Hoy desayuné huevos con jamón, el olor por ende levantó a la mayoría a excepción de Mario. Les serví de desayunar a todos, el plato de Mario lo guardé en el microondas. Los desgraciados ni Buenos días ni Gracias me dieron, solo se sentaron a desayunar. Todo estaba muy calmado, los disparos de los soldados habían cedado. Me senté a desayunar con ellos a lado de Sasha y al hacerlo ella me miró con una cara de mal gusto.
—Dahíro, ¿hace cuánto que no te bañas? —Me dijo Sasha con desdén y un poco de desagrado.
Me puse nervioso e hice una mueca tratando de sonreír por la vergüenza —B-bueno yo. . , no tengo ropa ni nada. Mario es de muy baja estatura y Kevin, al igual que Tristán, muy delgados.— Bajé la mirada.
Sasha decidió solo seguir comiendo y se apartó un poco de mi, vaya, hace unos días me abrazaba y me daba las gracias y ahora se quiere alejar de mi. Carajo.—¿En serio huelo tan mal? — Pregunté y todos me miraron, cuando Tristán iba a hablar sonó la puerta.— Yo voy.
Me levanté e iba a asomarme por la perilla, tome un cuchillo y lo puse tras mi espalda, abrí.— ¿Diga?
Al otro lado de la puerta se encontraba el señor Aurelio, sus ojos claros estaban lagrimosos y antes de decir yo algo, él habló:— Necesito su ayuda, por favor. —Se deshizo en llanto pronunciando la última palabra varias veces.
Yo todo un idiota no sabía qué hacer y miré a los demás, ellos igual tenían mi mirada de desconcertados, tomé al señor de su hombro— Pase, díganos que pasa.
Al parecer el señor Aurelio tiene otra hija, de 18 años, su nombre es Thalia y antes de todo esto ella estaba en la casa de una amiga, algo retirada de aquí, antes de que se fuera la conexión de internet, ella le había dicho que estaba bien y que vendría, pero no lo ha hecho.
—Se los pido, por favor muchachos, ustedes han salido y han vivido, hemos visto a vecinos morir porqué esas cosas los han atrapado. . .¡Por favor, se los ruego! Es mi hija, no se qué haría sin ella. —El hombre se soltó en llanto y miré a Mario que ya estaba despierto apenas desayunando.
—Señor, no lo sé, el único que sabe defenderse aquí es Mario y Tristán. . .No dejaré sin apoyo a Sasha y a Kevin. —Iba a seguir hablando pero el señor me tomo de la camisa y me apego a él
—¡Les daré lo que quieran! ¡Por favor! — Aquello me dió tanto miedo que empecé a aceptar, su fuerza era extraordinaria pues me había levantado a pesar de que estaba más duro que una piedra en mi silla.
—Solo dígame la dirección. —dije con pesadez mientras los demás estaban callados, Mario tenía una cara de desaprobación y Tristán una que me decía "¿Qué chingados haces? "
—Es en la residencia Nuevo Amanecer, en la casa 20 de la familia Sheppard.— Aquello me hizo sonreír, era la residencia en la que yo vivía; podía ir a casa.
—Bien, partiremos mañana al amanecer.— le dije y el señor se secó las lágrimas y me daba las gracias— Aunque. . .No puedo prometerle nada.
⌛
—¿¡Estás loco!? —Me gritó Kevin —Te acabamos de sacar de un lugar ¿¡y ahora quieres arriesgarnos a otro!?— me quedé callado, solo respiraba, los demás estaban callados, quizá respetaban mi desicion, más Tristán; él sabía que vivía allí cerca.— Te vas a ir solo, no te llevarás a nadie.
—Pienso irme solo. Si ellos— dirigí mi mano a los demás que estaban sentados en la mesa— desean venir conmigo es muy diferente. Además, ¿De qué te preocupas? Tu sólo has estorbado, no has hecho nada, solo has estado tragando de lo que trajimos, no has sangrado por salvar a alguien, eres un ancla innecesaria.—Mis palabras eran amenazadoras, lanzadas con furia, todo el tiempo quería decírselo en la cara, pero él se me abalanzó a pesar de estar en muletas, me golpeó en le mejilla y su cuerpo me hizo caer al suelo junto con el.
Sasha se levantó a querer separarnos pero Mario la tomó del brazo—¡Déjalo! ¡Dahíro!—Se oía su voz quebrada, pero no iba a parar.
Rápidamente me puse encima de Kevin y comencé a golpearlo en la cara, no iba a parar, mis puños eran contundentes no quería darle ni un respiro y a cada golpe sentía mi furia irse, me encantaba ver mi puño en su cara, ver mi puño manchado de su sangre carmesí, estaba demostrándole quién manda.
—¡Ya es suficiente! —Gritó Tristán —Ya aprendió su lección, Dahíro. Déjalo en paz.
Miré a Tristán estaba entre aterrado y enojado, la cara de Kevin estaba irreconocible, escupía sangre y empezaba a hincharse, me levanté de él y me metí a los cuartos. Escuché a Sasha correr a él y ayudarlo mientras lloraba al verlo así, no me importaba, ya no más.
⌛
Me había limpiado la sangre y me había bañado, estaba ahora mismo desnudo en un cuarto a oscuras, sentado en la cama algo anonadado, no estaba solo, estaba Tristán dormido en el suelo. Era de noche. Me puse mis boxers y mi uniforme, no tenía ropa después de todo, me puse mi suéter gris y saqué mi mochila, en ella había puesto una lámpara, los destornilladores que había encontrado, fósforos, agua oxigenada, vendas y 4 pistolas que desconosco su nombre, solo sabía que estaban cargadas completamente. En uno de mis bolsillos del pantalón me llevé una pistola algo peculiar, era un revólver pero como el que usan los sheriff's, me gustaba porque cabía perfectamente pesar de su tamaño, aunque tampoco me gustaba mucho la idea de llevarla, con ella podía quitar una vida si yo quería. . .bueno, igual salvarla, supongo. Me dirigí a la puerta y la abrí tratando de no hacer ruido al igual al cerrarla.
Bajaba las escaleras, llegué al portón y allí estaba este cabrón. . .Mario estaba esperándome.
—Que haces aquí? Deberías estar dormido. —dije con desdén abriendo la puerta poco a poco.
— Debería, pero quiero ir contigo.
-No. —Me negué— No seré responsable de tu muerte.
—Ni yo de la tuya, además; se manejar y tu no. Anda, ya vámonos.— dijo con algo de egocentrismo en su voz, bufé y lo seguí.
Nos subimos a una camioneta, en ella podía caber alrededor de 9 personas e ir cómodamente, Mario escogió aquella por si nos llegaba la noche o algo. Manejamos hacia el este donde salía el Sol que empezaba a alumbrar los desechos de esta ciudad, al paso que íbamos veía aquellas cosas moverse de forma errática, gruñiendo y querer alcanzarnos. Después de 15 minutos en carro no a toda velocidad por los baches en la carretera, llegamos a mi residencia. . .Nuevo Amanecer.
Al entrar estaba el antigüo portón destruido, estaba en el suelo aplastado como si algo gigante lo habría atravesado por encima, en las calles había algunos cuerpos putrefactos en el suelo, algunos vivos y otros muertos, las calles estaban llenas de basura, todo era un mierda.
—¿Cuál era la dirección? —me preguntó Mario.
—La casa 26 —contesté y sonreí. Mario dió una vuelta para llegar a otra calle y llegamos a mi casa, estaba intacta a excepción del jardín en el cuál había 4 zombies erráticos.—Parece ser ésta, iré. —me iba a bajar pero Mario me tomó de la camisa.
—No seas idiota, no podrás con esas cosas tu solo.
—Lo sé, así que sígueme. —me solté y me bajé, en el suelo había un palo de metal, supuse que antes era de algún buzón. Mario sacó un machete, los zombies ya caminaban lentamente hacia nosotros.
—Golpes a la cabeza. —me recomendó Mario.
Me quedé callado y apreté el palo, le di un fuerte golpe a una señora vestida con una blusa azul y una falda muy larga rosa, se quería levantar y yo volví a golpear fuerte en su nuca escuchando como se quebraba algo. Mario no se quedaba atrás, con el machete le dió un golpe fuerte en la cabeza a un señor, pero su machete se trabó en el cráneo de aquél cadáver y otro zombie se le acercaba por detrás, pateé al que tenía enfrente haciéndolo caer y fui a ayudarlo, le dí un batazo con aquel palo volteandole la cabeza y haciendo que cayera, rápidamente le quebré el cráneo con 2 fuertes golpes, logrando matar a aquella cosa. Mario saco su machete y mató al último que quedaba.
¿Qué nos pasaba? Nuestros cuerpos no eran como antes, yo no había actuado así antes. . .me sentía más fuerte, más seguro, me sentía con poder, pero mi verdadera pregunta era "¿Qué me estaba pasando?"
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Patoghen A18E08: Release
Science FictionDespués del patógeno A18E08 liberado por el científico Alucard, el mundo como lo conocíamos se vuelve un apocalipsis. Nuestro protagonista se deberá enfrentar no solo a los muertos vivientes, si no también a la gente que odia a su padre y buscan ven...