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De la mano se encaminan al cuarto de Pete. Una vez llegan, Kao se va al baño y Pete aprovecha para encender unas velas que había preparado anteriormente y pone música, deseando que ese ambiente le guste. Va al baño donde ya está terminando de cepillarse los dientes Kao y él hace lo mismo. Sus ojos se encuentran en el espejo y no dejan de observarse. Las mejillas de Kao están algo sonrojadas.

-Te lo has currado mucho. Es increíble. -Dice Kao observando la habitación.

-Eres muy especial para mí y quiero que lo sientas.

Kao quieto, deja que sus ojos recorran con un leve destello de deseo, el cuerpo de Pete, le deja ver que también espera mucho de esta noche. Se acercan lentamente y por fin comienzan a besarse. Los nervios desaparecen en el momento en el que sus cuerpos entran en contacto.

Pete le quita la camiseta para disfrute de sus manos que se pierden en su piel acariciando y tocando sus duros músculos. Van encaminándose entre besos y caricias a la cama donde Kao se recuesta sin quitar los ojos de Pete, este se va desabrochando la blusa lentamente, botón a botón, mientras los ojos de Kao no se despegan de sus dedos, cuando por fin acaba y se la quita del todo una gran sonrisa ilumina la cara de Kao, Pete no puedo evitar la suya de medio lado, mientras pone sus ojos en el cuerpo de su presa. Se quita los pantalones mientras los ojos de su novio le recorren con una expresión llena de lujuria, nunca esperó ver esa cara en Kao y se pregunta cuantas más podrá sacarle en esta larga noche.

Pete se pone sobre Kao para dejar que sus labios jueguen y acaricien la piel expuesta, siente las manos de su novio acariciando y palpando sus músculos, las manos de Pete bajan al pantalón y los retira con suavidad, trata de no ser brusco en esta noche tan especial para ellos.

De nuevo se besan, sus lenguas juegan y se persiguen produciendo jadeos, las manos acarician la piel del otro, suaves y calientes, hacen que se estremezcan y que la llama de la pasión vaya ardiendo con más fuerza.

La boca juguetona de Pete desciende por el cuello hasta llegar a los pezones que comienza a torturar. Su novio gime y se retuerce bajo su caricia haciendo que la seguridad de Pete aumente. Así que continúa bajando por el cuerpo de su novio hasta llegar al ombligo y sigue descendiendo, le va bajando los calzoncillos a Kao que le mira entre preocupado y excitado, dando libertad a su duro miembro. Pete le mira por unos momentos. Lo ha tocado y jugado con él varias veces, pero nunca ha estado tan cerca, le llega un leve olor dulzón producido por el deseo de Kao y mirando la cara de su novio, para no perderse nada de sus expresiones lo engulle con satisfacción.

Un fuerte grito de placer y sorpresa llena la habitación y las manos de Kao le agarran del pelo jadeando. Acaricia y juega con su lengua a lo largo de ese miembro. Lo saborea y degusta orgulloso de los sonidos que salen de su amante. El cuerpo bajo el suyo se estremece y tiembla con el ataque de su boca y trabaja con más dureza.

-Pete ...ahhhhhhhh...ya ...ahhhhhhh...ya

Pete se aparta para ver estallar de placer a ese hombre. Mientras Kao jadea y recupera el aire Pete abre un cajón del que saca lubricante y preservativos. Con todo a mano se acerca al cuerpo que le atrae de manera salvaje y comienza a besarle.

Pete sabe que ha de ser paciente si no quieres hacer daño a su novio y aunque su propio miembro está duro y reclamando atención le ignora por completo para centrarse en ese cuerpo blanco, sexy y maravilloso que responde a cada pequeña caricia o beso que le dé.

Mientras juega con su novio haciendo que arda de pasión comienza a introducir un dedo con delicadeza y suavidad. Observa a Kao, preocupado y atento a la más leve de sus reacciones para no hacerle daño. Poco a poco, con paciencia, entre besos, caricias, y mucha paciencia ya Kao parece preparado para darle cabida a su falo.

Tras ponerse el condón coloca las piernas de Kao bajo su atenta mirada. Poco a poco comienza a entrar, es tan estrecho que le cuesta moverse.

