Capítulo 11: Un Encuentro Doloroso

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Capítulo 11: Un Encuentro Doloroso

—¿Cómo conociste a mis padres?— Le pregunte.

— Éramos viejos conocidos, la última vez que nos vimos tú eras solo un bebe— Dijo Finix

— Pero ellos nunca me hablaron de ti

— No me sorprende, con el tiempo nuestra relación se volvió más… complicada

— ¿Qué sucedió?

— Solo decidí tomar un camino diferente a ellos.

En ese momento el encargado de la funeraria indico que debíamos salir, pues el horario de los velorios había terminado.

—Gracias por venir, Sr. Finix – Dije estrechando su mano.

—No es nada, nos veremos pronto, joven Vans – Dijo antes de retirarse de la sala.

Cinco minutos después Samantha y yo estábamos dentro del coche, había un diluvio fuera de la funeraria, por lo que tuve que conducir despacio hasta la casa de Sammy. Tardamos cerca de dos horas en llegar, tuvimos que pasar por varios embotellamientos, lo que nos retrasó aún más.

—¿Vas a entrar? – Me pregunto Sammy, tomándome la mano.

— Esta vez no, quiero llegar a casa y descansar un poco, todo esto fue muy repentino.

—Entiendo, entonces te veré mañana en la universidad, si necesitas algo, llámame.

—Vale, te veré mañana— Dije, mientras le daba un beso en los labios.

Espere a que entrara en casa y me marche, quería llegar pronto a casa. Había tráfico por toda la ciudad, por lo que tuve que tomar vías alternas, vías que no eran muy usadas. Durante el camino, recordé a ese hombre de la funeraria, ¿Por qué mis padres nunca me hablaron de él? ¿Por qué dejaron de verse cuando yo era un bebe? Cada vez mi cabeza está más confusa con todo esto.

En medio de mis pensamientos, pase por un antiguotúnel, al que las luces le estaban fallando, lo que me impedía ver bien lo que estaba adelante, así que conduje despacio, pero de nada sirvió. De la nada, salió un automóvil negro, y me bloqueo el camino. Toque el claxon para que despejara el camino, pero a cambio de eso, salió del auto, un hombre, musculoso, con un gabán oscuro, como sus ojos y tremenda estatura.

—Con que tú eres El Elegido, eh— Dijo mientras se acercaba a mi auto— Vaya, te creía con un aspecto más imponente, que me diera miedo con solo verte, pero veo que todo será más fácil de lo que creí.

Y con una de sus manos, rompió el vidrio de mi ventana y me saco del auto a través de ella, para luego lanzarme contra una de las paredes del túnel.

En eso, mi marca empezó a brillar y podía sentir como esa extraña sensación que había tenido los últimos días, se apoderaba de mí, fortaleciendo cada parte de mi cuerpo, dándome energía y vitalidad. Ese golpe que me dio el, despertó algo en mí, algo que ya no se podría volver a dormir, y que me ayudaría a acabar con ese bastardo: Despertó mi instinto vampiro.

—¿Quién eres?— Le pregunte al ponerme en pie.

— Eso no importa, solo importa que mi misión es acabar contigo, y la cumpliré.

En ese instante desapareció de mi vista, y sentí su respiración en mi nuca ¿Cómo pudo acercarse tan rápido? No lo sé, pero no logre esquivar su golpe, arrojándome al suelo. Al verlo preparándose para abalanzarse sobre mí para llevarme a mi fin, me deje llevar por ese instinto que se había acabado de despertar.

Lo aleje rápidamente con mis piernas, y tan rápido como el había desaparecido yo me encontraba dándole golpes sin que él pudiera hacer nada, estaba siendo tan rápido que él ni siquiera podía reaccionar, podía ver como mis puños provocaban que saliera sangre de su nariz, boca, sien y las gotas quedaban suspendidas en el aire.

Cuando me detuve, él cayó al suelo, rendido, casi agonizando, me acerque y tomando el cuello de su gabán le pregunte:

—¿Quién te envió?

— ¿Crees que te lo diré? Idiota— Contesto

— Si eres inteligente lo harás

— Él

—¿Quién es él? ¡Habla!

—Tu fin.

Santi entre humanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora