Sin Sentimientos. (2ª Parte de Sentimientos Encontrados)

∆ C12: Explosión de sentimientos.

|Narra Carl|

Tras escuchar esas palabras, sentí como algo dentro de mí se rompió. Negué un poco sin lograr captar por completo y le sonreí esperando que desmintiera su confesión.

— ¿Qué estás diciendo? —murmuré a duras penas.

Deseaba que fuera mentira, ella bromeaba mucho y necesitaba que esto fuera una maldita broma. De lo contrario... de lo contrario acababa de perder al amor de mi vida. A la que yo creía era mi alma gemela.

—Carl...

Vi sus ojos. Esas dos aceitunas que siempre brillaban de vigor o alegría, ahora estaban apagadas. Veía miedo, mucho dolor, culpa y sobre todo arrepentimiento. Me miraba con angustia y desespero y podía jurar que en su interior estaba rogando que hablara.

Pero cuando sus ojos me confirmaron lo que pasó, sentí el mundo caer en mis hombros. Tensé la mandíbula apartando la mirada con rabia; fue allí cuando miré nuestras manos aún entrelazadas y la cercanía entre nosotros, así que me alejé de golpe como si Katie tuviese una enfermedad altamente contagiosa.

Eso fue suficiente para que ella reaccionara y se levantara.

—Lo siento mucho, yo no quería...

— ¿Cuando pasó? —la frialdad en mi voz la detuvo enseguida. Juro que podía ver en su rostro cómo se le rompía el corazón.

Y mierda, eso me dolió aún más.

—Cuando llegué, antes de verte —contestó con aflicción.

— ¿Cómo pasó?

No quería gritarle, no quería hacer una escena. Más que molesto, estaba decepcionado. Nunca, en mi vida, me podía haber imaginado que algo así iba a pasar.

—Estaba buscando a Dylan cuando Brann me dijo que estaba en nuestra casa, fui hasta allá y solo conseguí a Thomas —escuchar su nombre me daba ganas de partirle la cara. Yo sabía que ese hijo de puta no era bueno—. Quise irme, pero él me lo impedía. Fue allí cuando me besó de la nada y me separé al instante.

Y mi decepción se convirtió en enojo. Ella no lo besó, ella no lo buscó, no estuvo de acuerdo con lo que pasó, fue él quien besó a mi novia. Les seré sincero y es que ver a Katie en este momento me molestaba un poco, pero al final del día la culpa era totalmente de Thomas y ese imbécil me la iba a pagar caro.

Estaba tan metido en mis pensamientos que no noté que ella estaba llorando desconsoladamente. Había bajado la mirada e intentaba no hacer ruido para que yo no lo notara, pero la conocía lo suficiente.

Chasqueé la lengua y la abracé.

No podía enojarme con ella. No fue su culpa.

—Gracias por decírmelo —fui sincero.

Abrazarla quizás fue peor porque pude sentir como se removía en mi pecho y los hipidos entre sollozos no paraban.

—Lo siento mucho, en serio no quise lastimarte.

La tomé de las mejillas sin separarnos para poderle ver a los ojos.

—Yo sé lo que es que te besen de la nada y que no estés de acuerdo. Emma lo hizo —le recordé—. Te dije que te amaba, Katie, y confío en ti.

Su frente se arrugó y su respiración agitada pareció suavizarse un poco.

— ¿Me estás perdonando?

—No hiciste nada malo —coloqué un mechón de cabello detrás de su oreja—. En cambio a Thomas, tengo ganas de reventarle la madre.

Ella soltó una risita que me hizo sonreír también.