-Kao, cariño, relájate, respira.

-Es ...difícil... -Jadea algo asustado.

-No te haré daño, venga confía en mí, te haré disfrutar mucho.

Siente como se va aflojando y mientras besa y acaricia el cuerpo de su hermoso novio puede ir entrando cada vez más dentro. Kao jadea y respira mientras la dureza extraña le va invadiendo de a poco, no le está causando un gran dolor, solo una molestia. Se siente arder bajo las caricias y besos que no paran de calentar su cuerpo y de repente siente a Pete jadeando y quedarse completamente quieto mirándole, está sudando por el esfuerzo que hace de no ser brusco pero una sonrisa de amor y orgullo le baila en los labios y Kao le sonríe a su vez sin poder controlarse.

-Ya estoy dentro del todo. ¿Estás bien, puedo moverme?

-Sí, Pete estoy bien y por favor ...muévete.

Empieza a mecerse con suavidad, comenzando un leve rozamiento de sus cuerpos. El interior de Kao se acostumbra rápidamente a esa invasión y su cuerpo comienza a experimentar suaves pellizcos de placer que quiere que sean más grandes.

-Pete ...máaaasss.... ve más rápido y duro.

-Kao levanta tus piernas.

Kao le rodea las caderas con sus piernas mientras Pete comienza a embestirse contra su interior, en este punto ya su cerebro está borracho de placer y lo único que puede hacer es buscar el placer de ambos. Siente las uñas de Kao clavándose en su espalda, agarrándose con fuerza a su cuerpo mientras es sacudido por la fuerza de los empujones del cuerpo de Pete.

Sus bocas se buscan y unen y Pete baja la mano para proporcionar más placer a su novio acariciando su dureza. Sus cuerpos se entrechocan con fuerza, gimen y gritan mientras se besan y acarician, sudando por el esfuerzo y sin detener un ritmo que va in crescendo. Cada vez más dentro y profundo de esa estrecha cavidad, mientras se impulsa para seguir empujando el punto de máximo placer en el interior de su novio. Ese punto que le hace gritar y gemir bajo el cuerpo de Pete.

Pete sigue moviéndose con fuerza deseando que su novio encuentre el placer para poder él mismo dejarse ir. Sus ojos no dejan de apreciar como Kao tiembla y gime como aprieta su cuerpo, sus ojos nublados de deseo su boca pidiendo y suplicando por más. Es magnífico el mejor compañero de cama que podía desear.

-Venga bebé, vamos. Déjate ir.

-...Ahhhhhh...Pete ...siiiiii.... Peteeeeee....

Siente el calor pringoso que sale de su novio mientras los ojos de este se cierran barridos por un fuerte orgasmo. Pete le besa satisfecho mientras él también se deja ir, liberando su cuerpo y llegando al nirvana.

-Kao, eres increíble, Te amo.

-Te amo Pete.

Se separa de Kao y tras retirar el condón limpia a su novio para abrazarse a él. Se dan pequeños besos y caricias mientras comentan y hablan de sus impresiones de su primera vez haciendo el amor.

-Entonces Kao, ¿te gustó?

-Sí, mucho Pete.

- ¿Me permites otra ronda?

- ¿Siempre serás así de insaciable?

-Contigo, siempre.

-Me parece bien, todas las rondas que quieras.

Se besan y acarician mientras ríen felices. Sintiéndose más cercanos y cómodos de lo que se sentían antes de hacer el amor.



(Narra Kao)


Esa tarde hice que Pete me acompañara a la casa de Thada, las cosas no podían seguir de esta manera, porque el grupo terminaría separándose y todos nos queríamos mucho para permitir que esto pasara. Así que hablaré con él, a ver si conseguimos que las cosas se serenen.

Tras esta pequeña charla y con la promesa de Thada de intentar comportarse como siempre y no complicar las cosas. Regresé con Pete a su casa, presto para que cumpliera la promesa que me había hecho esa misma mañana. Mi novio insaciable, siempre dispuesto para darme placer.

Continúa>>>

Nuestros besos (Pete Kao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora