Más allá de la amistad [1era Temporada]

Capitulo 10

Narra Martín

Martes, seis y media de la mañana, me dirijo al colegio con mi novia,  escuchándola hablar pero sin prestarle atención, asintiendo de vez en cuando, asiéndole crees que en verdad presto atención a cada una de sus palabras cuando en realidad estoy verdaderamente en las nubes.

-¡Martín!-el grito de Julieta me sacó de mis pensamientos.

-¿Q-qué?-dije mirándola, ella soltó mi mano y suspiró.

-Es que tengo que ir a mi aula, ¿acaso no te acuerdas que este es mi salón de clases?-dijo riéndose. Mierda… ¿Cuánto tiempo llevo perdido en la nada, pensando en cosas sin importancia?

-Lo siento, es que no me di cuenta de que ya habíamos llegado-dije pasando mi mano por mi nuca, ella sonrió y me beso.

-Nos vemos luego de clases, no olvides que voy a ir a tu casa a la salida-dijo entrando a su aula, yo solo asentí levemente con la cabeza y me dirigí a mi aula.

Al entrar vi a Juan cruzado de brazos y con el ceño fruncido, estaba mirando fijamente al pizarrón como si estuviera enfadado con el pobre objeto, no le hacía caso a nada ni a nadie, ni siquiera a sus amigas le prestaba atención; esto no pinta bien… supongo que hoy no le hablaré mucho, tal vez sea algún problema familiar o algo así, algo en lo que no puedo interferir. Pero aun así quiero saber qué le pasa…

-Hola- dije acercándome a Juan y sus amigas, ellas me miraron y me saludaron con la mano, en cuanto a él, no recibí ni siquiera una mirada. Dejé mis cosas en el banco que estaba detrás del de Juan, tomé a las chicas del brazo y las llevé al pasillo.

-¿Qué es lo que le pasa?-pregunté frío pero demostrando que estaba realmente preocupado.

-Si lo supiéramos estaríamos ayudándolo-buen punto… tienen razón.

-¿No le preguntaron qué le pasa?-dije tomando bruscamente a Candela de los hombros.

-Sí, le preguntamos, pero no quiere decir nada-dijo Mio golpeándome el antebrazo haciendo que soltara a Candela-él está muy enojado, por eso no quiere decir nada, alguien le habrá dicho algo-dijo suspirando.

-¿Quién lo hizo enojar?-pregunté sintiéndome un poco más tranquilo, es normal que lo hagan enojar fácilmente, es una persona a la que no se le puede criticar mucho.

-No lo sé, ya estaba así cuando llegamos-dijo Candela encogiéndose de hombros; ¿y ahora qué? No se termina de resolver un problema que ya viene con otro. Mio, Candela y yo entramos al aula y nos sentamos en nuestros respectivos lugares. El timbre sonó, poco después llegó el profesor, comenzó a dar su clase pero, como siempre, no presté atención, me quedé mirando a Juan.

-¿Por qué tienes que hacer tantos problemas?-esa pregunta constante en mi cabeza, desde el año pasada, desde que lo conocí que me hago la misma pregunta, cada vez que él se comporta así, cada vez que se enoja por nada. Suspiré pesadamente, después de todo estuve casi cuarenta minutos preguntándome lo mismo sin tener una respuesta.

-Hey, Martín, pregúntale que le pasa-me dijo Mio desde su asiento, yo asentí sin más, la verdad es que también quiero saber que puta le pasa. Me adelanté un poco en mi asiento y toqué la espalda de Juan, él solo me ignoró.

-¿Qué te pasa, Juan?-dije volviendo a tocar su espalda, nuevamente no obtuve respuesta-dale Juan, cuéntame que es lo que te pasa, nos tienes muy preocupados, a mí y a tus amigas-dije tratando de hacerlo hablar, pero fue inútil. De repente el timbre del recreo sonó, Juan se levantó bruscamente de su asiento y salió, yo lo seguí, no iba a dejar las cosas así como así.