CENIZAS...

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CAPITULO 11



PUEBLO PALETA, KANTO.



Hace 17 años...


— Alan... Alan... —


Era la voz de Arnold, quien trataba de llamar la atención de su compañero en la sala. Un joven hombre de cabello negro, yacía sentado frente a un escritorio, dentro de un laboratorio. De ojos azules y piel un tanto bronceada. Delgado y con pequeñas y distintivas marcas bajo sus ojos. Su vestimenta consistía en un suéter color gris, pantalones oscuros y zapatos negros, además usaba un par de gafas para ayudarle con su vista.


Este hombre sostenía entre sus manos una pequeña libreta con portada hecha de cuero, la cual, observaba fijamente sin hacer caso al llamado de Arnold. Luego de unos segundos viendo la misma página del cuaderno, lo cerro y guardó dentro de uno de los cajones del escritorio, no sin antes darle una última mirada para después cerrar el cajón.


— Alan... ¿Todo listo? — Preguntó Arnold inquieto mientras miraba a su compañero.


Alan, se quitó sus gafas y con su mano temblorosa. Con su mano libre, buscó en la bolsa izquierda del pantalón, sacando un extraño reloj de bolsillo. Un reloj bastante viejo, pero aun funcionaba, marcaba las 7:45 PM. Alan dejó sus gafas y el reloj sobre el escritorio para después voltear hacia su compañero.


— No los volveré a ver... — Susurró Alan.


Arnold suspiró, tal vez su amigo estaba en lo cierto.


— Pero por lo menos sabrás que estarán bien. — Dijo Arnold.

— Sí, ellos estarán bien. — Respondió Alan bajando la mirada.


El hombre tomo una mochila negra que parecía estar repleta de objetos en su interior, la colgó en su hombro izquierdo y salió del laboratorio junto a Arnold. Al salir, vieron como un Garchomp se acercaba hasta ellos, Alan le dio una pequeña palpada en la punta de su nariz en forma de saludo.


— ¿Estás seguro de que lo harás? Yo podría hacerlo, tú tienes mucho que perder. — Advirtió Arnold.

— Tengo que enmendar mi error, sé que mi hijo estará bien, tiene a su madre y a Oak con él. Además, la pequeña princesa necesitara a alguien con ella para guiarla y cuidarla ¿No lo crees? Y ¿Quién mejor que tú? — Sonrió el de cabello azabache.

— Supongo. Como siempre, eres tan obstinado, amigo. — Comentó Arnold rascándose la cabeza.

— Ya lo sabes. — Alan se encamino hacia la salida del rancho Oak. — Soy terco a morir.


Antes de que abandonaran por completo el rancho, Alan se giró hacia su Pokémon y le habló.


— Oye, no tienes que venir conmigo. Sera peligroso y podríamos no salir de esta... — Advirtió el de cabello azabache.


Garchomp solo asintió, no importaba si iban al mismísimo infierno, Alan era su amigo y nunca lo dejaría solo. El hombre de cabello azabache sonrió agradecido, su Pokémon era tan leal como valiente. Sin más, Alan y Garchomp salieron del rancho desapareciendo de la vista de Arnold, quien se mantuvo ahí un rato para luego irse en dirección al laboratorio.


— Larga vida al rey y la reina... — Murmuró Arnold mirando hacia el cielo.


HOENN



Actualidad...


— Uhm... — Gimoteaba un chico de cabello azabache.


Los rayos del sol comenzaron a filtrarse a través de la ventana de la habitación donde Ash, descansaba. El chico trató de refugiarse tapando su cara con las mantas de su cama, sin embargo, otro individuo en la habitación también quería interrumpir el sueño del joven entrenador. Pikachu, dio un salto cayendó sobre el estómago de Ash, haciendo que este se doblara un poco y se quejara.


— Pikachu, déjame dormir, por favor. — Pidió Ash, dándose la vuelta.


Pikachu, no aceptó la petición de su entrenador, pues en cuanto el chico le dio la espalda el roedor eléctrico se dirigió directamente a mordiscar la oreja de su entrenador.


— Mmm... — Ash, suspiró derrotado.


Pikachu, se bajó de un salto de la cama al ver a su entrenador comenzar a levantarse, cosa que hacía con mucha pereza. Ash, se estiró sintiendo algunos de sus huesos tronar y acomodarse.


— ¿Qué hora es? — Preguntó, Ash.


Tomó su celular y pudo observar que eran las 9:37 AM, una buena hora para empezar el día en su opinión. Ash, se olfateo un poco, dándose cuenta de que la calurosa noche que paso lo dejó oliendo a sudor. Tomó una breve ducha, se cambió de ropa y finalmente se colocó su apreciada gorra. Antes de pasar a desayunar algo en la cafetería del Centro Pokémon, se dirigió directamente hacia la salida para poder tomar aire fresco.


Pikachu, alcanzo a su entrenador subiéndose a su hombro derecho, causándole una ligera sonrisa al chico.


— ¿Recuerdas la primera vez que estuvimos aquí? Hoenn no ha cambiado casi nada. — Habló Ash.


Pikachu, respondió con energía, para el Pokémon eléctrico eran recuerdos invaluables.


— Pensar que fue hace nueve años, el tiempo vuela...


Ash, comenzó a caminar sin rumbo fijo, sentía ganas de pasearse por ahí sin razón aparente. Durante su caminata, la gente le sonreía y lo saludaba dándole los buenos días, hasta los niños que pasaban correteándose no se iban sin antes decir un "¡Hola!" para después seguir con sus juegos. Ash, se sentó bajo la sombra de un árbol como era de su costumbre, Pikachu imito a su entrenador apoyando su espalda contra el tronco del mismo árbol.


— ¡Haha! Te ves chistoso, Pikachu. — Rio el entrenador.


Pikachu sonrió divertido, era la primera vez que lo hacía y ahora veía por qué su entrenador se la pasaba tomando siestas bajo los árboles, eran cómodos. Momentos como este le ayudaban al entrenador a despejar su mente. Desde lo que pasó en Sinnoh, no había tenido la oportunidad de tomar un buen momento de paz. Sin embargo, la memoria de Ash, le trajo de repente la imagen del aparato que le entregaron hace días. Últimamente, ni siquiera le había echado un vistazo. Para empezar, ¿Dónde diablos estaba?


Incluso el agente la había recalcado lo importante que era el contenido, por lo que, era igual de importante que el muchacho lo viera. Ash, suspiró fastidiado, pero no podía simplemente limitarse a no hacer nada, por algo le confiaron algo tan delicado como información confidencial.


— Volvamos amigo, tengo algo muy importante que hacer. — Dijo Ash, poniéndose de pie.


Pikachu se quejó al principio, claro estando tan a gusto en ese lugar cualquiera se quejaría. El Pokémon subió al hombro de su entrenador y ambos partieron de regreso al centro Pokémon. Cuando llegaron, vieron a May y a Salvia practicando en el patio del centro Pokémon, probablemente alguna rutina nueva para el siguiente concurso de la chica peli azul. Ash las saludo y siguió su camino, subió hasta la segunda planta y entró a su habitación. Pikachu, decidió salir a ver como las chicas entrenaban para el siguiente concurso, cosa que Ash, no le impidió. El chico vació su mochila para buscar el aparato, para su alivio, estaba debajo de toda la ropa que traía consigo. Antes de encenderlo, Ash cerró las cortinas de las ventanas y pusó seguro en la puerta. Él no era paranoico, pero era mejor prevenir que lamentar. Una vez que la habitación estaba completamente cerrada, Ash, encendió el dispositivo repitiendo el mismo procedimiento de siempre.


