Atrapada / capítulo siete.

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— Quiero escuchar tu historia,

Para Sofia esa era una petición difícil. Su historia no era algo que quisiera recordar por completo, y mucho menos contársela a una extraña, como era Sabrina en ese momento. Pero, por otro lado, quería liberarse, quería saber que era capaz de contar ciertas cosas sin romper en llanto, quería saber que había alguien más en el mundo que la entendía y si no era así, que por lo menos era capaz de escucharla.

Miró sus manos, sus dedos temblorosos, su pálida piel... se odiaba tanto a sí misma, cada parte de su ser.

Sofia: Es difícil para mí —Sabrina tomó una de sus manos.

Sabrina: Todos tenemos historias. Algunas buenas, otras malas, pero son historias y valen la pena ser contadas.

Sofia respiró profundo.

Sofia: ¿Por qué mejor no me preguntas lo que quieres saber? —Sabrina jugueteaba con el pasto del suelo con la mano que tenía libre, puesto que la otra aún sujetaba firmemente la mano de Sofia.

Estaban en el recreo del colegio, sentadas en el suelo, con la espalda recostada sobre un gran árbol.

Sabrina: ¿Con quiénes vives?

Sofia: Desde que mi hermana no está, sólo vivo con mis padres.

Sabrina: ¿Qué le pasó a Paulina?

Sofia: Creí que querías saber mí historia —dijo haciendo hincapié en el "mí"

Sabrina: Sí, así es. Paulina es parte de tu historia, nuestras historias están llenas de personajes secundarios, pero no dejan de ser importantes.

Sofia: Ella murió.

Sabrina: Eres muy mala cuando intentas ocultar cosas, ¿podrías decirme la parte que quiero escuchar?

Sofia suspiró.

Sofia: Un vehículo la atropelló, eso es todo —Sabrina giró su cabeza para observarla mejor, se tomó unos segundos y contestó:

Sabrina: Voy a suponer que lo que en realidad le ocurrió es tan doloroso para ti que no quieres decirlo aún.

Sofia: Eso es lo que en realidad ocurrió.

Ahora fue Sabrina quien suspiró pesadamente.

Sabrina: Voy a decirte algo que probablemente aún no sepas sobre mí. Yo no soy como el resto, a mí no puedes mentirme, ni siquiera los intentes; si no quieres contarme algo, sólo dilo y lo entenderé, pero no pienses ni por un segundo que puedes engañarme.

Sofia sintió su corazón acelerado, nadie antes la había atrapado engañando, mucho menos en un tema tan delicado, pero no, aún no era momento de decir la verdad.

Sofia: ¿Puedes pasar a la siguiente pregunta? —dijo en un intento por evadir la situación.

Sabrina: ¿Por qué vomitas lo que comes? —Sofia palideció inmediatamente.

"¿Cómo puede saber eso?" —se dijo a sí misma.

Sabrina: Y antes de que intentes mentirme de nuevo, soy bastante observadora, así que ni siquiera lo niegues. Tus dedos y tus dientes te delatan.

Sofia se llevó la mano a la boca.

Sofia: ¿Qué hay de malo con mis dientes?

Sabrina: Nada. Sólo están terriblemente amarillos por el ácido de tus vómitos diarios, es algo que la pasta dental no puede ocultar.

Sofia: ¿Eres doctora o algo?

Sabrina: No, simplemente soy una persona curiosa, pero no estábamos hablando de mí. Responde a mi pregunta.

Sofia: Lo hago porque soy bulímica.

Sabrina: ¿No crees que llegué a esa conclusión desde el momento en que te vi? te estoy preguntando por qué eres bulímica.

Sofia: Porque no me gusta cómo soy.

Sabrina: Esa es una excusa terrible.

Sofia: Es fácil decirlo cuando se trata de una súper modelo como tú.

Sabrina: Es ridículo que por odiarte a ti misma te hagas daño.

Sofia: Tú eres la que dijo que daño + daño es igual a reparación.

Un silencio aparentemente eterno se instaló entre las dos.

Sabrina: No me eches en cara mis palabras.

Sofia: No te las estoy echando en cara, sólo te digo que te hagas cargo de ellas.

Sabrina: Las metáforas no funcionan de la misma forma para todos los casos, por eso son metáforas y no realidades... ugh, olvídalo —sintiendo que todo esto era en vano, puesto que no puedes obligarte a conocer a una persona, se levantó del lugar sacudiéndose el polvo de los pantalones, pero cuando se estaba alejando de ahí, la voz de Sofia la detuvo.

Sofia: ¿Por qué no me preguntaste sobre la violación?

Sabrina volteó en dirección a Sofia.

Sabrina: Porque no es asunto mío.

Sofia: Nada de lo que preguntaste lo era.

Sabrina: Si no eres capaz de decirme qué fue lo que mató a tu hermana, mucho menos serás capaz de decirme quién te está violando cada día.

Sofia empalideció de nuevo.

Sofia: ¿Cómo saber que ocurre cada día? —preguntó sujetando sus manos para evitar que fuera evidente el temblor de sus dedos, y obligándose a que las lágrimas permanecieran dentro de sus ojos.

De la misma forma en que siempre lo hacía, Sabrina se tomó unos segundos para formular una respuesta, mientras observaba a Sofia.

Sabrina: No sabía eso —confesó—, lo dije para saber si es alguien de tu familia quien te viola y puesto que me dijiste que sólo vives con tus padres... supongo que no hay muchas personas a las cuales apuntar.


Towards love [adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora