Lauren
Llevo mis brazos hacia mi cabeza y dejo caerla un poco en el respaldo de mi silla, una hermosa silla de cuero marrón. Tengo tantas cosas en mi cabeza que me es difícil tratar de contratarla.
-Señora Jauregui- Escucho por el intercomunicador la voz de Marcia, mi secretaria.
-Dime- apretó el botón para comunicarme con ella.
-La están buscando- Apretó mis dedos índice y medio de cada mano en cada parte de mi sien. No deseaba ver a nadie a menos que sea...
-Que pase- murmuro cuando enfoco mis ojos verdes hacia la puerta.
-Hola Lauren- murmura aquella voz profunda. Giro mi silla y me dispongo a observar por el gran ventanal. Hermosa vista.
-Hola- suelto lo más simple posible, sé que le molesta mi actitud seria ¡Pero que esperaba!
-¿No me miraras?- murmura, escucho el leve sonido del sillón delante de mi escritorio.
Tomo una bocanada y me encuentro con mi ex mujer. -¿Qué vienes a buscar Nicole?- pregunto girando para mirarla frente a frente luego de un largo tiempo.
-¿Así es como me recibes?- aquella sonrisa egocéntrica de la que una vez me enamore me causa todo menos un trato afectuoso hacia ella.
-Si- le respondo seco y cortante –Agradece por mi mínimo que te dirijo la palabra- giro de medio lado mi silla y si miro a mi izquierda puedo admirar el paisaje, mientras a que mi derecha puedo verla a ella. Es más que obvio que decidí mirar.
¡Quizás si compro aquel terreno que siempre he querido pueda montar un hotel! Asiento inconsciente.
-¡¡Lauren!!- dicen un poco alto en mi oficina.
-¡Oh! ¿Aun estas aquí?- digo sin ningún gesto en mi rostro. La oigo resoplar y para mí eso es ganas de largarse, algo que ya debía hacer hecho hace un rato. -¿Qué vienes hacer aquí?- pregunto ahora mirando a mi derecha. Sé que le estoy taladrando el alma con mi mirada pero sus ojos azules no dejan de reflejar ese frio característico de ella.
-Quería pedirte perdón- dice luego de terminar ella misma, la gran pelea de miradas.
-¿Querías?- suelto una risa sin ganas.
-Lauren yo...- sus palabras quedan a medio camino cuando dejo de escucharla.
Vuelvo mi mirada hacia mi izquierda y solo tengo un pensamiento en mente ¿Qué hará Camila ahora? ¿Estará leyendo o escuchando música? ¿Caminando en un parque o hablando con su madre? En es una idea viene a mi mente y es inevitable evadirla.
-¡¿Me estas escuchando?!- dice irritada Nicole.
-Si perdonada- Mentira no escuche ni la milésima de lo que dijo.
-Es mentira- murmura –Te conozco de años y no has escuchado- dice sin más.
-Sí, me conoces de años- Le digo ahora mirando fijamente luego de girar mi silla directamente a ella. –Entonces puedes retirarte y dar por zanjado el asunto que ya no tiene y no tienes importancia en mi vida- apunto a la puerta – retírate, estoy ocupada- me levanto y veo de reojo mi chaqueta negra. Acomodo un poco las mangas de mi camisa subiéndolas poco a poco hasta el inicio de mis codos hasta llegar a la puerta.