Al momento de encenderlo, el escáner del aparato volvió a reconocerlo como usuario permitido y desbloqueo su sistema operativo. Ash, observo la interfaz del dispositivo por unos momentos, pensando que no tendría caso volver a abrir el mapa si no entendía que era lo que quería decir. Fue cuando decidió que esta vez abriría la nota de voz, tal vez tendría algo que lo ayudara a descifrar la ubicación que marcaban las coordenadas del mapa. Ash, deslizó su dedo sobre la pantalla hasta colocarlo sobre el botón "Nota de voz" aunque no lo presionó al instante. Sintió un breve escalofrió subir desde su espalda hasta su cuello, luego oprimió el botón digital.


Al parecer no era solo una nota, eran 4. Todas tenían una serie de números diferentes en lugar de algún nombre y Ash, sintió de nuevo un terrible escalofrió viajar desde su espalda hasta su nuca al verlas.


— Bien, ya son algo viejas. — Observó Ash.


El chico inhaló profundamente y se aventuró a escuchar el primer archivo de los cuatro que había. El dispositivo mostró una pantalla de carga "Preparando dispositivo" luego se escuchó un sonido de estática muy molesto para finalmente empezar a aclararse.


Reproduciendo...


— Bien, veamos... ya está grabando. —

El sujeto se aclara la garganta.

— Ahora que tienes el mapa, debes saber que cargas con una enorme responsabilidad... —


Ash, se tensó y puso toda su atención en esa grabación.


— Es muy importante que escuches todas y cada una de las cintas que gravé, de la primera a la última sin saltarte ninguna. Debo ponerte al tanto de la situación y tratare de explicar lo mejor que pueda, el por qué necesito de tu ayuda. —



En el audio, se podía escuchar como el sujeto movía cosas sobre una mesa.



— Bien, mi nombre es Alan. Hace cinco años, conocí a un hombre llamado Nervan Hoffman, durante una conferencia en Kalos. Yo estaba acompañado del profesor Oak, de Kanto. Él presentó una plática a cerca de viajes a través de agujeros de gusano, al principio creímos que se trataba de una descabellada teoría acerca de viajar en el tiempo. Sin embargo, él no estaba hablando de dar saltos cronológicos por líneas temporales alternativas, si no que trataba de plantear una nueva teoría que explicaba como atravesar la pared de nuestra realidad con otra. —



Ash se sentía más y más confundido ¿Qué era todo eso de viajes entre realidades?


— Nervan, explicó que su motivación para ello era expandir los horizontes de nuestro mundo abriendo las puertas hacia infinitas realidades, la oportunidad de ayudar a mundos que estuvieran al borde de su destrucción. El gobierno de Sinnoh decidió apoyar el proyecto de Nervan, y lo financió por completo. Se denomino proyecto "Fenster" yo tuve la oportunidad de trabajar en ese proyecto. Era muy emocionante para mi poder trabajar en lo que podría ser el más grande logro de la humanidad hasta el momento, pero un día pude darme cuenta de que no estaba creando un mejor futuro. En realidad, estábamos construyendo los cimientos de nuestra destrucción... —



El joven entrenador se sintió intimidado por la declaración de hombre en la grabación, ahora sabia porque era una enorme responsabilidad.


— Descubrí que Nervan, tenía un pacto con los Teams de casi todas las regiones. Team Rocket, Team Aquca, Team magma, Team Galaxy, Team Flare, Team Plasma... Nervan nos mintió a todos. Cuando quise ir a advertirles a mis colegas acerca lo que descubrí, Nervan quiso liquidarme a mí. Escapé de las instalaciones y fui directamente hacia el palacio real para advertirles al rey y la reina sobre los planes de Nervan. Mi viejo amigo Arnold, me ayudo para poder hablar con ellos directamente. Les conté todo, incluso les mostré las pocas pruebas que logré tomar antes de huir de las instalaciones de Fenster. Pude convencerlos de iniciar una investigación para cancelar el proyecto, pero nunca imaginé que el rey y le reina serian asesinados el día siguiente... Tan solo un par de días de haber tenido a su hija. —



Se notaba la frustración en la voz del hombre.



— A pesar de la inmensa protección dentro del palacio, no lograron evitar la muerte del rey, Saito y la reina, Hikari. Todo fue parte de un trabajo interno, ya debían haber tenido bastante tiempo planificándolo. Lograron dar con los responsables, pero el trabajo estaba hecho. No dejo de pensar que pudo haber sido culpa mía por ir directamente con ellos y ahora sé que están detrás de mí. —



Se escuchar un suspiro.



— El consejo de la región de Sinnoh, decidió terminar con el proyecto temporalmente hasta haber resuelto el problema del asesinato. Sinnoh, tendría una gran caída económica, así que no fue una jugada inteligente de Nervan, después de todo. Eso nos dio un poco más de tiempo a mí y a Arnold para poder notificar a los profesores de cada una de las regiones, esta vez fuimos con más discreción. Las instalaciones de Fenster, fueron desalojadas y el material fue resguardado en el palacio real, nadie podría usarlo. Ahora, uno de los principales componentes que Nervan, necesitaba y necesitara es un mineral con propiedades que tienen la capacidad de estabilizar un campo magnético que la maquina "dimensional" necesita para contener el flujo de energía continuo. Yo y Arnold, decidimos deshacernos de dicho material, pues a Nervan se le dificultara el buscar más, no es nada fácil de obtener ni de extraer. —



Se escucha como el hombre abre y cierra un cajón de un escritorio metálico.



— Esto nos lleva hasta este punto. En este momento Arnold y yo estamos en constante movimiento, no podemos quedarnos en un mismo sitio durante mucho tiempo, nos pisan los talones. Aquí es donde entras tú, es sabido que solo hay cuatro regiones que poseen pequeñas reservas naturales de dicho mineral, esas minas permanecerán abandonadas indefinidamente, así que tu tarea será destruir esas minas. Para ello, tendrás que ir primero con los contactos que coloque encada una de las notas que gravé. Ellos te indicaran como hacerlo y si consigues destruir al menos tres de las cuatro minas, entonces le arrebataremos la oportunidad a Nervan, de cumplir con su objetivo. Se que parece mucho lo que te estoy pidiendo, pero necesito que pongas toda tu perseverancia en este asunto, Nervan es capaz de muchas cosas y no debemos darle la oportunidad. La primera locación está en Unova, cuando estés allí, introduce estas coordenadas en el mapa te llevaran con el encargado de cada una de las operaciones ...



Ash pauso la nota de voz y busco donde anotar las coordenadas. Tomo su celular, abrió el block de texto y reanudo la nota de voz.


— 50° Norte, 75° Oeste. No le agregues ni quites nada, debes introducirlas exactamente como están, y recuerda que una mina es un terrible lugar para perderse, así que no vayas sin un Pokémon a tu lado. Ash Ketchum... —



— ¿Cómo es que...? — Murmuró Ash sorprendido.


— Confiamos mucho en ti, te pido disculpas por los inconvenientes que esto provocara. Para este punto, tú y la princesa de Sinnoh ya debieron haberse conocido o se conocerán muy pronto. Sea cual sea el caso, si ya está involucrada en esto entonces tendrán que cuidarse las espaldas, iran tras ella y también te buscaran a ti...



Ash, se mantuvo atónito ante las palabras del hombre. La precisión y la astucia al prever lo que pasaría, incluso saber que la princesa ya estaba involucrada.


— Cuídense mucho, chicos... —



La nota de voz finalizó...



— Unova... — Murmuró Ash pensativo.


Después de escuchar la nota de voz se dio cuenta de que ya no podía seguir tomando el asunto a la ligera. El chico suspiró masajeándose la frente con su mano pensando ¿Qué debía hacer ahora? Se puso de pie y caminó hacia la ventana de su habitación, abrió las cortinas y luego la ventana para poder tomar aire fresco. Desde ahí, pudo ver como Salvia y May entrenaban poniendo todo el ímpetu del mundo. Sonrió ligeramente al enfocarse más hacia su amiga Salvia, se le veía bastante animada.


— Cada vez se hace más fuerte... — Dijo Ash, sosteniendo su sonrisa.



Volteó hacia su cama donde había dejado el aparato, desvaneciendo su sonrisa para pasar a una cara que era toda seriedad.


— Pero ¿Sera lo suficientemente fuerte? — Se preguntó el chico.



Bien, ahora debía organizar sus ideas. Primero que nada, el tipo de la grabación menciono que ese tipo llamado Nervan, era el que llevaba las riendas en la operación. Incluso todas las organizaciones criminales estaban involucradas, sí definitivamente esto no se escuchaba para nada bien. Al analizarlo un poco más, también tomaba sentido el hecho de que lo hicieran viajar hacia Sinnoh.


— Alan conocía a Arnold, y fue Arnold quien me trajo a Sinnoh... — Se sentó en la cama y se detuvo un momento a pensar. — Tal vez deba esperar a que Salvia, llegue hasta el gran festival, creo que no hay necesidad de decirle ahora.


Ash, quería pensar que tal vez no era un asunto tan grave, claro que tampoco lo tranquilizaba el hecho de ser posiblemente asechados por todas las organizaciones criminales del mundo.


— No le mencionare nada al respecto, será mejor que sigua así. —


El chico metió el aparato en su mochila, acomodo sus cosas y salió de su habitación.



ESTACION 24, REGION ---



Nervan, caminaba firmemente por los grises y fríos pasillos de la estación. Su rostro serio y su postura recta delataban que iba en camino a atender un asunto importante. El hombre se detuvo frente a una puerta metálica que era resguardada por dos guardias, quienes al ver llegar a su líder la abrieron para darle el paso. Nervan caminó lentamente entre ambos soldados y entro a una sala oscura, ambos soldados hicieron un saludo militar con la mano y cerraron la puerta con Nervan, ya adentro de la sala. Apenas y podía distinguirse un gran monitor en la parte superior de una pared, el cual, proyectaba un fondo de pantalla oscuro con la frase "Estableciendo conexión" en letras blancas.


— De nuevo a calmar a estos viejos coyotes... — Murmuró Nervan cansado.


El hombre se quitó su gorra, se pasó la mano por el cabello y volvió a colocarse la prenda sobre su cabeza. Cuando volteo de nuevo hacia el monitor, la pantalla estaba dividida en dos partes mostrando rostros diferentes en cada una.


— ¿Y bien...? — Se escucho hablar a una de las siluetas desde la "Video conferencia"

— ¿A qué debo esta repentina junta? Claro, si puedo saber. — Dijo Nervan con voz serena.

— Nervan, ¿Qué demonios has estado haciendo? Sinnoh ha perdido a su gobernadora, es vulnerable a un golpe más ¿Qué carajos estas esperando? — Volvió a preguntar la misma silueta.

— Yo sé que Sinnoh es vulnerable, pero no voy a hacer nada por ahora. Mi proyecto aun esta...

— ¡¡Esto es ridículo, Nervan!! ¡Llevas semanas persiguiendo sombras! Desde un inicio, el Team Galaxy se decidió apoyar tu proyecto a cambio de resultados. No nos has dado nada más que excusas. — Recriminó otra de las siluetas en la pantalla.

— Pronto veras esos resultados, Cyrus. Escuchen bien, Sinnoh está cayendo poco a poco. No tiene sentido atacar ahora y desperdiciar más recursos que pueden ayudarnos más adelante. — Comenzó a explicar Nervan. — Giovanni, yo sé que usted comprenderá que un buen proyecto necesita buen tiempo ¿No está de acuerdo?

— Solo danos lo que queremos Nervan. Ya cumpliste con la eliminación de la princesa, solo prosigue como lo establecimos desde el inicio... — Dijo el líder del equipo Rocket.

— Desde el día en que lo conocí, no eh faltado a mi palabra una sola vez ¿Estoy equivocado? — Mencionó Nervan con seriedad.

— Esto es ridículo... — Replicó Cyrus molesto.

— Escuchen esto, las demás regiones sufrirán un golpe duro cuando pierdan su capital. Una vez que Sinnoh este abajo, Kanto, Unova, Kalos, Johto, Hoenn, Alola caerán junto con ella. — Mencionó Nervan.

— Pues será mejor que pase antes de que las elites de cada región empiecen meter sus narices donde no deben, el tiempo es oro... — Contestó Giovanni desconectándose de la video conferencia.

— Iré a tus instalaciones en dos semanas... a cerrarlas. — Dijo Cyrus desconectándose también.


Mientras que Nervan salía la habitación donde se encontraba, en el laboratorio se estaba llevando a cabo la creación de varios planos y esquemas que ayudarían a crear tres tipos de máquinas, pero ninguna de ellas se mostraba para lo que serviría una vez que fuesen terminadas. Sao, supervisaba a todos los equipos de ingenieros, matemáticos y físicos en la elaboración de los planos.


— ¡Hay que apresurarse! ¡El Capitán quiere avances! — Proclamó el viejo hombre de ciencia.


Desde una torre de vigilancia, en la parte superior de las instalaciones, Trek y su compañera Arane, observaban todas las operaciones que estaban realizándose en la base.


— ¿Sabías que el señor Nervan acaba de ser llamado a junta con los líderes del Team Rocket y Galaxy? — Mencionó la fémina de cabellos rubios.


El tono arrogante y repulsivo de su compañera sí que lo irritaba, pero Trek sintió curiosidad al escuchar sobre dicha junta.


— ¿De verdad? ¿Sabes por qué? — Devolvió la pregunta.

— Eh escuchado rumores sobre la cancelación del proyecto, al parecer nuestro líder está haciendo cosas que no le gustan a los demás líderes. — Contestó Arane con una sonrisa despreocupada.

— ¿Qué? ¿Te refieres a cosas como el suero? — Continuó Trek confundido.

— Tal vez, pero también está el hecho de que el capitán Nervan, lleva meses gastando el presupuesto en esas espantosas maquinas... — Señaló Arane.


Trek, se puso a observar mejor el panorama, tres gigantescas maquinas que aún no estaban ni a la mitad de ser terminadas. Los obreros, los ingenieros, los científicos, etcétera.


— Además, se piensa que la princesa Salvia murió. Con Sinnoh entrando en una crisis económica, es de esperarse que el Team Galaxy este ansioso por acertar otro golpe en el gobierno de la región. — Continuó hablando la rubia de ojos azules.

— Sigo sin entender como eso nos beneficiará.

— Esto no es más que el preludio de una catástrofe, piénsalo un poco. Sinnoh estará en su peor momento, las elites four y demás equipillos empezaran a buscar culpables y adivina quienes son los únicos equipos criminales de los que se sabe que existen.


Trek, supo de inmediato a lo que quería llegar su compañera, Nervan acabaría con los Teams criminales y los altos manos de todas las regiones sin tener que hacer absolutamente nada más que apartarse y esperar.


— Cuando todo esto acabe, tendremos a todas las regiones a nuestra merced, creo que Nervan usara esas cosas gigantescas para ello, no estoy segura. — Dijo Arane sentándose encima de un escritorio.

— No lo sé, suena un poco... —

— ¿Sencillo? Yo había pensado igual, pero dime una cosa ¿Cuándo fue la ultima vez que nuestro líder se equivocó? Claro, a parte de mandarte a ti para eliminar a la princesa. — Señaló la astuta chica rubia.


Arane se bajó de un salto del escritorio y se dirigió a la salida de la sala donde se encontraba su compañero.


— El mundo que conoces pronto será un simple recuerdo, todo cambiará y te sugiero quedarte del lado ganador... — Mencionó Arane.

— ¿Y qué lado es ese? — Cuestionó Trek.

— El que esta más alto. —


Arane dejo la habitación, mientras que Trek continuaba asimilando las palabras de su compañera. Nervan, cada vez mostraba ser alguien de temer, no como podrían temerle a un Pokémon legendario y poderoso, tal vez era peor.


— Señor, ¿Qué tal le fue? — Preguntaba Sao caminando tras su líder.

— Todo marcha bien, doctor Sao. — Respondió el capitán.

— Pero, solo estuvo dos minutos ausente ¿Qué tema trataron? — Insistía el intrigado doctor.

— Eso ya no importa señor Sao, le sugiero proseguir con su trabajo. Con su permiso, tengo muchas cosas que hacer... — Contestó la voz helada del capitán.


Nervan, paso entre todos los presentes en esa sala ganándose sus miradas de confusión e intriga. El hombre volteo lentamente sin decir una sola palabra, eso fue suficiente para que todo mundo regresara a su trabajo sin rechistar. Nervan, se puso en marcha de nuevo desapareciendo en la oscuridad de los fríos pasillos metálicos de su instalación.


CIUDAD RUSTBORO, HOENN



— A ver... — Decía Salvia con un menú de comida en las manos. — Yo quiero una sopa de verdura un vaso de agua, por favor. — Pidió la chica sonriendo amablemente.

— Muy bien, y ustedes ¿Qué comerán? — Pregunto una camarera de ojos azules y cabello negro.

— Yo quiero el filete con patatas y una limonada. — Dijo May dejando el menú en la mesa.

— Un filete y una limonada, y usted joven... ¿Joven? — Decía la camarera tratando de llamar la atención de cierto chico de cabello azabache.


Ash, no hacia caso a los llamados de sus amigas ni de las camareras, su vista estaba perdida mirando fijamente hacia afuera del establecimiento por una de las ventanas. Pikachu dio ligeros tirones a la playera de su entrenador, pero no parecía reaccionar. Salvia, al estar sentada junto al entrenador, paso su mano frente al rostro de Ash.


— ¿Mmm? ¿Sí? ¿Qué sucede, Salvia? — Preguntó el chico volteando hacia su compañera.

— Ash, la señorita esta esperando tu pedido. — Dijo Salvia, extrañada del comportamiento de su mejor amigo.

— ¡Ah! Sí, claro... eh. — Balbuceó el chico tomando un menú de la mesa. — Yo... Yo solo quiero un vaso de agua, por favor. — Pidió el chico.

— Ok, ¿Esta seguro? — Preguntó la camarera.

— Sí, es que no tengo mucha hambre. — Contestó el chico volviendo su vista hacia la ventana.

— Bien, en unos minutos vengo con sus pedidos. — Dijo la camarera yéndose de la mesa.


Por su lado, May y Salvia intercambiaron miradas para luego dirigir su atención hacia su amigo.


— Oye ¿Estas bien? Es muy raro que no hayas pedido nada de comer. — Dijo May.

— Debió ser todo lo que comí en el desayuno, voy al baño. — Dijo Ash, apresurado.


Salvia, pareció notar cierto nerviosismo en su compañero, esa era la primera vez que lo veía tan ido de si mismo. May, por otra parte, supo que su viejo amigo trataba de ocultar algo. La chica peli azul mantuvo una mirada de preocupación, hasta que la camarera llego con la sopa y dos vasos de agua.


— Sopa de verdura y agua simple para la señorita y el baso de agua del joven. — Menciono la camarera dejando las cosas sobre la mesa. — En un segundo vuelvo con lo de usted jovencita. — Dijo la camarera a la castaña de ojos azules.

— Sí, gracias. — Asintió May, sonriendo amablemente.


La camarera se retiro una vez más, dejando a Salvia y a May solas de nuevo.


— ¿Crees que Ash, este enfermo? — Preguntó Salvia a su amiga.

— No, debe ser que sí comió mucho en el desayuno. — Respondió May, apresurada.

— No lo sé, yo no lo vi desayunar en la mañana... —

— Hikari, tranquila. Apuesto que es cosa de nada, además el mismo lo dijo, simplemente no tiene hambre... —

— Sí, debe ser eso. — Murmuró Salvia tomando un poco de agua.


Para suerte de May, la camarera apareció de nuevo con su pedido ya listo. Por el momento, eso aminoro un poco el ambiente tenso. Mientras tanto, Ash yacía frente el lavamanos, hachándose agua y restregándose un poco con las manos.


— Vamos Ash, tranquilízate, amigo... — Murmuró el chico fretándose la frente con su mano izquierda. — Debo permanecer así, solo hasta que Salvia llegue al gran festival... Luego le diré todo.


Ocultarle algo tan importante a su amiga lo hacia sentirse mal, tal vez estaba errando al no decirle nada solo por no querer arruinar su viaje. Pero no podía, no quería quitarle esa ilusión de llegar cada vez mas lejos como coordinadora, no quería quitarle la emoción de vivir una competencia ella misma.


— No se por que siento que me arrepentiré... — Murmuró Ash, dirigiéndose a la salida del baño.


El día paso rápidamente y nuestro grupo decidió que acamparían esa noche. Mientras que Ash colocaba las tiendas, May y Salvia preparaban la cena. La joven castaña, volteaba disimulada mente hacia su amigo de gorra roja, solo lo observaba durante unos cuantos segundos para después, seguir con lo que estaba haciendo.


— Iré por un poco de agua. — Avisó el chico dirigiéndose hacia un rio que corría cerca de donde estaban.

— Iré contigo. — Dijo May sin esperar respuesta de su compañero. — Ahora vuelvo. Hikari.

— Claro. — Respondió la chica peli azul, extrañada.


May, alcanzo a su amigo mientras que este la miraba confundido.


— ¿Por qué...?

— Sigue caminando, tu y yo debemos hablar. — Dijo May sin ver a su compañero.

— Si, está bien...


Ambos, caminaron hasta llegar a la orilla del rio. El agua pasaba con tranquilidad y no se escuchaba ruido alguno, era una noche muy pacífica. May, se coloco frente al entrenador y se cruzo de brazos, lista para obtener repuestas.


— Ash, saltémonos todo eso de la negación y las escusas, por favor. — Pidió la chica, calmada. — ¿Qué está sucediendo?

— Pues nada ¿Qué tendría que estar pasado? — Respondió Ash, tratando de sonar simplista.

— No lo se tu dime.

— Nada esta pasando, May. Todo esta bien, de veras.

— No te lo creo.

— ¿Por qué no? Ya te lo dije, solo vine por agua...

— Eso es una mentira.

— Y ¿Por qué piensas eso? — Cuestionó el chico, un poco fastidiado.

— Porque ni siquiera traes una cubeta. — Señalo la chica.


Ash, se golpeó la frente mientras murmuraba una maldición. May, coloco una mano sobre el hombro de su amigo y lo miro a los ojos.


— Tendrás que decirme tarde o temprano... —

— Ya lo sé, es solo que no quiero... — Decía el chico, suspiro y encaro a su amiga. — Ni una palabra de esto a Hikari, ¿Ok?

— ¿Por qué no? Ella también tiene derecho a saber ¿No? — Replicó la chica, un poco enojada.

— Te lo pido por favor, May. No quiero alarmarla, debe estar bien concentrada para sus concursos... —

— Bien, Ash ¿Tan malo es?

— Podría decirse... — Susurro el chico bajando la mirada.


CONTINUARA...



Y bien, espero que hayan disfrutado este video XD. Quiero tomar este pequeño apartado para agradecer a dos personas por sus comentarios, Paulo y J.Nathan.

Compadres, muchas gracias por comentar y dar su opinión en todos los capítulos que eh subido hasta ahora. J. Nathan, es increíble que te tomes el tiempo y la molestia de observar cada pequeño detalle y lo saques a la luz, es admirable y un poco gracioso por el hecho de que son varios aspectos que señalas y que yo se que tengo que hacer caso, pero a veces son tantos que no se por donde empezar a hacerte caso XD XD.

Por su parte, Paulo nunca falta con su opinión al final de cada capítulo, es algo que apreció amigo. Simples y directos al grano, tus comentarios siempre serán bienvenidos.

Por otra parte, también me gustaría agradecer a los que están siguiendo esta historia, que, aunque no se manifiestan en comentarios, se dejan ver en las vistas. Yo solo espero que disfruten de esta historia como yo disfruto escribirla.



Saludos y nos leemos luego.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 28, 2020 ⏰

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