Capítulo 34: Fidelidad.

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¡Hoola a todos!

¡Se acerca el final!
¿Creen que Santi y Sam seguiran juntos?

Comenten sus respuestas...
No siendo mas...Comenten, Voten, Disfruten y Lean

Espero que tengan una gran semana (Esperoq ue la mia mejore XD)

Paaaz!

Zayonara! 

PD: Agradesco a Paloma Meraz (@pmeraz) por ayudarme a hacer la nueva portada, ella fue la genio creativa que la realizo :D
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Capítulo 34: Fidelidad.


*Narra Santi*

—Buenos días príncipe – Me despertó su voz, diciéndome estas palabras. Liz estaba sobre mí, desnuda en todo su esplendor. Esta chica en serio era hermosa y su cuerpo era tan candente, que con solo verla, ya se calentaba mi cuerpo.

Nos cubría una sutil sabana blanca.

— Buenos días Hermosa – conteste, chocando sus sensuales labios con los míos.

— ¿Cómo amaneces? – Pregunto sujetando mi cabello.

— Dormido – Conteste, soltando una risa picara ante mi respuesta.

—¡Oye! —  Exclamo, golpeándome con una almohada ante la burla.

Sujete la almohada y la empuje hacia ella, para poder girarla y estar sobre ella.

—Encantado por un gran noche y ¿tu? – Dije uniendo nuestras frentes y la punta de nuestras narices.

— Maravillada por estar por estar con un hombre como tú – Respondió sujetando mi cabello en la única y empujándome hacia ella, para darme un apasionado beso y disfrutar de este momento en la cama.

En ese momento, muy pocas cosas pasaban por mi cabeza, estaba completamente rendido a sus pies, su belleza, sensualidad, y coqueteo, habían hecho el efecto perfecto sobre mí y me habían cautivado.

Pero a pesar de ello, en el fondo, sabía que estaba cometiendo un error, mi novia era Sammy, mi amor debía ser todo para ella, le estaba siendo infiel. Estaba yendo en contra de todos mis principios al hacer esto, Amo a Sammy, ella me ha apoyado siempre, no podía hacerle esto. Pero no me estaba escuchando a mí, sino a las hormonas que me impulsaban a tener más y más de Liz.

En ese momento, tocaron a la puerta.

Nos cubrimos rápidamente con las sabanas que estaban en el suelo, ya que no podíamos vestirnos tan rápido.

—Adelante – Dijo Liz, mirando fijamente hacia la puerta.

—¿Interrumpo algo? – Pregunto la chica del refugio, al entrar y ver nuestra situación.

—No, tranquila. Ya acabamos – Dijo Liz, mirándome y pasando su mano por mi mejilla.

—Bien, solo venía a decirles que el desayuno está listo en la mesa, coman rápido y saldremos – Dijo la chica.

—¿Saldremos? – Pregunte al escucharla.

— Sí, yo los llevare en mi coche, así se ahorraran un poco de tiempo – Contesto.

— Perfecto, pronto estaremos listos para partir – Dijo Liz.

Y no mintió.  Nos vestimos rápidamente, como si la ropa fuera consciente de que teníamos que ser rápidos y mis pantalones no se opusieran a dejar que mis pies, pasaran a través de ellos. El desayuno era una deliciosa taza de cereales bajos en grasa u jugo de naranja, la carne no duraba mucho tiempo aquí, o al menos no en buen estado.

Santi entre humanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora