8

3.6K 161 9
                                    

(NARRA KAO)

Tan ocupados con las clases y las cosas que siguen raras con Sandee y Thada, ella hasta se esconde de su amigo Thew haciendo que nosotros mintamos por cubrirla. Muchas veces nos vemos solos Pete, June y yo. Están comenzando la época de exámenes y June con lo cabeza loca que es, está comenzando a preocuparle el cómo superarlos.

La vida de Sandee es un auténtico culebrón, nos contó Thada que Thew había ido aquella noche a su casa para pedirle ser novios. Las cosas entre ellos tres es cada vez más interesante y nos animan las aburridas clases. Sé que soy un empollón y muy buen estudiante, pero también me aburro de las clases como todos.

Hay días que parecen estar bien y todo perfectos y otros que no sabemos qué ha podido pasar, pero en los que Thada parece especialmente sensible y hasta se enfada con nosotros. Los tres seguimos observando y mirando como transcurre la historia. Es cierto que June no sabe que ellos se acostaron, pero está tan interesado en todo como Pete y yo.



-Pete, hoy estás especialmente guapo.

- ¿Qué me va a pedir mi bebé?

- ¿Podemos ir a la cafetería de Sun? hace mucho que no nos pasamos.

-Claro.

-Si te portas bien y eres especialmente encantador, te daré un premio.

Llegamos poco después a la cafetería. Sun nos atiende y le pedimos dos Caffè Latte Capuccino.

-Dime Kao, ¿cuál será mi recompensa?

- ¿Cuál te gustaría? -Le miro y sonrío estoy siendo travieso y juguetón, la mirada intensa de Pete me dice que está disfrutando del coqueteo.

-Si viene de ti, todo me gusta.

-Aquí está su pedido. -Alzamos la vista para encontrarnos a Mork ahora está trabajando aquí.

-Muchas gracias. -Se aleja, pero no me gusta como me mira. Creo que está molesto conmigo. Me da la impresión de que está interesado en Sun desde hace tiempo, pero este no lo cree. Pienso que no estoy errado.

-Sé que no me gusta venir mucho aquí, pero está delicioso.

-Me alegra que te guste.



Tras cenar con el padre de Pete, hoy me quedo aquí, estamos muy ocupados y han pasado varios días sin poder estar juntos. Ayudo a Pete a recoger todo y lavar los cacharros mientras hablamos con su padre de las cosas de la Universidad. Es un hombre muy amable y me siento muy querido por él. Además, que le llama la atención a Pete, poniéndose de mi parte, cuando intenta aprovecharse de mi buena voluntad.

-Cariño, ven deja que te duche yo.

- ¿Ese es mi premio? -Los ojos brillantes y felices de mi anhelante novio.

-Claro, ven llenemos la bañera.

Mientras apoya su cuerpo en mí, yo me recreo en pasar el jabón por toda su piel, sentir como se estremece y disfruta de mis caricias me va encendiendo de a poco. No sé muy bien para quien de los dos es el premio. Disfruto tanto de poder acariciar y tocar los hermosos músculos de mi sexy novio.

-Kao creo que estás limpiando demasiado esa zona ...ahhhhhh...no voy a poder seguir soportando.

-Pete, solo quiero dejarte bien limpio. -Le susurro en la oreja su cuerpo se estremece, mis dedos le aprietan sus dulces pezones y se deja ir en mi mano, mientras jadea.

-Ven bebé, vamos a la cama, yo también tengo un premio para ti.

Mientras me río y nos secamos entramos en su habitación. Él entra tras de mí y está muy silencioso. Cuando vuelvo mi cabeza le veo como hipnotizado sin quitar los ojos de mi culo.

- ¿Pasa algo amor?

-Bebé, como es posible que tu culo sea tan sexy, cada vez que lo miro miles de locuras se pasean por mi mente.

-Eres un pervertido, eso es lo que pasa.

-No bebé, es que tengo el novio más sensual del mundo. Eso es lo que me pasa.

