Final.

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La policía me hace las mismas preguntas. Yo le doy las mismas respuestas. No porque quiera proteger a Julen, es porque son verdad.

Iris Córdoba fue vista por última vez el primero de agosto, saliendo de su trabajo. Su cuerpo se encontró un día después, en la puerta de la entrada, expuesto, limpio y vestido, por un guardia de seguridad. Sin marcas, sin ADN de otra persona. Todo indicaba que se había caído, y golpeado la cabeza.

El primero de agosto, Julen Tate fue a cenar a mi casa y casi me invita a salir.

Míriam Solano era una enfermera que desapareció el 20 de agosto, se le vio salir del banco, más o menos, a las 6 de la tarde. El sospechoso todavía no revela el paradero de su cuerpo.

El sábado 21 de agosto, Julen Tate estuvo en mi casa toda la mañana, revisando papeles e impuestos con la ayuda de mi padre.

Por desgracia, éste jueves 26 de agosto, en un terreno baldío, encontraron a Lorena Ibáñez...

El jueves 26 de agosto, Julen Tate se pasó toda la tarde en mi casa. Vimos la tele un rato y al final, me dio un beso.

A 2 de septiembre, se levantan reportes de la desaparición de Mara Cano. Salió de casa porque tenía una cita. Jamás llegó a su cita, y jamás volvió a casa.

El miércoles 2 de septiembre, Julen Tate escuchó un ruido muy fuerte en mi apartamento, le abrí la puerta y me ayudó a curar mis manos, porque me corté. Después, se quedó a dormir conmigo y regresó a su departamento antes de que amaneciera.

El 25 de septiembre, Victoria Cabrera subió a un taxi. El taxista reporta que no hizo paradas extra; la dejó en donde ella le pidió: el banco. Salió de ahí, acompañada, según las cámaras de seguridad, por Julen Tate, con quien tenía una cita. El recepcionista del edificio recuerda verlos subir juntos al ascensor. Se encontró, dos días después, y debido a una llamada realizada por una vecina anónima, su cuerpo, en descomposición, en su apartamento.

El 25 de septiembre, Julen Tate subió al edificio con Victoria Cabrera. Pasadas las doce de la noche, fui a su departamento y, con la llave que él mismo me dio, descubrí su cuerpo muerto en el piso de la cocina, con Julen a su lado. Me hizo jurar que no se lo diría a nadie. Tenía tanto miedo que no me atreví a llamarle a la policía hasta después de dos días. Yo fui esa llamada anónima. Me dijo... El día después, me dijo que no sacó el cuerpo porque la chica no tenía a nadie que la buscara. Porque no había sido él. No había sido él.

En gato ha dejado de maullar.

JulenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora