capítulo 66

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Días después.

Gevherhan miraba sus manos ida, Mahidevran intentaba consolarla pero no había nada que lo hiciera, por su mente pasaban miles cosas y una de esa era el fin.

—Madre te estoy hablando.

—¡Lo se!—reaccionó

—¿Que sabes?

—No está correcto, pero no importa, nada importa ya—susurró poniéndose de pié— ahora si conocerán a Gevherhan valide sultán y me temeran, lloraran sangre pidiendo piedad—susurró saliendo de sus aposentos.









Mihrimah miraba a sus nietos jugar alegremente, las bodas de las sultanas se llevarían acabó en primavera, por petición de ellas se había prohibido divulgar dichas celebraciones, no querían a Gevherhan cerca, o sus hijos.

Pensaban que haciendo alianzas se iba a terminar su infierno, que equivocadas estaban.










—Quiero todo perfecto, no todos los días se casan mis hijas—sonrió abiertamente cosa que asusto a la criada

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—Quiero todo perfecto, no todos los días se casan mis hijas—sonrió abiertamente cosa que asusto a la criada.

—Si sultana,las costureras terminaron ambos vestidos, esperan su aprobación —señaló a las criadas y está les hizo una seña.

Ambos vestidos eran hermosos, azul y dorado, las coronas combinaban perfectamente y ni se diga de las joyas, no había escatimado en gastos, sería la mejor celebración, la más ostentosa que el imperio haya visto. Gevherhan pensaba opacar a las demás, se había enterado por un agha que las sultanas se casarian en primavera y estaba lista para hacer de las suyas.

Turhan y Hürrem  miraban a su madre decir que sería la mejor celebración, ambas estaban disgustadas con la boda, Hürrem no amaba a ese paşa, amaba a otro que ya estaba casado, y Turhan no creía en el matrimonio, aún que este fuera por poder.










Primavera de 1553.

Las jóvenes sultanas caminaban en una larga fila hacía el harén, el şehzade mayor estaba en los aposentos principales con los novios de la dinastía, mientras las sultanas les sonreían a sus hijas orgullosas, se miraban felices o eso aparentaban.

Todas las concubinas estaban felices, se notaba que las trataban bien en Bursa, las sultanas eran las más generosas con ellas.

Mihrimah miró a sus amigas y se acercó a las sultanas para darles unas palabras de aliento, Şivekar miraba a su hija dándole a entender que comenzará con su plan, tenían que unirse si o si.

Mihrimah miró a sus amigas y se acercó a las sultanas para darles unas palabras de aliento, Şivekar miraba a su hija dándole a entender que comenzará con su plan, tenían que unirse si o si

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—Tal vez no tuvieron el amor de su padre—suspiró Mihrimah— pero si el de sus madres, a pesar de todo se criaron con amor y gentilidad. El punto no es hacerlas llorar Aşupcan—todas rieron—quiero que lleguen lejos, que les digan a todos de quiénes sin hijas y que sean felices, busquen esa felicidad que se nos fue arrebatada a nosotras.

Todas le sonrieron a Mihrimah y Nur se acercó a darles un obsequio a cada una, los Şehzades se hicieron presentes para adornar a sus hermanas de hermosos collares y extragantes coronas.









En la capital la celebración se llevaba hasta lo más alto, hicieron lo tradicional con ambas sultanas, mientras estas negaban por todo lo que se había gastado, según habían entendido el sultán se iba de campaña en unos meses y estaban derrochando ...

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En la capital la celebración se llevaba hasta lo más alto, hicieron lo tradicional con ambas sultanas, mientras estas negaban por todo lo que se había gastado, según habían entendido el sultán se iba de campaña en unos meses y estaban derrochando ese dinero en una fiesta sin sentido, no sentían amor o cariño hacía ambos hombres, se les había visto una vez y de ahí hasta en la noche.

El sultán ni siquiera se presento a dar sus buenos deseos o a darles presentes, pero a Mahidevran si visitó  ese día, dio sus felicitaciones y un regalo muy hermoso y ellas sólo tenían la atención de las criadas quiénes eran muy amables con ellas.

Gevherhan las miró desde su asiento y se retiró dando por terminada la fiesta, ambas se vieron con pena hasta que Dilaşud se acercó a ellas.

—Tal vez no sea el mejor regalo—sonrió la joven—pero son de corazón, Cihangir y Meleksima me ayudaron a escogerlos—se refirió a sus hijos y ambas sonrieron

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—Tal vez no sea el mejor regalo—sonrió la joven—pero son de corazón, Cihangir y Meleksima me ayudaron a escogerlos—se refirió a sus hijos y ambas sonrieron.

—Son unas coronas hermosas Dilaşud, allah te bendiga —dijo Turhan

—Esperamos venir seguido a verte, no soportaría irme y dejarte aquí sola—dijo Hürrem abrazandola

—¿Hasta cuándo se quedan?

—El tiempo que dure la campaña—dijo Hürrem y ambas salieron hacía sus aposentos.




































—El tiempo que dure la campaña—dijo Hürrem y ambas salieron hacía sus aposentos

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El capítulo no salió cómo quería  :"(

Esta paranoica Gevherhan.

¿que se traen entre mano todas?


Guerra por el trono©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora