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(NARRA KAO)

Subo corriendo por la escalera, mientras Pete me persigue para darme caza. Mientras me quito la ropa con velocidad para poder ducharme antes de que me agarre. Huyo de sus manos y de su cuerpo, no deja de intentar llevarme a la cama.

-Espera Pete, deja que me duche antes, ten paciencia.

-Venga cariño. -Siempre tan meloso cuando quiere salir ganando. -Si voy a volver a mancharte.

-Quiero quitarme el sudor del todo el día y estar bien limpio allí, para ti.

-Solo te importa a ti, yo te deseo ya.

-Amor, ven y ayúdame a quedar limpio para ti.

Sus ojos se abren y sin más me agarra de la muñeca y ya me tiene en la ducha ocupándose de limpiar mi cuerpo, sus manos llenas de jabón van pasando por toda mi piel, siento las palmas de sus manos acariciándome de arriba abajo, con suavidad. Yo intento coger jabón para encargarme de mis zonas íntimas, pero con un novio como Pete ya no son tan íntimas, ni mis zonas.

-Quita tus manos, todo eso es mío, para mi disfrute, yo lo limpio.

Coge más jabón y comienza a "limpiar" el pene, escroto, siento sus dedos presionando mi perineo, su mano acaricia mi raja varias veces, poniendo algo de presión y mientras jadeo bajo su atención. Completamente excitado, él de rodillas ante mí, ocupándose de mi aseo, es tan erótico tenerlo a mi servicio. Me agarro a sus hombros, mientras abro mis piernas para facilitar el acceso de su dedo.

-Te estás tomando ...ahhhhh... muy en serio ...uffffff... mi aseo.

-Claro amor, tu bienestar es lo más importante para mí. Creo que estás totalmente limpio, mis tres dedos están verificando ahora, pero creo que necesitaré algo que pueda ir más profundo, para asegurarme, ¿tú qué dices?

Yo no puedo decir nada ahora, ni dejar de mover mis caderas, sintiendo sus dedos dilatando mi interior y su mano acariciando dura e insaciablemente mi verga. Me suelta con suavidad, mientras mi cuerpo tiembla por la excitación. Veo sus manos volar sobre su cuerpo, se enjabona muy rápido, me gustaría hacerlo a mí, pero no me lo va a permitir, sé que no tendrá mucha más paciencia. Nos aclara el jabón y me da la toalla para que nos sequemos, mientras entramos a su cuarto.



Ya estoy boca abajo en la cama, con las piernas separadas y escuchando el lubricante saliendo del bote, para poco después tener su cuerpo completamente sobre el mío. Sus manos me abren para darle mejor acceso a mi entrada.

-Bebé, llevo todo el día deseando hacerte esto. Las clases fueron una tortura.

Su voz acaricia mi oído, calentando y quemando mi interior aún más de lo que ya está. Siento como va colándose más profundo, sus caderas comienzan un suave y delicado vaivén que ya no puedo soportar más.

-Más ...ahhhhhh... me estás torturando.

-Mi novio está hambriento. ¿Dime Kao, cómo lo deseas? -Sé que quiere torturarme, le gusta que le ruegue a veces, antes moría de vergüenza, ya estoy más acostumbrado y hago lo que desea.

-Ve más duro y rápido ...Ahhhhhh...así fóllame ...ahhhhhh...

Mis palabras le han calentado y comienza a moverse como a los dos nos gusta. Se embiste contra mí mientras sus manos me acarician y su boca juega con mi espalda, los movimientos de nuestros cuerpos provocan el roce de mi miembro contra la cama. No puedo moverme, completamente cercado por su cuerpo. Sus jadeos calientes me acarician el cuello y la espalda, sus manos se agarran a mis caderas y su miembro golpea sin cesar mi próstata.

-Pete ...ahhhh... me voy ...ahhhhhhh...

-Yo también bebé ...ahhhhhh...

Mientras siento su líquido llenarme, su cuerpo cae completamente sobre mi, exhausto. Yo estoy jadeando tras el orgasmo. Mientras intento recuperarme Pete sale con suavidad, para no dañarme y se acuesta a mi lado, abrazándome y besando mi cabeza.

Me coloco y mirando su hermoso rostro le beso, nuestras lenguas se entrelazan y bailan entre ellas, estamos unos minutos así cuando el beso va cogiendo intensidad, mis manos recorren el cuerpo de Pete regalándose el placer de tocar todos esos sexis músculos que tan bien cuida.

