-Hola mamá- digo mientras abro la puerta de la casa. Ella está tomándose un poco de café, se gira cuando escucha mi voz.
-Camila ¿Podemos hablar un poco?- dice y asiento, dejo el bolso a un lado en donde traía el vestido, Lauren había insistido en que me comprara una camiseta y un jeans para ir a casa y se vea menos sospechoso. –No sabía que tenías esa camiseta- dijo ella apuntando hacia mí.
-Me la prestaron, me regué la otra- me rasque la nuca mientras le hacía una sonrisa de disculpa a mi madre que asentía.
-¿Quiero saber algo?- dice ella mientras entrelaza sus dedos, paso un gran trago del café de ella.
-Claro, dime- es lo único que puedo decir mientras siento que todo está un poco nublado en mí.
-¿Estas saliendo con algún chico?- pregunta ella, su expresión no cambia cuando hace la pregunta, esta serena allí sentada esperando mi respuesta.
-No ma- digo y ella hace un gesto –En serio- le respondo y ella asiente.
-Solo quiero saberlo...- dice y yo ahora asiento.
-Porque asumes directamente que es un chico con el que quizás puedo salir- le digo y ella alza su mirada.
-¿Estas saliendo con una chica?- ahora pregunta con un poco de sorpresa –Camila sabes que yo...- dejo sus palabras a medias cuando alzo la mano en cuestión de que lo deje.
-Solo digo, nada más- voy hacia ella y dejo un beso en su frente.
-Solo quiero que me tengas confianza- dice y asiento.
-Iré a cambiarme, vamos de compras- digo y ella asiente.
-¿Y el trabajo?- pregunta ella caminando hacia su habitación.
-Hoy estoy libre- le digo con una sonrisa y ella ahora me dedica una.
-Mila- escucho a Sofi mirar una tienda juguetes. Mi madre me mira y sonríe al mismo tiempo que yo -¿La has visto?- apunta hacia un muñeca que había querido desde hace tiempo. Mi madre suspira.
-Sofi sabes que...- la detengo.
-Sabes que...- digo mirando a mi madre –Te la vamos a regalar por ser un buena niña- Sofi se laza a nosotras y nos abraza para luego ir corriendo a la tienda.
-Camila...- dice mi madre y comienzo negando.
-Se lo merece- le digo y ella asiente –Yo no me pude tener muchas cosas pero si puedo dárselas, si podemos dárselas a ella ¿Por qué no?- digo tomando la mano de mi madre que me dejo un beso en la mejilla.
-Mira- Sofi apunta a la muñeca que aun va en su caja.
-Espera llegar a casa- dice mi madre y ella la guarda con emoción. Negamos mientras ella va de la mano de mi madre mirando todo.
-Vengan- digo y entramos a una tienda.
-¿En qué puedo ayudarlas?- dice una chica un poco más adulta que yo con una sonrisa y sus manos hacia atrás.
-Queremos comprar algunas prendas- digo y la chica atiende, mi madre me mira como si estuviera loca y por más que quisiera, no lo estaba.
Ver a mi madre probarse ropa y modelarla para nosotras era de lo más gracioso, no me había reído así en mucho tiempo, tanto que la chica estaba bastante animada. Yo por mi parte no compre nada ¿Qué más iba a comprar que todo lo que ya había pagado Lauren? Así que este día fue explícitamente para comprarles ropas a ellas.
