Capitulo 14

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Bellamy y yo hablamos muy poco en el transcurso del camino, la ausencia de las palabras me inquietaba cada vez más. No podía controlar las ganas de decirle que venga a hablarme de lo que sea, con tal de tenerlo junto a mi y mirarlo a los ojos.

—La primera nave bajará pronto ¿sabes?— dije sin cuidado mientras rompía el silencio —no podrás evitar a Jaha todo el tiempo—
—¿lo sabes?— preguntó Bellamy confundido
—Clarke me lo dijo— respondí sin mostrar importancia pero ni si quiera podía verlo a los ojos
—Trataré—
Pudimos ver a unos cuantos metros de nosotros las ruinas de lo que antes fueron construcciones
—El depósito debe de estar por aquí— dije esperando tener razón
—Debe haber una puerta— prosiguió Bellamy
—Tal vez si solo hablaras con él—
—Le dispare al hombre Susan, él no me va a perdonar y olvidar— dijo en tono molesto —vamos a separarnos, así cubriremos mas— continuo su camino en dirección contraria a mi —no te alejes mucho—
Durante mi sigilosa búsqueda pude notar a lo lejos una puerta que brillaban detrás de unas cuantas ramas, trate de abrirla pero parecía oxidada así que no me quedaba de otra más que llamarle a Bellamy.
Con ayuda de un hacha pudo romper la cerradura y abrir la puerta y en seguida bajamos por unas escaleras cubiertas de polvo y telarañas. El lugar lucia asqueroso, nada parecía servir ahí. Entre más avanzábamos más podía notar la decepción de Bellamy y sentí su frustración justo cuando lo oí maldecir y patear un contenedor de metal, pero todo había cambiado en ese momento, nuestros ojos se abrieron como platos al notar que cayeron enormes pistolas entre toda la persecución. Una enorme sonrisa se dibujó en nuestros rostros, por que ambos comprendimos que ya no teníamos que temerle más a los terrestres.
Bellamy y yo nos pusimos a practicar tiros contra una cortina. Yo sostenía la pistola con incertidumbre pero debía admitir que se sentía genial, sabía que tenía que mejorar mis tiros si quería mantener a los terrestres lejos.
Ambos comenzamos a discutir sobre quienes llevarían las armas, no era algo que debíamos tomar a la ligera
—Dejaste a Miller a cargo del terrestre, debes confiar en él— le dije mientras dejaba la pistola sobre una mesa de metal y sacaba una de las raciones de mi mochila
—Debes mantenerlo cerca— insistió Bellamy —los demás lo escuchan—
—¿Yo debo mantenerlo cerca?— fruncí el ceño —Bellamy ¿que sucede?—
El chico se limitó a responder mientras sacaba una de las raciones de su mochila y pude notar que llevaba demasiadas para este viaje, lo procesé por un segundo y en seguida comprendí las intenciones de Bellamy
—¿Vas a huir?— dije decepcionada —por eso aceptaste venir conmigo—
—No tengo opción— confesó Bellamy —en cuanto el Arca baje me mataran—
—¿Qué hay de Octavia?—
—Ella me odia por el asunto del terrestre—
—Y... ¿qué hay de mi?— dije en tono serio. Bellamy agachó la mirada pero no musitó ninguna respuesta, pareciera como si sus pensamientos no le daban para formular una buena excusa y de un momento a otro se dio media vuelta y se dirigió a la salida
—Sigue practicando, necesito aire—

•••

Sostuve la pistola con fuerza y dispare hacia la cortina, la bala se impactó a unos cuantos centímetros del centro y decidí volver a intentar, esta vez la bala se impactó aún más lejos que la anterior. Mis tiros estaban siendo pésimos y no sabía por qué. Mi cabeza daba vueltas y mi alrededor se volvía incierto, las paredes del lugar se cerraban lentamente mientras una luz blanca en el techo iluminaba el lugar; di unos pasos hacia atrás y choque con una pequeña mesa, era muy parecida a la mesa en donde mi madre y yo solíamos compartir las comidas; levante la mirada y noté que en una de las paredes reposaba el viejo reloj de madera que me recordaba cuando se me hacía tarde cada que quedaba de ir al intercambio con Murphy; en el viejo sillón del fondo resaltaba una oscura mancha de café, una que mi padre había derramado mientras me ayudaba a hacer una de mis tareas.
Sostuve más fuerte mi pistola para no perderla pero pude sentir como se encogía y se encogía hasta convertirse en una más pequeña, más familiar.
—Asesina— la palabra resonó por toda la habitación aturdiendo mis oídos una y otra vez, cuando me di media vuelta y mire la puerta principal encontré a un guardia observándome fijamente —Asesina— repitió mientras salía sangre de su pecho.
Un escalofrío me recorrió cuando miré la pistola que sostenía en mi mano y sin siquiera pensarlo la arroje al suelo mientras crecía un nudo en mi garganta. Tape mis oídos lo más que pude con la inútil esperanza de dejar de escuchar aquella fría palabra. Pero me exalté luego de que alguien tocara mi hombro, me quede boquiabierta al ver que era mi madre; ella se posó frente a mi y pude sentir como mis ojos se hacían cristalinos.
—Mamá— dije con un hilo de voz mientras la abrazaba y rompía en llanto —no tube opción, no podía dejar que te llevara—
—Tranquila hija, no fue tu culpa— me dijo mi madre mientras acariciaba mi cabello
—Te extraño tanto—
—Y yo a ti— se dio un paso para atrás y me miró a los ojos —Susan... debes dejar ir el pasado y seguir adelante—
—No puedo, jamás podré olvidar lo que hice—
—Tu eres más fuerte de lo que crees— dijo mi madre —y si necesitas el perdón yo te lo daré—
—No creo que sea así de fácil mamá— le dije mientras limpiaba mis lagrimas
—Como sea, niña imbecil—
Fruncí el ceño y de repente siento un fuerte golpe en mi cabeza que hizo que cayera inconsciente.

•••

Luego de un rato desperté, miré a mi alrededor y ya todo se encontraba en su normalidad. me puse de pie como pude, tome el arma y me dirigí a la salida para buscar a Bellamy; me había dado cuenta de que estaba del otro lado del claro pero alguien más estaba con él, era Dax, y sostenía un arma que apuntaba hacia Bellamy. En seguida corrí hacia ellos y a unos pocos pasos le apunté al otro chico y le ordene que soltara su arma
—Trate de no matarte— escupió Dax mientras me dirigía su fría mirada —pero Shumway dijo sin testigos—
Al escucharlo me vi obligada a disparar, pero en cuanto jale el gatillo ninguna bala salió expulsada de mi pistola así que de un movimiento rápido me escondí detrás de un árbol y solo pude escuchar el fuerte sonido de una bala impactarse en el tronco del árbol.
Bellamy golpeó a Dax haciéndolo caer mientras yo trataba de arreglar mi pistola, pero no tenía remedio.
Por suerte Dax había dejado caer su pistola pero al ver la pelea me percate de que éste trataba de matar a Bellamy a golpes, uno tras otro.
Bellamy no podía moverse y si no hacía algo en un momento u otro Dax iba a matarlo, así que tome la pistola con las manos temblorosas, corrí hacia él y lo golpeé en la cabeza haciendo que cayera a un lado.
Dax olvidó por un segundo a Bellamy y fijó su atención en mi, se levantó del suelo y se acercó con una postura amenazante.
Bellamy yacía muy débil y adolorido así que tenía que darle tiempo para que se recuperara. Dax dio el primer golpe pero lo esquivé por debajo y luego le di un puñetazo en la cara, él se desequilibró y aproveché para darle un golpe con la rodilla en el estómago y seguido de otro puñetazo cayó al suelo. Tire el arma al suelo y trate de acercarme a Bellamy pero Dax pateó mi pierna y me tiro al suelo, luego se colocó en cima de mi dejándome inmóvil y colocó sus dos manos en mi cuello y comenzó a apretar con fuerza. Hice un inútil esfuerzo para hacer que me soltara pero él era más fuerte y solo podía sentir el lento sufrimiento mientras me faltaba el aire.
—¡Suéltala!— Bellamy se apresuró a derribarlo y quitármelo de encima.
Di un fuerte suspiro justo antes de que pudiera perder la razón, me arrastre hacia un árbol y me recargue en el tronco tratando de recuperar el aliento.
Bellamy tomó una bala del suelo y la enterró en el cuello de Dax, él murió en solo unos segundos y en seguida Bellamy se acercó a mi.
—¿Estas bien?— le pregunte con la respiración agitada
—No, no lo estoy— contestó Bellamy con pesadumbre — si mi madre supiera lo que hice y lo que soy. Yo solo lastimo personas, soy un monstruo—
—Tu me salvaste la vida y puedes ser odioso algunas veces pero... te necesito— lo miré a los ojos y ambos los mostrábamos cristalinos —¿quieres el perdón? bien yo te lo doy, estas perdonado— le enuncié al chico —pero no puedes huir Bellamy, tienes que volver conmigo—
—Jaha me matará en cuanto baje—
—Ya pensaremos en algo— puse mi mano sobre la de Bellamy —siempre lo hacemos—
Él acarició mi mejilla.
—Te amo— musitó y se inclinó hacia mi y me dio un delicado beso en los labios.
Yo apenas era consciente de la mano de Bellamy enredándose en mi cabello y bajando luego por mi cintura para estréchala con fuerza. Me hice hacía atrás, apartando unos milímetros nuestros labios
—Te amo— susurre. Necesitaba decírselo desesperadamente y luego de una sonrisa por parte de Bellamy me envolví de nuevo en sus labios.

In my way |los 100| (Bellamy Blake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora