Capítulo 8- Bienvenidos a la familia Sheppard

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<<Noticias de última hora.
Se abrirá una conferencia entre el presidente de México, el presidente de Rusia y el presidente de Estados Unidos. Todo esto se hará en la estación de la OMS, para debatir nuevas ideas entre estas naciones. El gran ingeniero bioquímico Dante Alucard está a mano derecha del presidente de México>>

"Cambié de canal, eso era aburrido, ver sobre mi padre el cual odiaba por el simple hecho de no haber estado nunca para mi. Me levanté y bajé a su laboratorio en el sótano, solo se podía entrar con reconocimiento ocular, yo tenía los ojos de mi padre según mi madre. Logré entrar y miré todo aquello que estaba en aquél lugar, había cosas que no tenía ni idea del para qué servían, de un lado había muestras de sangre con una "D" en un una etiqueta, supuse que era mi sangre, no le tomé importancia. Miré a otro lado y había tubos con químico de colores, había 7 tubos que parecían con vida pues juraba que algo había en su interior que se movía, me acerqué curioso a un tubo con un líquido gris, era un gris claro pero en grandes fragmentos un gris oscuro, lo olí, olía a perro remojado, aquellas cosas de color gris oscuro se colocaban todas juntas hacia mi dirección, me provocó un poco de gracia.

—¡Dahíro!

La voz de mi madre me hizo temblar y salí corriendo de aquél lugar, subí a mi cuarto con mi perro Jeff detrás y la ví a ella con chancla en mano en mi cuarto. —Mierda."

(. . .)

Estábamos adentro de mi casa, todo estaba igual que como lo dejé, la idea de que quizás estaba mi madre me pasó por la cabeza.

—Parece no haber nadie aquí. —dijo en voz baja mientras caminaba en silencio.

—Eso parece. . .—caminé hacia las escaleras dejando a Mario inspeccionando mi casa, en la parte de arriba parecía todo normal, abrí mi cuarto y me adentré, mi cama estaba tendida, estaba igual a como la había dejado.

Un gruñido, como de un perro rabioso me hizo estremecer, volteé detrás de mí y había un perro de casi 1 metro de altura, sus patas eran enormes y no se digan sus colmillos, su pelo estaba erizado ante mi presencia, me quedé en shock, era Jeff.

—¿Jeff? —dije en una voz tan baja ante mi sorpresa. —Jeff, soy Dahíro. . . —un disparo sonó y Jeff gigante se abalanzó sobre mi. —¡No! ¡Mario, no!

Mario hizo caso y llegó hasta mi puerta apuntando, Jeff se puso en modo de ataque, lo iba a destrozar con aquellos dientes.—Debemos conservar la cal —no terminé de hablar y Jeff se abalanzó sobre Mario, rápidamente me levanté y con mi brazo rodeé su cuello y lo tumbé al piso, él trataba de soltarse y morderme, su fuerza era increíble, no iba a soportarlo más. —¡Jeff! ¡Ya basta! —le grité en su oído y dejó de forcejear, había dejado de gruñir— Hey, chico. . .Soy yo, Dahíro. —empecé a hablarle suavemente a su oído y el empezó a alocarse pero no de una manera agresiva, si no juguetona.

—¿Que? —preguntó Mario impresionado.

—Es mi perrito. —dije feliz, lo solté y lo acaricie mientras el me lamía de felicidad. —¿Como creciste tan rápido? —le pregunté como si de verdad él me entendiera. Volteé a mirar a Mario quién estaba un poco enojado.

—Esta no es la casa donde debíamos ir, ¿no es así? — me miró molesto y con cara de una madre regañando a su hijo, yo solo le sonreí. Esta sonrisa no me la iba a quitar nadie, tenía a alguien que si me conocía a mi lado.

—No, la casa que buscamos está a una cuadra y media —lo ignoré y seguí acariciando a Jeff, su tamaño era sorprendente, él se acostó encima mío como antes y me empezó a recortar la respiración—No, wey, espérate, wey —decía con voz apagada por falta de oxígeno hasta que se levantó. Mario ya no estaba parado frente a mi pero no le di importancia.

Patoghen A18E08: ReleaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora