¡FUGA!

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CAPITULO 5


¡¡¡FUGA!!!

Anteriormente en la historia...


Pero... ¿en qué momento tu...? —Preguntó Ash.


Trek les mostró lo que pareciera ser un pequeño dispositivo parecido a un celular, pero este marcaba un radar en su pantalla y una luz roja palpitante.


—Us-ustedes están perdidos ¡Hahahaha! —


Arnold se arto del sujeto y lo golpeo en la cara dejándolo totalmente inconsciente. Ash por su lado estaba pensando en lo último que dijo Trek antes de caer inconsciente, después sintió miles de miradas sobre él y al voltear vio a todos los invitados quienes habían presenciado y oído todo. Arnold también vio a toda la gente y se puso al lado de Ash.


—Arnold ¿y ahora qué? — Susurró el chico.


—Tenemos que sacar a todos de aquí rápidamente, tu ve por la princesa Salvia yo me encargo de todos los demás. Apresúrate.


—De acuerdo. — contestó Ash caminando al interior del palacio.


Arnold se preparó para enfrentar a toda la gente que seguramente lo atacaría con preguntas y exigiendo respuestas y Ash se apresuró a ir a la habitación de Salvia.


—Maldición. —Suspiró Arnold.


Pánico...era lo único que se podía sentir en el ambiente. Los invitados del palacio estaban totalmente eufóricos, la razón; Todos escucharon la advertencia que Trek había dicho momentos antes de caer inconsciente. Esto detono el miedo en muchos, y ahora exigían una respuesta por parte de Arnold quien hacia todo lo posible por calmarlos.

—¿¡Que es lo que está pasando!? —

—¿¡Por qué no nos dicen que pasa!? —

Esas eran solo pocas preguntas de miles que lanzaba la gente, Arnold alzo la voz y llamo la atención de todos los presentes.

—¡¡Escuchen!! Sé que esto se oye mal, pero no debemos ponernos histéricos. Pongan atención todos, dentro de poco tiempo vendrán sujetos que estarán armados hasta los dientes...

—¿¡Y con eso quieres que nos calmemos!? — Exclamó un señor molesto.

—Déjenme terminar, a lo que quiero llegar es que si no nos damos prisa habrá muchas consecuencias. Por lo que tengo que pedirles que evacuen de inmediato el edificio, yo tratare de...

—¡Lo sabía! — Interrumpió el primer ministro. — ¡Sabia que usted nos ocultaba algo!

—¿Qué? ¿De qué hablas? — Preguntó Arnold confundido.

—Desde un inicio sospeche que tú y ese chico, Ashton, tenían algo entre manos. Ustedes sabían que esos sujetos estrían aquí y no se lo dijeron a nadie, además de que rompiste la ley que prohíbe el acceso de gente civil en el palacio. —

Arnold no pudo articular ninguna palabra debido a que estaba sorprendido por el hecho de que Harold ya supiera toda la verdad que él quiera ocultar desde un principio.

—¿Cómo es posible que la princesa Salvia tenga convivencia con alguien de clase inferior? Esto es una completa anomalía. — Continuó Harold con tono arrogante.

—...Tal vez tanga razón, pero tengan en cuenta que ese civil que supuestamente es inferior es una persona muy reconocida en varias partes del mundo, tal vez no sea alguien de fama y prestigio, pero es alguien a quien necesitaremos ahora más que nunca. — Expuso Arnold en alto.

La gente comenzó a murmurar entre sí y Arnold ya estaba perdiendo la paciencia, si no lograba controlar la situación no podría evacuar el palacio antes de que el Equipo Galaxy llegara.


Mientras tanto con Ash...



El entrenador corría apresuradamente por todos los pasillos del palacio hacia su habitación. Poco antes de que Trek, cayera les dio un aviso sobre lo que estaba por venir, pero Ash, no pensaba mucho en eso, su mente estaba en otro asunto.

Trek es alguien con fuerza inimaginable, pero Arnold dijo que hay sujetos más fuertes que él, esto no me está gustando nada... —Pensaba el entrenador subiendo rápidamente las escaleras del palacio.

Al llegar al segundo piso rápidamente entro a su habitación y se quitó su traje de gala, el cual estaba muy desgastado y rasgado de ciertas partes. Tomo ropa de su mochila y se cambió rápidamente. Cuando Ash estuvo completamente cambiado, corrió hacia la habitación de Salvia y la abrió rápidamente.

—Salvia. — Llamó el entrador.

—Ash, ¿Qué es lo que está ocurriendo? — Preguntó la chica un poco asustada.

—Tranquila, lo que pasa es que tenemos un pequeño problema...

Salvia lo ve con el ceño fruncido.

— Bueno, no tan pequeño...

Salvia lo ve de la misma forma.

—...un poco grande...

Salvia lo sigue viendo del mismo modo.

—¡Tenemos un gran problema! Escucha Salvia, lamento que tenga que ser así, pero no podemos quedarnos mucho tiempo en el palacio. Rápido, cámbiate y yo te esperare afuera de tu habitación. — Pidió el chico.

—Está bien, Ash. — Respondió Salvia un poco insegura.

Sin más que decir el chico azabache sale de la habitación y se pone a la espera de la princesa. Pikachu, llego al lado de su entrenador y se sube a su hombro.

—Pikachu, no te separes de mi desde este momento. Necesitare mucho de tu ayuda en todo momento, solo espero que aun tengamos tiempo. —

El Pokémon simplemente asintió y voltearon al oír que le puerta de la habitación de Salvia se abría y de ella salía Salvia ya cambiada.

—Bien Salvia, vamos con Arnold. — Pidió el entrnador.

—Sí, espera un momento por favor. — Dijo Salvia poniéndose el gorro blanco en su cabeza. — Listo vamos.