Ya lo tengo sobre mí, los dos acostados en la cama, nuestros cuerpos rozándose las manos acariciándonos, nuestras lenguas bailando la una con la otra reclamando y profanando nuestras bocas, suaves suspiros y jadeos se escapan de nosotros mientras el calor y la pasión se va prendiendo, buscando la satisfacción en el otro.

Pete ya está jugando con mi estrecho canal, provocando y jugando para que se dilate y poder darle cabida a su dureza. Sus labios juegan y marcan mi piel, es blanca y demasiado sensible, menos mal que recuerda tener cuidado con no marcar el cuello.

Mis pezones son torturados con su boca, me mira y sonríe tan engreído y satisfecho del placer que me da. Mientras me besa con pasión desmedida, tan caliente y ansioso de embestirme, comienza a penetrar con cuidado, se desliza con lentitud hasta enterrarse por completo en mí y jadea mientras me sonríe muy feliz.

- ¿Qué te tiene tan contento amor?

-Echaba de menos estar en ti, es como volver a casa.

Me echo a reír. No puedo parar, que cosas más raras tiene esa cabeza linda. Comienza un suave vaivén haciendo que desaparezca mi risa y el placer recorra mi cuerpo. Sus ojos enfocados en los míos. Comienza a embestirme con más fuerza sin dejar de mirar mi cara.

El calor y la pasión me inundan, haciendo que me emborrache de pasión. Tiro de los cabellos de Pete y me estremezco bajo sus embestidas.

-...Ahhhhhh...más...quiero....ahhhhh...duro.

Mis piernas se enredan en sus caderas para que su dureza golpee con más fuerza en mi punto de placer.

-Pete...así....ahhhhhhh...me gusta

-Bebé, abre los ojos. -Me ruega entre jadeos- ...ahhhhhh...eres tan sexy.

Yo gruño y gimo agarrándome a su cuerpo, luchado por tenerle más cerca, parece que nunca estamos lo suficientemente pegados. Siento su cuerpo sobre el mío friccionando y masturbando mi amigo, que está completamente duro entre nosotros.

-Bebé, ponte a cuatro patas, vamos, deja que te dé más.

Siento un estremecimiento cuando noto su carne salir de mí. Entre jadeos y con su ayuda me pongo como él desea, para poco después sentir como se impulsa en mi interior con duros y profundos golpes. Hace que gima y grite por su ataque.

- ¿Te gusta bebé? disfruta, así muévete contra mí. -Su voz en mi oído me causa más placer y otro estremecimiento. Mi piel arde y esta de gallina, tan sensible.

-...Peteee...soy tuyo ...ahhhhhh...

-Lo sé, yo soy tuyo también.

-Más....dame.... quiero correrme ya ...ahhhhhhh....

Mi mano se mueve acariciando a mi amigo mientras gimo y jadeo, caigo sobre mí dejando mi culo en pompa, ya no tengo fuerzas mientras el cuerpo de mi novio me embiste invadiendo con golpes fuertes y constantes mis profundidades. Muerdo la almohada para acallar un grito de placer. Siento a Pete quemando mi interior de su esencia y se acuesta a mi lado.

Me abraza y besa, aunque los dos estamos muy acalorados y sudando, jadeamos agotados, pero sus labios siguen buscando los míos y sus manos me acarician.

-Te amo tanto bebé, tú sí que eres el premio

-Yo también te amo, pero tendremos que ducharnos de nuevo.

-Casi rompes la almohada al morderla.

-Mejor eso que despertar a papá con mis gritos de placer.

-Me encantan tus gritos de placer.

Me besa y acaricia, sus brazos me rodean haciendo que me sienta amado y deseado. Poco después nos duchamos y volvemos a la habitación para estudiar, pero Pete sigue juguetón y finalmente tenemos varias rondas más hasta que finalmente se duerme y yo consigo acabar algunos deberes que tenemos que presentar, al día siguiente tenemos que madrugar y yo casi no habré dormido.

-Pero vale la pena. -Sonrío mirando a mi novio dormido. Tan hermoso como es.

Continúa>>>

Nuestros besos (Pete Kao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora