Capítulo 2- Las nubes de color naranja

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Aquella expansión de la bomba venía hacia a mi, me levanté y corrí hacia el salón creyendo que podría estar mas seguro, volteé a ver la expansión y pude apreciar como arrancaba un gran edificio y árboles, aún no terminaba de correr sobre la cancha cuando aquella expansión llegó a mi y sentí como salí volando por los aires para después solo ver oscuridad

                                  ⌛

Me desperté, al parecer había salido volando hasta la cancha de fútbol de la escuela, me sentía desorientado, no podía escuchar nada y mis ojos veían en un tono color gris, pero al parpadear unas 3 veces volví a ver con normalidad, mi espalda me dolía demasiado, intenté levantarme y aquello me fue inútil. -A-ayuda -mi voz salía ahogada y me costaba respirar, miré al cielo y pude ver cómo el tono del cielo era anaranjado, quizás era por los rayos del sol, pero dejé de pensar en aquello cuando ví una nube de color naranja, verdaderamente era de naranja, aquello me desconcertó y por un momento me pasó en la mente que estaba muerto.
                                ⌛

No me quedó de otra más que levantarme con mucho esfuerzo, tomé un palo que estaba ahí tirado y caminé hacia mi salón, las ventanas de todos los salones estaba quebradas y rápidamente me llegó a la cabeza Sasha, el dolor pareció irse y caminé rápido esperando que ella estuviera bien, le rogaba a mi Dios que ella aún me mirara y que aún me abrazara y saludara al llegar; lo pedía, lo añoraba.

Llegué y al mirar la ví a ella, llorando a los brazos de Kevin, mis ojos se dirigieron a otra parte y fue Tristán al que vieron, él me miró con una sonrisa y me abrazó para después decirme

—¿Estás bien? ¿Qué pasó? —sus ojos claros me pedían a gritos respuestas, más sin embargo sólo podía contestarle una con seguridad.

—Me siento de la chingada. —dije aquello mientras miraba a Sasha, algunas compañeras lloraban pues algunos vidrios se les había enterrado. Miré al maestro Gregorio y no se movía, dejé a Tristán hablando solo y me acerqué a este con lentitud; mis zapatos resonaban por el lugar y parecía cosa de película de terror que todos bajaron la voz. —¿Señor Gregorio? —lo moví pero este no reaccionaba— Oh, mierda. Que alguien vaya por algún maestro.  —pedí y saqué mi teléfono el cual al parecer se había quebrado durante la caída.

Noté un leve color anaranjado en el aire-—¿Alguien mas ve esto?... —mis ojos se querían cerrar y mi cabeza dolía. Oscuridad.
                                  ⌛

Me desperté a causa de gritos, disparos y hasta ladridos de perros. Mi cuerpo lo sentía pesado, todos los demás se encontraban tumbados en el suelo. Se escuchó que algo explotó y me arrastré hasta una esquina del salón, ya era de noche y el pánico me inundó.

Un militar entró, llevaba una mascarilla antigases , iba a pedirle ayuda pero éste le disparó en la cabeza a uno lo cual hizo que me la pensara 2 veces.

Disparaba y disparaba mientras mi cobarde cuerpo no hacía nada. Vi como apuntaba a Kevin, pero entonces Sasha se movió un poco y aquel soldado le apuntó a Sasha. Me levanté de golpe y brinqué sobre este, lo tome de la pistola y disparó hacia el techo, caímos los 2 al suelo sintiendo su cuerpo encima del mío, el soldado me daba codazos y yo los recibía con gran dolor en mi cara.

Pasé mi brazo por su cuello con intención de asfixiarlo, con mi otro brazo apliqué una llave que hacía que a este se le dificultará el deshacer aquella técnica. Poco a poco fui cortando su respiración, hasta que ya no se movía, no quería que este estuviera mintiendo así que apreté más fuerte con intención de que si mentía, verdaderamente se desmayará. Pensaba levantarme pero otro soldado entró y se quedó parado en la puerta.

-¿Teniente? -le llamó y yo me quedé ahí sin moverme, la oscuridad tapaba mi cuerpo al igual que el de mis compañeros. Aquel soldado sacó una lámpara y dió un chequeo rápido, al ver que estaba todo lleno de sangre cerró la puerta y con una lata de pintura marco algo en la puerta.

Sasha se levantó e intentó hablar pero yo rápidamente brinqué sobre ella y le tapé la boca, ella forcejeaba pero también apreté su nariz con intención de que hablara menos. El soldado volvió a alumbrar con su lámpara y sentía como me miraba.

-¡Soldado! ¡Apúrese! -una voz gruesa le llamó y este se retiró.

-Bien -susurré- te soltaré pero necesito que me prometas que no gritáras ni harás nada estúpido. -Sasha solo asintió y la destapé, ella me miró , al parecer veía los golpes de mi cara, pero me ignoró y se fue para ver a Kevin. Desperté a Tristán y este igual intentó gritar pero yo le tapé la boca, pero él entendió que no debía gritar.

-¿Que ha pasado? -Preguntó Tristán pero solo me quedé callado, no sabía que contestar.

-He visto en las noticias que Estados Unidos se ha salido del programa de la ONU y de la OMS, nuestro presidente trataba de hablar con él, pues después de todo éramos vecinos, pero al parecer el presidente de los Estados Unidos lo amenazó a él y al mundo de que quien se interponga en su camino morirá.- Sasha dejó de hablar y un silencio nos invadió un momento.

-O sea. . .¿nuestro presidente se metió en su camino? -Pregunté mientras miraba alrededor esperando que nadie viniera.

-Eso parece. -Confirmó Sasha.

Kevin ya se había despertado, al parecer estaba llorando o no sé, pues cuando habló su voz salió quebrada.

-Quiero ir a casa. -balbuceó.

Todos nos miramos a los ojos pero al final me miraron a mi, y supuse que yo debía de decirle la realidad, pero no pude.

-Hey, de seguro tus padres te están esperando ahí, pero debemos ser precavidos. Al parecer, algunos militares están matando gente, no podemos salir así de la nada. -Kevin asintió y me levanté, pero Tristán me agarró.

-¿Que haces? -me susurró y me soltó cuando lo miré.

- Revisaré. Nuestro amigo -apunté al soldado con sarcasmo y cinismo. -le disparó a nuestros compañeros. Pero lo impedí cuando le apuntó a ustedes. -ví la pistola de aquel soldado, la tome y al parecer tenía un silenciador, aquella arma era pesada, pero me sentía más seguro así. Revíse un primer cadáver, era de una compañera, vi el orificio en su cabeza y sentí como mi estómago se revolvió para después vomitar.

Vi mi vómito, era de color naranja, eso me dió asco y miedo. Vi a Mario y lo moví pues el no estaba con ninguna herida, estaba vivo.

-Hey, Mario. -lo moví y lo moví, hasta que le solté una bofetada, este abrió los ojos.

-¿Qué pasa? -preguntó un poco desconcertado y tuve que explicarle todo, al final sólo se quedó un poco en shock.

Después de revisar los cadáveres tomé mi mochila y dejé 2 libretas, mi estuche, una regla y una calculadora; todo lo demás lo tire al piso. Los demás me miraron raro.

-No pienso perder mi mochila. Y eso es peso innecesario. -apunté los libros que dejé ahí tirados y me dispuse a revisar las demás mochilas. Mi cartera se llenó muy bien, fácil junté unos 1,000 pesos. En una de las mochilas encontré una navaja Suiza y me la guardé en mi bolsillo de mi pantalón. Me dirijo a la puerta para retirarme pero Sasha me llamo por mi nombre.

-Dahíro -Su voz, mierda. Su jodida voz me detuvo y me voltee para mirarla a los ojos. -¿A dónde vas? -

-A mi casa. Mi madre de seguro está ahí. -Me hice esa esperanza y la mire al igual que a los demás -No les pido que vengan conmigo, por que creo que es pedir demasiado. -Me di media vuelta y escuché a Mario.

-Yo voy contigo. - mire a Mario por encima de mí hombro, se encontraba firme y seguro de sus palabras.

-Yo pienso también ir contigo. Mi casa queda cercas de la tuya. Y bueno, me da miedo todo esto. -Hablo Tristán y se puso a mi lado.

Al final de todo, todos irían conmigo. Para mí esto era una mala idea, era más fácil yo solo. Pero bueno, ya veré cómo sale esto.

Patoghen A18E08: ReleaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora