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La diversión termino cuando Edith llamo a Sokka y Aang para regresar a la casa. maximo estuvieron jugando como locos una hora, la cual disfrutaron mucho. Sin dar excusas regresaron a la casa de los Beifongs.

Al llegar a la casa Toph se quitó las pinzas que tenía en su chongo, su cabello calló de golpe deslizándose por sus hombros, Fue una escena que Sokka observó muy a detalle.

—Señorita Beifong ¡Tendré que volver a peinarla!

—¡Ni lo piense!- Exclamo enfadada la niña mientras tomaba el arnés y subía junto a su perro las escaleras.

—Señorita es hora de comer ¡Baje a hora!

Su mensaje fue completamente ignorado por la niña testaruda, al perderse de vista unos segundos después se escuchó un puertazo fuerte.

Edith soltó un suspiro.

Si así era en su niñez como sería en su adolescencia.

Aang rodó sus ojos.

—Es una dramática.

—Yo la entiendo, es muy fastidioso que no puedas hacer algo por ti mismo- Aang miro a Sokka.

—¿Ella te dijo eso?

—No. Pero es obvio.

—Andas muy observador hoy, eh- Aang empujó a Sokka suavemente con su hombro.

Sokka ignoró aquella acción, y miró las escaleras, preguntándose porque de la nada Toph explotó contra su pobre niñera. Edith no tenía la culpa de nada. Soltó un suspiro, admiraba a esa mujer. Si nunca hacía caso a los dramas de su hermana ¿Cómo sería con una niña gruñona que necesita de la ayuda de un adulto siempre?

—Ire a por esa jovencita- Comenzó a subir las escaleras con pasó rápido.

—Suerte- Sokka miro con el ceño fruncido a su amigo. —¿Qué? Está completamente loca.

—¿Qué pasó con el pacífico Aang?

—Como sea, ¿vamos a comer?- Sokka aún mantenía la mirada en las escaleras, ignorando su comentario- Tranquilo príncipe azul ella bajará en unos segundos.

—¿Príncipe azul? ¿Estás insinuando que...?

—Lo lamentó, no cualquiera de mis amigos va y entabla una linda conversación con mi hermana menor.

—Solo quiero ser su amigo.

—Si claro, dime eso en siete años.

Ambos rieron, Sokka no evitó pensar que solo tenían diez años y su amigo estaba insinuando que le gustaba su hermana cuando claramente eso era incorrecto.

Ambos chicos se dirigieron al comedor, y se sentaron juntos.

Y como antes había dicho Aang Toph bajó, se sentó al lado de Aang con ayuda de su niñera. Toph tenía cara de pocos amigos.

Los tres chicos comieron en silencio, desde que los platos estaban llenos hasta que los dejaron completamente vacíos.

—Joven Sokka lo está buscando su padre- Anunció la señora Edith. El mencionado soltó un quejido y se levantó.

—Adios Aang, Nos vemos...no sé cuándo en realidad.

Aang de un momento a otro se puso triste, no tenían con que comunicarse. sonrió al recordar algo y se giro rápidamente para abrazar a su hermana.

—¡Aang! ¡Me lastimas!- Ella intento separarlo.

—Toph invitalo a tu fiesta.

—¿Eh? ¿Que?

—¡Por favor! Te lo pido...¡Oh grandiosa Toph!

Aang se separó quedando frente a frente del rostro de su hermana, tenía la mirada pérdida literalmente.

—Esta bien- El beso la mejilla de su hermana y salió corriendo del comedor.

Sokka frunció el ceño confundido, todo había pasado muy rápido. Toph se limpió la mejilla con una mueca de asco.

—Fue un gusto conocerte, Toph.

—Siempre lo es- La niña le sonrió- Espera la invitación.

—No me dijiste que tendrías una fiesta- Dio una risa y dijo...

—No lo sabía.

Sokka se sorprendió, pero no puedo hablar más con ella ya que Aang entró corriendo al comedor nuevamente con la invitación en manos.

—Nos veremos muy pronto.

—Adios chicos- Dijo Sokka y tomó la invitación.

Salio de la casa acompañado de la señora Edith, afuera su padre lo esperaba con los brazos abiertos, Sokka corrió hasta donde el y cuando estuvieron lo más cerca posible se abrazaron.

—¿Cómo estuvo tu día?

—¡Genial!- Chilló de emoción y le enseño la invitación.

Del Azul Al Verde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora