"Sé exactamente cómo te sientes, no me importa lo que digas."
Eso decía la nota que encontró Sofia en su casillero la mañana siguiente.
"¿Por qué no sólo me deja en paz?" —se preguntó.
...
Director: Entiendo, debe ser difícil acercarse a ella.
Sabrina: Es imposible. Sé que se comporta como una imbécil porque trata de protegerse a sí misma, lo sé, porque he pasado por eso, pero es simplemente imposible ayudarla.
Director: Lo estuve pensando, y creo que sería más sencillo si le decimos que quieres ayudarla.
Sabrina: Ya se lo he dicho yo.
Director: Intentaré explicárselo yo —el director tomó el tubo del teléfono a su lado y oprimió una de las teclas de marcado rápido—. Jennifer, dile a Sofia Daccarett Char que quiero verla —sin esperar una respuesta de parte de la secretaria, finalizó la llamada—, no voy a arriesgarme a que haya un caso de suicidio adolescente en los legajos del colegio.
Sabrina lo miró sorprendida.
"Al final del día, no somos más que una mancha en el legajo" —pensó.
...
— Sofia, el director te busca —le dijo el profesor Cooper.
Se levantó de su silla pesadamente, sabía para qué sería. Siempre que alguien del colegio la llamaba para estar a solas era porque querían darle el pésame o decirle algunas palabras de aliento que los harían sentir bien consigo mismos pero que a ella no le ayudarían en nada. Caminó por el pasillo principal soltando palabras inapropiadas en voz baja.
Jennifer: El director te espera —dijo cuando la vio sin siquiera pensar en responder le abrió la puerta de la dirección.
Vaya sorpresa la que se llevó al encontrarse a Sabrina AnnLynn Carpenter ahí.
...
Sofia: No quiero hablar de cosas privadas si ella está aquí —la castaña mantenía los brazos cruzados sobre su pecho, sentada en un asiento junto a Sabrina, justo en frente del escritorio del director.
Sabrina: ¿Daccarett? creí que ya habíamos pasado esa etapa.
Sofia: ¿Ella es alguna clase de terapeuta o algo? —dijo sarcásticamente e ignorando el anterior comentario de la rubia—, no veo cómo es que ella podría ayudarme. Además, ¿qué les hace pensar que necesito ayuda?
Tanto el director como Sabrina se voltearon a ver al mismo tiempo, como si la respuesta fuera demasiado obvia.
Sabrina: Tu aspecto te delata, sin ánimos de ofender —dijo mientras hacía girar un bolígrafo sobre el escritorio. Sofia puso los ojos en blanco.
Director: Ella no es ninguna terapeuta, pero ha pasado por que tú. Es decir, ella también ha perdido a alguien muy importante en su vida, así que pensé que, como tú no tienes amigas aquí, tal vez ustedes podrían intentar ser... tal vez no amigas, pero al menos compañeras.
Sofia: No soy una obra de caridad.
Sabrina: Aquí vamos, otra vez... —suspiró y se reclinó sobre su asiento.
Director: No lo tomes como que sólo está ayudándote, como si fueras una obra de caridad o algo, tómalo como una ayuda mutua; a Sabrina también le va a hacer bien pasar tiempo con una persona que la entiende.
Sofia: Sólo lo repetiré una vez más —dijo poniéndose de pie—, yo no necesito ayuda.
Sin más, volteó para irse, pero el director fue más rápido que ella y la sujetó fuertemente de la muñeca para que no escapara. Ni el director, ni Sabrina, esperaban lo que se vino.
Sofia: ¡No me toque! —gritó tan fuerte que el cuerpo de Sabrina se estremeció de terror. El director se quedó paralizado, sin saber qué era lo que había hecho mal. Sofia se zafó de su agarre con tanta fuerza que cayó al suelo, donde automáticamente dobló sus piernas y flexionó la columna, quedando con los brazos abrazando sus rodillas y su cabeza escondida entre ellas, como si estuviera tratando de protegerse de algo. Sabrina y el director intercambiaron miradas, mientras ambos veían cómo el otro temblaba por la velocidad de sus pulsos en aumento debido a lo que acababa de ocurrir. Sus miradas se dirigieron a Sofia, quien ya estaba llorando y respirando pesadamente; volvieron a mirarse entre ellos.
No dijeron ninguna palabra, porque simplemente no era necesario. Los dos, en alguna parte de su ser; aunque trataran de negarlo, sabían lo que ese acto podía significar. El director pensó que tal vez era una posibilidad, pero Sabrina, sabía que era una realidad.
Lo veía en sus manos con esa fina capa de sudor, en sus piernas temblorosas, en su respiración pesada y su llanto ahogado.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y se tapó la boca con la mano.
"La violaron" —se repetía en su mente, una y otra vez.
Nota:
Aquí es donde ya se viene lo bueno, ahre.
Espero les esté gustando, amo esta historia because me hizo llorar horriblemente, asjkjslakjslkals y ya saben que a mí me gustan este tipo de historias, lmao.
Gracias a la autora por dejarme hacer esta adaptación, no olviden ustedes dejar su voto y comentar si les gusta.
Los amu.
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Towards love [adaptación]
Fiksi Penggemar» "Dos personas siempre van a estar condenadas a encontrarse si se sujetan del hilo rojo que las une." »Obra adaptada, créditos a su respectivo autor« - La obra es publicada, ya con el permiso de su autor.