Santi entre humanos

Capítulo 32: Un héroe poseído.

¡Hoooooooola a todos!

Quiero desearle a las hermosas mujeres y chicas, ( Todas son hermosas, solo que todos los hombres tenemos gustos diferentes :D ) un Feliz Dia de La Mujer!!! (de manera anticipada XD)

Sin ustedes, los hombres estariamos perdidos, son la mejor creacion de Dios ( O del universo si eres Ate@)
Alguien, cuyo nombre no recuerdo dijo una vez: Tras del exito de todo hombre, hay una gran mujer.
Y es totalmente cierto!!

Feliz Dia de La Mujer Hermosa Lectora :*

Ahora, disfruten de un nuevo capitulo, por que esto se pondra bueno!! :D

Que tengan un gran dia o noche

Voten, comenten, Lean y Disfruten.

¡Zayonaraaa!

¡Paaaaaz!

PD: Bienvenid@s lectores/as de Brasil, espero disfruten mi obra :D

Congratulo-me com o meu trabalho , espero que gostem e se divertir muito , e obrigado pela leitura .

traducido en Google XD

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Capítulo 32: Un héroe poseído.

Liz y yo estábamos demasiado cerca, lo suficiente para que entre nosotros pasara todo, sin que pasara nada.

Pero en lo más profundo de aquel bosque, escuchamos una especie de explosión, lo cual hizo que nos separáramos.

—¿Escuchaste eso? – Pregunto.

— Si, hacia allá – Dije indicando mi izquierda.

— Bien, vamos – Dijo, caminando hacia el origen de aquel sonido

— Espera, ¿Iremos hacia donde hubo una explosión? Comúnmente, huimos de las explosiones – Pregunte, poniéndome en pie.

— Lo sé, pero si hubo una explosión, hay gente, y si hay gente hay un pueblo y donde hay un pueblo…

— Hay un regreso a casa, entiendo. Vamos – Dije aceptando la situación.

Sujeto mi mano firmemente, entrelazando sus dedos con los míos y caminamos hacia ese lugar.

Caminamos durante cerca de una hora, el bosque era espeso y habían algunas partes difíciles de recorrer, algunos árboles caídos en el camino y un destino no muy claro.

Al llegar, vimos una gran llamara de fuego, rodeando una vieja casa, cada posible punto de entrada o salida estaba cubierto y no podíamos observar lo que había dentro de aquella casa.

Lo que si escuchamos, fueron varias voces pidiendo auxilio, niños, sus madres y algunos ancianos, estaban atrapados en medio del fuego, sin encontrar algún escape y destinados a morir incinerados por las llamas.

—Debemos hacer algo, no podemos dejar que mueran – Dije a Liz, con desesperación.

— No sé qué hacer, el lugar está demasiado seco como para que yo pueda hacer algo por ellos, tu eres el único que podría salvarlos – Me dijo, observando la escena y su alrededor.

— Bien, espérame aquí – Dije, quitándome el abrigo que me había puesto en la mañana.

— ¿Qué harás? – Me pregunto Liz.

— Ser un héroe – Conteste corriendo hacia la casa.

Corrí hacia el fuego lo más rápido que pude, lo único que sentí fue el aire cortándose en mi cara, y una sensación cálida al pasar por en medio de las llamaradas.