Ambos chicos corren hacia afuera del palacio en busca de Arnold, pero al llegar lo único que vieron era a un grupo de personas exaltadas y molestas, otros quienes tenían en sus rostros miedo y otros que ni si quiera sabían cómo reaccionar. Ash y Salvia difícilmente se abrieron paso por toda la gente y pudieron llegar a donde estaba Arnold.

—¡Arnold! — Llamaron ambos jóvenes al mismo tiempo.

—Ash, Salvia. — Contestó Arnold acercándose a ellos.

—¿Que está pasando señor Arnold? — Preguntó Salvia asustada.

—Es algo difícil de explicar, no podemos perder tiempo, Ash toma a Salvia y... —

De un momento a otro, las puertas del palacio fueron derrumbadas por una potente explosión que dejo inconscientes a varios de los invitados. Ash, Arnold y Salvia estaban en el suelo tirados tratando de recuperarse del aturdimiento, pero lo único que escuchaban era un agudo sonido ensordecedor.

De la inmensa cortina de humo salieron miles de hombres uniformados con el emblemático logo del Equipo Galaxy en sus espaldas, armados con armas de fuego y sus despectivos Pokémon. Los causantes de dicha explosión fueron un Charizard, un Dragonite y un Arcanine todos ellos dirigidos por los soldados.

Arnold, Salvia y Ash se escondieron detrás de uno de los muros derrumbados y observaron como todos esos hombres irrumpir en el palacio, muy seguramente estaban ahí por la princesa Salvia.

—Maldición ya están aquí... — Susurró Arnold.

—Trek nos dijo que ellos vendrían por que ya estaban lo bastante cerca como para que nosotros escapáramos. — Razonó Ash en voz baja.

—¿¡Pueden decirme que es lo que sucede!? — Exigió Salvia totalmente asustada.

—Ash, tendremos que cambiar el plan, ustedes dos se irán de aquí yo los distraeré. — Dijo Arnold serio.

—Arnold, escucha lo que estás diciendo. Estas hablando de pelotón completo, no podrás tu solo. — Protesto Ash, preocupado.

—No peleare, solo los distraeré. —Arnold voltea a ver a Salvia. — Escúcheme princesa, sé que esta confundida, pero no puedo arriesgarme a que algo le pase.

—Señor Arnold... — Articuló la princesa.

—Le prometí a sus padres que siempre estaría a salvo, debo cumplir mi palabra a mi rey y mi reina. Usted y Ash tienen que salir de aquí lo más pronto posible.

—Señor Arnold no... — Sollozó Salvia.

—¿Quería una aventura? Entonces esta es su oportunidad, haga su sueño realidad y vea el mundo con sus propios ojos. No tenga miedo, es una chica muy fuerte, lo se... porque yo la vi crecer. — Finalizó Arnold viendo a los ojos de Salvia.

Ash, se mantenía en silencio escuchando todo muy atentamente. Salvia por su lado no pudo reprimir el llanto y abrazo con todas sus fuerzas a Arnold.

—Sé que estará bien, una princesa guerrera es lo que es usted... — Arnold rompe el abrazo y volta hacia Ash. — Cuídala mucho, Ash. —Pidó Arnold con tono serio.

— Pero ¿Qué pasara contigo? —

—No te preocupes, veré la forma de volverlos a encontrar. Escuchen, Sinnoh se verá envuelto en una situación difícil de ahora en adelante, tienen que salir de la región a como dé lugar... si Sinnoh cae, nosotros lo aremos resurgir ¿Están de acuerdo? — Preguntó Arnold.

Ash y Salvia asienten, en ese momento Arnold saca un extraño objeto de su bolsillo y se lo entrega a Salvia. La chica lo toma entre sus manos dándose cuenta de que es un collar de perlas blancas y un diamante en el centro.

—A su madre le hubiera gustado dárselo, creo que usted será capaz de protegerlo... bien ya no más demoras, vayan al garaje por uno de los vehículos les daré la señal para que puedan escapar. —

Dicho esto, Arnold sale corriendo hacia los jardines llamando la atención de los soldados que en seguida comenzaron a seguirlo. Otros se quedaron en el palacio aun buscando a la princesa, por lo cual Salvia y Ash tuvieron que ser sigilosos para llegar hasta el garaje.

Al llegar vieron dos autos estacionados, pero era obvio cual ocuparían, incluso Ash sonrió al ver al dichoso auto.

—Vamos al Corvette. — Dijo Ash subiendo al auto.

Salvia entro también y Ash espero a que Arnold diera alguna señal para que salieran de ahí a toda velocidad. Arnold, por su parte, había liberado a Sceptile para poder hacerles frente a algunos de los soldados, pero era obvio que no ganaría. Sceptile estaba débil por el combate contra Infernape y no daba para más.

Bien, ya es hora... —Pensó Arnold viendo como la mayoría de los soldados lo estaban rodeando. —¡Sceptile bala semilla hacia la reja! — Ordeno Arnold.

El Pokémon disparo su ataque hacia las rejillas de la puerta principal causando un ligero temblor cuando le estructura cayo.

Ash y Salvia sintieron ese temblor y esa fue la señal para que Ash prendiera el motor y que saliera a toda velocidad. El escándalo de auto alerto a los soldados que estaban en el palacio y comenzaron a perseguir al auto con sus propios vehículos.

No obstante, el Corvette tenía la ventaja de velocidad al tratarse de un auto deportivo, pero los soldados tenían armas y Pokémon de su lado. Ash, salió del palacio con toda la potencia del motor y con los soldados pisándole los talones. Los peatones veían la escena como si se tratase de una película de acción, una persecución a alta velocidad con disparos y Pokémon.

ERES MI PRINCESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora