NUEVA AVENTURA

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KANTO

Enós aquí, Pueblo Paleta. de nuevo en la misma región done un joven entrenador de cabello color azabache, inicio su viaje como un entrenador Pokémon. De eso, tiene más de nueve años que paso, así es, el tiempo no pasa en vano y nuestro joven entrenador también tuvo que cambiar. Bueno solo fue en lo físico, porque dentro de lo psicológico el... bueno, sigue siendo el.

Y hablando del rey de roma, aquí tenemos a nuestro entrenador favorito, o eso queremos creer. Ash Ketchum de pueblo paleta, ya todos sabemos quién es este muchacho, aunque no lo encontramos del mismo modo que el de siempre. Esta tumbado en un sofá, sin hacer nada más que mirar al techo y soltar suspiros.

— Oye Pikachu, ¿Notaste que de repente todo se ha vuelto un poco... aburrido?

Para nuestro roedor eléctrico no podía haber algo más aburrido en este mundo que estar encerrado en casa. Pero ¿Qué podían hacer? No hace mucho volvieron de una segunda vuelta por la región de Kalos y ahora no tenían alguna idea para poder salir de nuevo. Mas bien, no se les ocurría nada.

Pikachu asintió con toda la pereza del mundo mientras se acostaba en la alfombra y cerraba los ojos, tal vez dormir sería una forma de "Distraerse"

— Esto es ridículo, no podemos solo resignarnos a no hacer nada. Debe haber algo que...— Murmuraba el entrenador mientras se sentaba en el mismo sofá.

El sonido de un teléfono recibiendo una llamada interrumpió a Ash, el entrenador camino hasta el teléfono de la sala y contesto.

— Diga...

— ¿Hablo con Ash Ketchum?

— Si, soy yo. ¿Quién habla?

— Joven Ash, muy buenas tardes tenga usted.

— Gracias igualmente, pero ¿Quién habla? — Pregunto Ash un poco confundido.

— Mi nombre es Aron Gordon. Soy mayordomo en el palacio real de Sinnoh.

— ¿Del palacio real? ¿Es en serio? Wow. — Respondió Ash un poco sorprendido. — Y ¿A qué se debe su llamada?

— Usted ha sido cordialmente invitado a una cena de gala en el palacio, me pidieron invitarlo directamente a usted. Debimos enviarle una invitación hace un par de días, si pudiera revisar su buzón.

— ¿Cena de gala? — Susurro Ash más confundido.

¿Disculpe?

— Eh, no nada jeje. Bien pues, si se tomaron la molestia de invitarme, está bien acepto. — Contesto Ash en tono "Ñe ¿Qué más da?"

— Estupendo, estupendo. Le agradeceremos su asistencia aquí.

— No hay problema. — Contesto sonriente.

— Muy bien, muchas gracias por aceptar. Entonces, esperaremos su llegada...

La llamada termino y Ash quedo con un poco de intriga ¿Por qué invitarlo a él? Ese palacio era para gente de prestigio, poderosa o de la misma realeza. El solo era un joven viajero con pasión por los Pokémon. El entrenador salió de la casa, camino hasta su buzón y saco todas las cartas y recibos que había adentro. Encontró algunas cartas de sus amigos, algunos recibos, una revista de autos y finalmente la invitación de la que el mayordomo le hablo.

— Debo revisar mi correo más seguido...— Comento Ash mientras entraba a su casa con toda la correspondencia.

Ash se sentó en su sofá, abrió el sobre de la carta y extendió la hoja para poder leer la invitación. Pikachu se acercó curioso ah su entrenador y miro la carta que el chico tenía en sus manos.

— Se escucha interesante ¿Verdad amigo? — Dijo Ash mientras acariciaba la cabeza del Pokémon eléctrico.

En respuesta, Pikachu sonrió y soltó su clásico "Pika" mientras disfrutaba el gesto de su entrenador.

— Bien, entonces... tenemos cosas que hacer. — Dijo el entrenador entusiasmado.

Se levanto rápidamente del sofá, subió las escaleras que lo llevaban a la planta alta de la casa. Entro a su habitación e hizo su maleta rápidamente, que en realidad solo era una mochila roja. Al ver a su alrededor, supo que dejar un desorden como el que tenía estaría muy mal, así que puso manos a la obra y limpio su casa de arriba abajo lo mar rápido que podía. El chico soltó un suspiro y miro a su amigo amarillo.

— Desde que nos fuimos de la casa de mamá, todo es más difícil ¿No crees? — Comento Ash a su Pokémon.

El muchacho tardo un par de horas aproximadamente para terminar de limpiar toda la casa, tomo una ducha rápida y se sirvió su desayuno. Mientras comía, encendió la televisión y busco algo que ver, finalmente dejo las noticias. Casualmente estaban dando un noticiero sobre un tema que el ya conocía.

(EN LA T.V)

En otras noticias, el día 24 de abril se llevará a cabo la coronación de la nueva princesa del palacio real de Sinnoh, el mismo día que la princesa cumplirá 18 años de edad, el palacio se prepara para recibir a su nueva gobernadora luego de una gran cena de gala a la que asistirán ...

(FUERA DE LA T.V)

— No me imagino la presión de esa pobre chica, gobernar toda una región ella sola... — Comentaba el chico mientras se llevaba otro bocado a la boca.

Paso otro día más para el muchacho, él y su Pokémon estaban que se morían de aburrimiento. Tanto que no podían esperar a irse a la lejana región Sinnoh, además les causaba un poco de nostalgia desde su aventura junto a Brock.

A la mañana siguiente, Ash ya partía de su casa junto a Pikachu, iban tarde al puerto así que echaron una carrera para poder alcanzar el ferri. Compro el boleto y abordo inmediatamente el ferri, una vez dentro de su camarote se acostó en la cama y tomo un respiro luego de correr tanto. Sin más el barco comenzó su trayecto hacia la lejana región Sinnoh.

— Bien, creo que dormiré un rato. Llegaremos hasta mañana. — Dijo Ash mientras se quedaba profundamente dormido.

PALACIO REAL, SINNOH...

— Princesa Salvia, por favor quédese quieta. — Regaño una mujer con ropa de mucama, que trataba de peinar a la princesa.

La chica de 17 años tiene sus ojos y el cabello de un color azul oscuro, piel blanca, figura delgada y estatura mediana, esta chica vestía con un vestido de color celeste, además de tener joyas en sus aretes, collar y pulseras.

— Mónica, por favor deje eso. Yo puedo hacerlo sola. — Protesto la princesa de nombre Salvia, sonriendo gentilmente.

La mujer sonrió ante la modestia de su princesa, soltó un pequeño suspiro y continuo con su trabajo, a pesar de las protestas de la joven chica.

— Pero usted sabe que es nuestra obligación hacer que usted luzca bien todos los días, princesa. Es mi trabajo. – Contesto Mónica con simpleza.

Ahora fue el turno de la chica peli azul para suspirar derrotada, nunca ganaba en esas pequeñas discusiones con su mucama y amiga.

— Bien, usted gana. — Dijo Salvia riendo un poco.

La mucama termino de peinar a la chica y se retiró de la habitación de la princesa. Salvia aprovecho para poder salir al elegante balcón de su habitación y fijo su vista al cielo. Sus ojos se perdieron en las nubes blancas y en su mente comenzó a imaginarse: ¿Cómo sería su vida si no fuera una princesa? Salvia no era como la típica princesa consentida, caprichosa y creída. En ella solo habitaba bondad y felicidad, pero sobre todo un corazón puro y aventurero.

— ¿Cuándo podre ver el mundo por mí misma? – Susurro la princesa sin quitar la vista del cielo.

Pero lo que la princesa no sabía era que, con lallegada de cierto entrenador, su vida daría a un giro de 360 grados

ERES MI PRINCESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora