Recuerdos 3(final)

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-Aquí estamos otra vez verdad. - hablo nostálgico con un gran ramo de flores y frente a la tumba del ser que más amara. - ya pasó mucho tiempo quiero contarte que algunas cosas han cambiado, conocí a alguien y le he hablado mucho de ti, lo traeré pronto espero te agrade...estoy seguro será así ya que ambos se parecen en algunos aspectos- rio divertido sentándose sobre el pasto y acariciando la lápida.

El tiempo pasó y Miguel tuvo que continuar con su vida aunque siempre estaría presente en él aquel rubio alegre de ojos verdes y sonrisa coqueta.

Luego de haberse rendido y aceptado el hecho que terminaría siendo un solterón rodeado de muchas mascotas, llegó cierto Uruguayo de cabello rubio y ojos marrones claros, con lentes y un peculiar brillo alrededor.

Se negó a aceptarlo, sentía que traicionaba a Martín pero poco a poco este se fue ganando un poco de su corazón y llegó a quererlo demasiado, con él formó un pequeño pero modesto hogar, donde pasaron muchas cosas junto a Sebastián, peleas, reconciliaciones, momentos románticos, diversión y donde vieron crecer a los dos pequeños que decidieron adoptar aún siendo realmente muy jóvenes.

Los años habían pasado y el tiempo nunca es amable con uno, los malestares se fueron haciendo presente en ambos y fue así como el peruano terminó postrado sobre aquella cama que solía compartir con su esposo.

Su salud no era la mejor y aunque se notaba más delgado, con una expresión cansada en el rostro nunca faltaba aquella sonrisa radiante en él.

Sebastián se encontraba a su lado en todo momento tomando aquella delicada mano entre las suyas, susurrándole palabras de amor y de ánimos mientras le daba uno que otro beso en la mejilla, para el rubio aquel azabache lucia tan hermoso como la primera vez que lo vio en aquel bar con una mirada ausente y jugando con la lata entre sus manos, basta que sus ojos se encontraran para que cayera rendido, fue difícil pero cada segundo valió la pena ya que pudo disfrutar de una buena vida al lado de él.

-Ya llegó el momento- hablo con voz suave cerrando los ojos.

-No digas eso, aún nos queda mucho por delante. Puedo llevarte al doctor y podremos...- el peruano solo negó con la cabeza de forma débil.

-No podemos seguir así, no puedo tenerte de esta forma - posiciono una de sus manos sobre la mejilla del de tez clara, sabía que no le quedaba mucho tiempo y hacía lo que podía para mantenerse despierto- debo descansar y tu debes seguir con tu vida, debes y mereces ser feliz.

El de ojos marrones sintió que las lágrimas caían de sus ojos y solo recibía una suave caricia.

-Te adoro Miguel - soltó entre suaves sollozos.

El azabache solo atrajo al rubio y le dio un suave beso en los labios tratando de transmitirle tanto en aquello pero más que nada tratando de tranquilizarlo.

-te adoro Sebastián, tienes un lugar muy especial en mi corazón - hablo apoyando su frente sobre la del rubio y viéndolo a los ojos, le tenia un profundo amor y aprecio otorgado por los años que estuvieron juntos.- debes prometerme que continuarás, encontrarás a alguien que amaras completamente y esta te amará, también adorará a nuestros hijos y nietos. -rio suave pero el uruguayo se sintió incapaz de poder sonreír.

Pasaron unos minutos viéndose y Sebastián solo se enderezó volviendo a tomar la mano del peruano entre las suyas.

-Lo prometo...trataré de continuar, no digo que será así pero trataré. - se le fue dedicada una hermosa sonrisa y se sintió incapaz de continuar viéndolo.

Como a pesar de que la enfermedad causó tantos estragos en él, aún seguía tan hermoso.

