Nunca podría dejarte ir.

4.4K 329 37
                                    

Advertencia, solo leer bajo su propio riesgo. Esto incluye Hard y lenguaje vulgar. Realmente no sé cómo salió. Pero no soy un experto en escribir Smut. Yo le voy más a lo empalagoso si es que lo han notado. Disfruten esto.

Tony ignoró al mundo. Solo se fue a su habitación con ganas de dormir. Pero el Omega que lo estaba esperando no le dejaría descansar. Realmente no se estaba quejando.
Y menos cuando la clave de seguridad fue retirada y el dulce olor mezclado con la excitación del chico solo consiguieron ponerlo más duro en sus pantalones.
Fue recibido por un potente beso en los labios, uno que bloqueo sus sentidos en un nivel diferente al resto.
No lo esperaba pero el beso se torno rápidamente posesivo, celoso, rudo pero en especial amoroso de parte de su Omega. Por que esa era su forma de besarlo, de entregarse. Estaba reclamándole como suyo y no era nada que le molestará.
Peter podría besarlo de cualquier forma y seguiría sintiéndose suyo.

—Eres mío—murmuro sobre sus labios antes de devolver a besarlo hasta quedarse sin aire, por primera vez en la noche.

Peter se aferró a la camisa de Tony con fuerza, quería arrancar cada pequeño obstáculo entre ellos, el mayor bajo sus besos por la mandíbula mordisqueando un poco la piel. Peter no podía dejar de soltar pequeños gemidos.
El alfa se apartó un poco y observó cómo él castaño se quitaba la sudadera de tela francamente horrible, tal vez debería prestarle algo de su ropa, así todo el mundo se enteraría que era suyo. No es como si le quedarán mal al chico. No le molestaba ninguna de las camisas frikis del chico, aunque no dejarán ver su muy marcado y exquisito cuerpo.

—¿Alguien está posesivo?—murmuró cargando con facilidad al chico.

Peter no dijo nada, pero aparentemente no necesitaba hacerlo. Porque podía ver esos profundos y oscuros ojos desafiando le a decir una palabra más al respecto.

—Lo estás—tarareo llevando al menor hasta su cama, no tenía idea de cómo había migrado tan rápido para recibirlo—pero no podría dejarte nunca.

Lo siguiente que supo fue que estaba atrapado en la cama, el más joven estaba encima suyo, rozando su dolorosa erección contra ese fantástico trasero suyo.

—Claramente no lo estoy—siseo intentando parecer amenazador—mejor cállate y bésame.

—Como órdenes querido—gruñó profundamente tomando al menor por la cintura con una mano.

Mientras que con la otra acercó más el ligero cuerpo al suyo, hasta que estuvo inclinado lo suficiente para conectar sus labios de nuevo. Fue un tirón ligero para poder besarlo mejor.

Lentamente, Peter se inclinó y tomó la cara del mayor, presionando sus labios en un beso lento. Zumbó alegremente cuando Tony envolvió sus brazos alrededor de su espalda y los acercó más. No era físicamente posible, pero no parecía querer dejar de intentarlo.

—No habrá nada de lo que estar celoso cuando la gente sepa que eres mío—murmuro con los labios apenas separados.

Peter se rió entre dientes.

—Tony, creo que todo el mundo. Incluyendo a los vengadores saben que soy tuyo.

—Cualquiera que te vea caminando por la calle debe saber que te han secuestrado, que te he secuestrado—Tony los ajustó para que ahora estuviera encima del menor.

Quedó enmedio de sus piernas, rozándose sin pudor alguno aún con la ropa puesta. Él menor intentaba callar sus gemidos de manera nada efectiva. Cada vez se ponía más sensible.
Sus labios se reconectaron, esta vez más ásperos, más rápidos, llenos de más deseo. Tony ahogó un gemido cuando Peter puso la pierna entre las del otro hombre. Rozando su rodilla de manera rítmica contra la erección que estaba formándose entre los pantalones del mayor.

Te entiendo niño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora