Después del patógeno A18E08 liberado por el científico Alucard, el mundo como lo conocíamos se vuelve un apocalipsis. Nuestro protagonista se deberá enfrentar no solo a los muertos vivientes, si no también a la gente que odia a su padre y buscan ven...
Me había levantado a las 6 de la mañana, ya era costumbre pues a esa hora entraba a la Preparatoria. Era el hijo de uno de los mejores ingenieros y bioquímicos, Dante Alucard. Gracias a ello, tenía muchas escuelas a donde ingresar, pero quise estudiar donde lo hizo mi madre al mudarse a México, la Preparatoria CBTis68, al ingresar, nadie sabía que era el hijo de un ingeniero, fue la razón por la cual me quedé.
Recuerdo el día, era 18 de Agosto, lo recuerdo porqué al levantarme lo marqué en mi calendario. Me puse mi uniforme, un pantalón gris, una camisa blanca fajada y mi suéter de color gris, estaba acostumbrado a estar solo en casa, mi padre se había ido de casa ya bastante tiempo, según él por cosas gubernamentales que no nos podía contar a mi y a mi madre. Mi madre por otro lado, organizaba bodas o fiestas, la cual hacia desde temprano. No me quedó de otra más que despedirme de mi perro Jefferson, el cual de cariño le decimos Jeff, lo acaricié y salí de casa para irme a la preparatoria.
Estudiaba la carrera de Administración de Recursos Humanos(ARD). Al llegar me senté en mi lugar, el lugar perfecto, debajo del aire acondicionado y el ventilador, las ventanas de mi lado izquierdo y hasta atrás.
Saludé a mis amigos, a la derecha, se encontraba Tristán, es un gran amigo, me junté con él enseguida ya que éramos iguales de pervertidos y siempre teníamos un buen tema de conversación, el es de tez blanca,pelo largo y lacio, su altura no sabría decirla, pues en realidad no me la sé, yo mido 1.92 y si el se pone alado mío le calculo unos 1.79, es más bajo que yo por supuesto.
Delante de mí se encontraba Sasha, una chica que a decir verdad me gusta, solo que no sé lo puedo decir ya que ella es lesbiana. Ella es alta y de tez morena, es delgada, su cabello es café y le llega hasta los hombros. Es la típica chica emo que te encuentras en un salón, pero cuando le agarras confianza ella es muy linda y graciosa con uno.
A un lado de Sasha, se encuentra otro amigo llamado Kevin, el cual no me agrada en lo absoluto, supongo que son mis celos, ya que como es mejor amigo de Sasha, se la pasan abrazados. A veces me agrada bien pero es algo bipolar, un día te habla y al otro te ignora, total, él sí es un poco más bajito, mide como unos 1.77 ,es delgado y tiene pelo corto, usa lentes y es algo callado.
Por último, un poco apartado de nosotros se encuentra Mario, el cual me cae muy bien, ya que es alguien muy abierto a varios temas y es muy sociable, el es bajito, más que Kevin, pero tiene mucha fuerza y a practicado varios entrenamientos de peleas, es como el típico chico rudo de la clase. Él es guapo y tiene un abdomen marcado, que al parecer a las chicas les vuelve locas.
El profesor entró y no me quedó de otra más que prestarle atención, era ya un viejo a punto de jubilarse, era filosofía lo que íbamos a ver. Aquél viejo desde que había entrado no paraba de toser, al grado que mandó a apagar los aires acondicionados y los ventiladores. Intentó dar la clase pero no podía hablar, parecía que tenía algo en la garganta.
-El viejo da asco -dijo Sasha en un tono de desagrado.
-Ya está apunto de fallecer -dijo Kevin en un tono bajo y burlón a Sasha, la cual se mordió el brazo para no reírse.
Aquél profesor después de calmar la tos nos mandó a hacer algo sencillo con tal de salirse un rato, era como tratar unas cuantas preguntas las cuales hice.
Las preguntas eran: ¿Cómo te llamas y por qué?
¿Cuáles son los nombres de tus padres?
¿Dónde vives?
Aquello era todo lo que había ocultado durante mi estancia en este lugar, pero al ver la hora supuse que no alcanzaríamos a exponer aquello. Terminé de contestarlas y después de 7 minutos el profesor habló:
-Bien, vamos por lista. -Tosió y se sentó para leer la lista de asistencia.- Alucard, pase al frente, por favor.- tosió y ésta vez se tapó la boca con una toalla.
Mis manos sudaban, no quería contestar con la verdad, pero supuse que podía mentir mientras exponía lo que había puesto. Me levanté y caminé hacia al frente, una vez ahí la vida quería verme sufrir, pues el profesor me pidió la hoja para confirmar que lo que decía era igual a la hoja, no me quedó de otra más que dársela.
-Puede -tosió y pude notar que en la toalla había algo parecido a un coágulo de sangre el cual me asustó y preocupó- empezar.
-Sí, claro. Pues... Mi nombre es Dahíro Alucard-dije aquello con miedo, pero los alumnos de esta institución eran ignorantes, o al menos los de mi salón. Los único que sospechaban eran los maestros y mis amigos, pero siempre les decía que era pura coincidencia tener el mismo apellido de un famoso Ingeniero bioquímico que ha encontrado la cura a varias enfermedades, osea mi padre.-Y el por qué me llamo así es por qué mi padre tenía un amigo llamado Dante Yoshíro, el cual dice que gracias a él yo nací, así que junto partes de su nombre para crear el mío "Da"nte Yos"híro".-tuve qué elevar la voz pues el maestro empezó a toser con fuerza, lo mire y el me pidió que continuará. Así que lo hice.
-Y bueno, mi madre se llama Valentina Gallaci, ella es de Argentina-trague saliva- y Mi-mi padre es-me detuve en seco gracias a que el profe empezó a toser más fuerte y vómito un coágulo de sangre, pero esta vez se veía negro, aquello me asusto y me acerqué -Profesor, ¿Se encuentra usted bien? -Varios compañeros se acercaron también alarmados, yo decidí ir por alguien que nos pueda ayudar, fui corriendo a la enfermería de la escuela, pero al llegar no estaba la doctora, eso me hizo bufar un poco y me adentre a su escritorio para dejarle una nota:
"Vine a buscarla y no la encontré. Por favor en cuanto pueda valla al salón 2.-E, el profesor Gregorio se puso mal y necesita atención médica inmediata."
Dejé la nota con la pluma encima esperando que la viera al instante y me regresé corriendo a mi salón; al ir por la mitad de la cancha algo llamó mi atención y me detuvo. Eran cientos de aviones pasando por encima de mí a muy baja altura y a gran velocidad, aquello me asusto, pues eran militares y no eran aviones de México, si no de Estados Unidos, de la nada a lo lejos salieron otros Aviones y empezaron a dispararse entre sí, yo corrí asustado dejando el espectáculo que tenía a lo lejos, pero me tropecé por un pequeño escalón, miré hacía donde estaba la batalla de aquellos aviones y vi que las avionetas de Estados Unidos venian de regreso pero entonces uno de esos aviones soltó un cargamento ovalado que al chocar con la tierra . . .
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