Sus manos también se pierden por mi cuerpo, con delicadeza, me gusta cuando es así, suave en sus caricias. Me coloco sobre él para poder besar y lamer todo lo que han tocado mis traviesas manos. Él se deja hacer mientras gime levemente. Conozco su cuerpo tan bien como Pete conoce el mío.

No me deja torturarlo mucho más, mientras yo me complacía jugando con sus duros pezones, me agarró y nos hizo girar en la cama poniéndose sobre mí.

-Abre las piernas bebé, deja espacio para mí. -Su voz de orden me excita y le obedezco de inmediato. -Así me gusta, levanta las piernas y ponlas en mis hombros. Joder bebé me enciendes cuando eres así de sumiso y me miras con esos ojos de deseo.

Mientras me habla ya está dentro, de nuevo, su cuerpo sobre el mío mientras sus caderas golpean contra mí, sus labios buscando los míos. Mis manos se agarran a su espalda mientras sus embestidas se intensifican.

-Calor ...ahhhhhhh.... tanto calor.

-Lo sé bebé, aguanta amor.

Sus dientes están mordiendo y raspando mis hombros mis pectorales. Me gusta cuando es así, duro y provocador. En verdad me gusta todo lo que hace. Nuestros cuerpos se buscan el uno al otro dando y recibiendo embestidas, gemimos y sudamos mientras la pasión crece y nos desborda. Su cuerpo se mueve más rápido sobre el mío, su mano se engancha a mi polla para prestarle una atención bien merecida y tras unas embestidas más llega el éxtasis entre nuestros gritos.

Nos quedamos abrazados, recuperando el aliento, satisfechos y otra vez sucios pero felices. Mis ojos se cierran.



Cuando los abro veo a Pete acostado a mi lado, también está durmiendo, me miro y veo que me limpió y se ocupó de mí cuando me quedé dormido. Estos detalles de cuidarme son los que hacen que mi corazón lata más rápido y me enamore más. Se preocupa y me cuida, aunque parezca frío y que todo le da lo mismo. Le doy un leve pico como agradecimiento, pero sus brazos me agarran y profundizan el beso. Cuando está satisfecho me suelta y sonríe, yo le devuelvo la sonrisa.

-Pete tengo hambre, voy a bajar a la cocina para preparar la cena. ¿Qué te apetece?

-Me apeteces tú.

-Venga deja de morderme, hablo en serio. -Intento escapar de sus labios entre risas. -Pues prepararé lo que yo quiera. -En eso sonó su móvil.

-Es mi padre. -Dijo al ver quien llamaba. -Voy ahora cuando acabe de hablar con él.

Mientras me pongo unos pantalones cortos de Pete y bajo para empezar a preparar la cena, Pete atiende la llamada de su padre. Cuando por fin baja, tengo casi todo preparado y la mesa puesta. Se acerca por mi espalda abrazándome y dejando caer besos por la nuca y espalda, estoy sin camiseta y sus dedos aprovechan para atormentar mis pezones mientras yo gimo y me estremezco entre sus brazos.

-Te amo tanto Kao.

-Yo también Pete.



Finalmente cenamos y mientras seguimos hablando y comentando cosas de la Universidad Pete limpia todo y lo recoge. Tras esto me da la mano y subimos las escaleras para ir al baño a cepillarnos los dientes. Sus ojos se detienen a mirar mi culo y sus manos no tardan en apretar y pellizcar la zona. Su cuerpo se pega a mi espalda y su enorme amigo insaciable se clava en mi retaguardia. Nuestros ojos se encuentran en el espejo y su sonrisa cautivadora me subyaga.

-Ven bebé tengamos varias rondas más.

Lo dicho va a ser una noche muy larga.



Al día siguiente estamos en clase. Yo estoy cansado y tengo agujetas, pero tengo que disimular no quiero tener que responder preguntas. Se me da fatal mentir, siempre enredo todo y termino metiéndome en un jardín. Pete casi nunca me ayuda a salir, solo se ríe de mí, disfruta cuando me pasan estas cosas.

Durante las clases Sandee no ha dejado de jugar con el móvil y Thada la vigila bastante enfadado. Creo que es el chico que está tratando de ligar con ella, Thew. Me da envidia ver como llevan toda la clase escribiéndose y tonteando. Me gustaría hacer lo mismo con Pete. Cuando comento en voz alta los celos que me da Sandee solo se ríe, no pilla la indirecta. Da lo mismo, sé como es y lo amo.

Continúa>>>

Nuestros besos (Pete Kao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora