∆ C10: Planificando una sentencia.

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|Narra Katie|

—No puedo hacer esto —me separé sin pensarlo y corrí fuera de la casa.

Si Carl se entera, me muero. Si Carl se entera, me muero.

Sabía que Thomas fue quien me besó, que no fui yo la de la iniciativa ni nada por el estilo, pero el hecho de no haberme ido a la primera que noté sus intenciones ya me hacía igual de culpable. Era pésima esta situación y, sin duda alguna, era inoportuna considerando mi plan y la idea de utilizar a Thomas como carnada.

En mi mente se repetía lo imbécil que era y lo mucho que me odiaría Carl. Ni siquiera lo había visto desde que volví y eso solo significaba que me convertí en una novia infiel y egoísta.

Mis ojos estaban clavados en el asfalto mientras caminaba con rapidez por Alexandria. Era de noche y el frío me estaba congelando, pero no podía volver a esa casa. Mucho menos si Thomas seguía allí o Carl.

Sin embargo, choqué con el pecho de alguien y no fue hasta que levanté la mirada que noté quién era.

—Katie —asombro, emoción, nostalgia, muchos sentimientos cruzaron en la voz del muchacho—. Volviste... ¿Cuándo...?

—Dylan, te amo y lo sabes, ¿verdad? —solté de repente. Quería abrazarlo y ponernos al día, pero no tenía ánimos para eso—. Y puedo confiar en ti con los ojos cerrados, ¿verdad?

— ¿Qué sucede? —su semblante se puso serio y me tomó de los hombros con sutileza.

—Ya debes conocer a Rick, ¿cierto? De otra forma, dudo que hayas podido quedarte —comencé hablando, pero era difícil con el frío metido dentro de mis huesos. Dylan pareció notarlo porque se quitó su chaqueta y me envolvió en ella—. Gracias. Cómo te decía, soy novia de su hijo Carl y no sabes lo enamorada que estoy.

—Considerando lo tosca que eres...

—Exacto, imagínate cuánto lo amo —le di un punto—. Pero Dylan, acabo de hacer algo horrible, algo de lo que me arrepiento y que necesito borrar de mi vida.

El chico arrugó su frente con desconfianza.

—Thomas me besó hace unos minutos —confesé—. Lo detuve apenas sus labios tocaron los míos, pero justo allí está el problema... que no me alejé.

— ¿Él te confundió, dijo cosas o solo te besó?

Negué con la cabeza.

—Dijo cosas, alardeó, pero es normal en él —puse las manos en mi nuca y miré al cielo—. No quiero que Carl me odie, no quiero perderlo, no puedo perderlo también.

—Calma —me tomó de los hombros nuevamente—. Thomas no dirá nada y yo tampoco, mientras nadie lo sepa, todo estará bien.

—Si, pero no tengo secretos con Carl... —besaste a Thomas en el Santuario—. Bueno sí, pero... ¡agh! ¡Me rindo!

— ¿'Te' qué? —reiteró como si no hubiese escuchado bien.

—Me rindo.

—Katie Esmeralda Collins, no quiero escucharte decir eso otra vez —dijo con tono de regaño.

¿Esmeralda?

—Sé que no debe ser fácil, pero perderás a Carl si le dices lo que hiciste —su semblante estaba serio—. Yo te ayudaré a sobrellevar este tipo de culpa, pero deja de lamentarte. Fue un error y ya, todos somos humanos y todos cometemos errores.

—No sólo besé a Thomas sino que también besé al hijo del asesino de mis mejores amigos.

— ¿Te besaste con dos? —inquirió en un susurro lleno de indignación—. Dios, Katie, seré tu Ángel de la guarda, pero no te pases.

Sin Sentimientos. (2ª Parte de Sentimientos Encontrados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora