-Estabas pérdida- comento Harry cuando fui de nuevo al restaurante en donde trabajaba.
-Más que eso bebé- comento Ariana cuando se sentó a mi lado. Estaba algo nerviosa dado que me estaba presentando en el trabajo muchos días después y con tanta ausencia, que si por esto, que si por aquello y obvio tenía que ser a causa de Lauren y sus ganas de que no trabaje para más nadie sino para ella.
Aunque no he asistido a la empresa porque no ha llegado de aquel viaje urgente, así que he decidido pasar a visitar a mis amigos.
-Ni tanto no exageres- comente mientras le daba un golpecito en el brazo.
-Nos cubrías a la perfección ¿Pero porque te fuiste?- Harry todo de metido como siempre preguntando.
Estaba en un debate mental sobre decir o no decir pero mi decisión fue no decirlo, no por ahora. No sabía cómo lo tomarían aunque obviamente Ariana no tenía mucho que reclamar al respecto.
-He conseguido otro trabajo, una mejor paga, más tiempo con mi familia, mejores opciones- fue lo único que dije y ellos asintieron.
-Hey tuuuu- comento el dueño del negocio.
Tomo una silla y se sentó al frente de mi con su mano apoyando su barbilla –Te perdiste y nisiquira te reportaste- comento alzando sus cejas –Pero no soy capaz de despedirte- termino con una sonrisa -¿Cuándo te integras?- aquello sí que me causo algo de malestar.
-Realmente vengo a renunciar- su postura cambio drásticamente y sus facciones se tensaron.
-¿Qué? ¿Por qué?- su mirada decir mucho pero realmente no pensaba dejar a Lauren por este trabajo.
-Me contrataron en otro empleo- fue lo único que logre formular para que él no se sintiera como decirlo ¿Mal? Era mucho tiempo el que llevábamos juntos pero eso no dice nada.
-¿Segura?- llevo sus manos a su cabello –Eres una buena mesera y cocinera ¿Quieres un aumento?- pregunto de nuevo, los chicos veían todo como un partido de tenis.
Y por la mirada al algunos negando creo que el entendió –Lo siento-
-No importa, siempre tendrás nuestras puertas abiertas- se levantó y abrió sus brazos.
Con una ligera sonrisa me acerque y nos dedicamos un abrazo.
-La casa invita- señalo hacia la cocina –Pidan lo que quieran- se dio la vuelta y fue a su despacho.
Estábamos en nuestro elemento comiendo y riendo de miles de cosas cuando el celular comenzó a sonar y sin querer o mejor dicho sin ver quien llamaba conteste.
-¡¡Aloo!!- dije con mucha energía mientras veía a Harry comer una papa como si fuera un conejo.
-Camila- aquello voz profunda me hizo abrir los ojos grandemente -¿Qué estás haciendo?- podía intuir que estaba escuchando las risas y carajadas que estaban dando Harry, Ariana y Rosa.
-Lauren- murmure.
-Ujum- fue lo único que escuche, moví las manos y los chicos pararon sus risas.
-Hola ¿Qué tal el viaje?- le pregunte pero su silencio decía mucho.
-¿Qué estás haciendo?- aquella voz demandante.