Hoy es otra castaña. Julen llega más temprano del trabajo y, como siempre, observo que la mete a su departamento sin abrir demasiado la puerta. Cuento los latidos de mi corazón.
Julen es mío. No puede estar con nadie más. Julen me dijo que era linda, me besó y se quedó acompañándome hasta que me quedé dormida. Julen es mío. Julen me dio una llave. Julen es mío.
“Ven a cenar, hija. Después sales.”
Tuve que obedecerle. Prefería eso, a darle explicaciones de por qué tenía tanta prisa. Tampoco quería decirle que Julen era algo así como mi novio. Me quedé a su lado, viendo televisión hasta que se quedó dormido en el sillón.
Salí. Metí la llave. Giré el pomo. Entré. No había ruido. No había luz. Con la mano, tenté las paredes lisas y heladas hasta hallar un interruptor. El foco me cegó. Todo estaba impecable. Con cuidado, avancé por el pasillo hasta llegar a la sala. Nada. A la cocina. Julen. Y la castaña. En el piso. Dormida. Muerta. Dormida. Muerta.
“Aletia, yo... Yo, no, no, Aletia. Ella se cayó, Aletia. Aletia, me crees, ¿verdad? Ella se cayó. Iba a llamarle a la ambulancia, Aletia, te juro que estoy por llamarle a la ambulancia. No le vas a decir a nadie, ¿Aletia? Porque los demás no me conocen. No me conocen, van a pensar cosas que no son, Aletia. Ella intentó besarme, Aletia, y yo le dije que tenía novia, que eras tú, y se enojó tanto que... Se tropezó, Aletia, ella se tropezó. ¿Me crees, Aletia? Eres la única en quien confío. Te di esa llave, Aletia, eres la única en quien confío. Tú sabes qué hacer, ¿no? Vamos a resolverlo. Yo no fui, Aletia, yo no fui. Yo no fui... Yo no fui...”
Salí de ahí lo más rápido que pude y fui a casa a llorar.
“Repite, Aletia...” recuerdo que dijo, con los ojos verdes brillando y la voz raspada y cortada, “Hoy... No ha pasado nada. Hoy...”
Hoy, viernes 25 de septiembre, Julen Tate estuvo conmigo toda la tarde. Después de cenar con él, también me quedé a dormir. El sábado en la mañana desayunamos y nos quedamos a ver películas.
Por primera vez, era mentira.
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Julen
Short StoryEse chico, el del departamento de enfrente, el 6C, parece simpático. No, no estoy enamorada de él. Es muchísimo peor. //Historia corta. Obra original.//