Apoyo su cabeza sobre el regazo del de ojos dorados  aún con la mano izquierda del peruano entre sus manos y sintió cómo este acariciaba con la mano derecha sus cabellos tarareando una canción...su canción de ambos.

Al realizar la última tonada la mano del peruano cayó de forma lenta hasta chocar contra la cama en un suave rebote, Sebastián simplemente lloró como un niño pequeño.

Se alejó del cuerpo aún manteniendo su mirada baja acariciando aquella mano en la cual aún brillaba el anillo de compromiso.

-Te amo Miguel, nunca lo dije y se que no recibiría respuestas de tu parte porque se que aunque me llegaste a querer nunca logré tener tu corazón o alma por completo, ya que estos le pertenecían a alguien más pero - sonrió un sollozo ahogarse en su garganta- sé que ya es momento de liberarte de mi lado por el amor que te tengo y se que serás especial para mi siempre - deslizó el anillo de compromiso del dedo anular de Miguel- por favor vuelve con tu persona amada, prometo no decepcionarte nunca - beso aquella mano.

Cerró los ojos fuertemente con lágrimas aún corriendo de sus ojos, sintió como algo cálido lo envolvía y esta agradable calidez aparecía en sus mejillas y frente, reconocería esta calidez de donde sea era la misma que Miguel le transmitía cuando lo abrazaba y besaba todo su rostro.

Abrió sus ojos sorprendido y giró hacia el rostro del peruano, este traía una expresión de paz y transmitía cierta tranquilidad.

Una pequeña sonrisa surcó sus labios, se acercó para darle un pequeño beso de despedida para luego salir y permitirse ser abrazado por sus hijos quienes ya tenían cerca de veintitantos años.


Miguel se sorprendió al encontrarse en un lugar lleno de luz y muy lindo a su parecer, se sorprendiendo al notar que su apariencia era la misma que cuando tenía 17 años pero no tuvo tiempo de revisar nada más al oír un pequeño tarareó.

Levantó su vista y se topó con la espalda de alguien que reconocía muy bien.

Sintió que dejaba de respirar y se sintió desmayar cuando estar persona dejó de tararear girándose hacia su dirección con una expresión alegre.

-No te espera tan pronto. - fue lo primero que oyó con aquel acento y voz tan alegre.

Sintió que las lágrimas se formaban en sus ojos.

-Che, no vendrás a saludarme - abrió sus brazos invitándole.

Miguel no dudó en correr hacia esos brazos permitiéndose llorar al sentir como estos lo envolvían.

-Martín, Martín- repetía aquel nombre una y otra vez mientras se abrazaba más fuerte a él.

-Aquí estoy Migue, te estuve esperando.

El azabache se alejó un poco y permitió que ambos labios se tocaran en aquel beso tan necesitado por ambos.

-te amo, te ame siempre te ame Martín. -Soltó aquellas palabras que tenía guardadas.

-Lo sé, lo sé ya que yo igual siempre te amo, boludo.

Aquel indulto cariñoso arrancó una risa en el más bajo y solo pudieron mirarse con amor, al fin estaban juntos nuevamente.

Se tomaron de la mano y continuaron aquel camino donde una luz era fuerte y muy atrayente para ambos.




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Espero se haya entendido :c suelo escribir se madrugada así que ando media volada xD

En resumen Miguel y Sebas se conocieron, se adoraron y tuvieron algo especial, Miguel enfermo y debía partir, Sebas no lo ato a él porque siempre supo sobre quien era el verdadero amor del peruano.

Una vez este murió se dio la sorpresa con que en el limbo siempre estuvo esperando Martín por él y Miguel no pudo ser más feliz al volver a verlo, esta vez estarán juntos para siempre.

Ahhhhh aquí cerrando ciclos Jajajaja volveremos con otros cortos ya más alegres y subidos de tono para quitarnos esta tristeza (?) Jajajaja .

Espero les haya gustado 💕

La vida diaria de Martín y MiguelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora