuno

- señor - me saluda y le respondo con un asentimiento de cabeza, sirvo un vaso grande de café negro sin azúcar y tomo un poco

- Lía tuvo mellizos - le cuento y me mira asombrada

- ¿dos? - pregunta igual de sorprendida como todos

- así es, son dos - digo y tomo otro sorbo

- felicidades señor - dice amablemente y veo dolor en su rostro

- Camille, quiero que me perdones por lo que presenciaste ayer - me disculpo al sentir que ofendí a la mujer que es como mi mamá

- no se preocupe señor, ese no era usted, le creo y solo deseo que la señorita Lía pueda perdonarlo - me dice y mi rostro se contrae

- ya lo hizo - digo expulsando el aire, ella me mira con sorpresa y un atisbo de sonrisa - pero me dejo - lleva su mano a su boca ahogando un jadeo lastimero, sus ojos se llenan de lagrimas

- lo siento - dice y asiento

- ¿quieres ir al conocer a mis hijos? - pregunto animándome un poco

- claro que si - dice emocionada pero sin que la alegría llegue a sus ojos

- salimos en veinte minutos - finalizo subiendo por mi hijo, lo seco y lo visto, luego bajamos y desayunamos en la barra lo que Camille nos preparo, salimos rumbo al hospital con Liam de piloto, subimos y golpeo la puerta antes de abrir, Lía esta desayunando y sus padres tienen en brazos a mis bolitas, Ethan corre a mirarlos y habla en gritos de la emoción, sonrío al verlo feliz y animado, Camille se acerca a saludar a Lía y luego va a conocer a los bebés

NO TE PERDÍ #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora