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Dulce y tentadora vida, cuando te lo da todo a cuando no tienes nada. Voy caminando mientras veo como los letreros de cada negocio están comenzado a resplandecer, quizás antes no los admiraba como ahora.

Antes vivía corriendo de un trabajo a otro, algo que lo mejor seria volver a tomar mi rutina, dejar la tontería de Lauren y que ella se quede con su fantástica chica perfecta. Dejo que mis pensamientos haga su trabajo, hechandole leña al fuego mientras entro a un lindo café.

-Buenas noches ¿Que desea ordenar?- me pregunta una chica amable con su libretita en manos.

-Un chocolate caliente, por favor- le respondo.

-¿Algo mas?- pregunta alzado su mirada a mi nuevamente.

-No, gracias- le dedico una sonrisa y giro mi rostro cuando la veo tomar el camino al mostrador y dejar la orden.

Estoy en mi mundo, creando historias y momentos. Pienso un poco y decido sacar mi teléfono y llamar a una persona con la que deseo hablar.

Tengo un montón de mensajes de Lauren al igual que llamadas que he decidió no contestar. Busco entre mis contactos y antes de llamar a Shawn la llamada va hacia Harry, tarda unos toques antes de que el conteste.

Tanto animo al hablar que estuvo fascinado que lo saque de su casa, así que tengo a mi amigo de camino a la cafetería. Pasan unos minutos mientras disfruto de mi delicioso chocolate cuando lo veo pasar detrás del cristal, luego suena la campana de que ha entrado y luego de buscarme entre todos y dejar un beso en mi mejilla, estamos hablando como los viejos tiempos.

-Te extraño- dice mientras ahora el toma un sorbo de chocolate.

-Y yo a ustedes- digo con la mayor sinceridad.

-Aun esta abierta la oferta de trabajo- me dice el, se refiere al trabajo en e restaurante, lo que me hace recordar del lugar del que soy socia.

-Estaría interesante volver- comente y vi como sus ojos se iluminaron.

-¿En serio?- pregunta con la misma admiración que se refleja en su mirada y asiento.

Entonces mi felicidad cae cuando veo en diagonal, de espaldas a Harry, salir a Lauren de un elegante restaurante con la misma mujer, con su ex. La veo reírse y darse unos toques antes de entrar al auto.

Mis Lágrimas bajaron.




Estábamos en el sofá del departamento de Harry, bueno técnicamente no era suyo, el lo compartía con un chico llamado Louis pero se llevaban muy bien, mas que bien cuando el chico nos trajo de comer a los dos y se sentó a nuestro lado a escuchar lo que ocurría.

-¿Sales con ella?- pregunta Louis.

-Salia- le responde Harry y el asiente -Luego de lo que has visto es bastante difícil confía de nuevo- comenta y asiento mientras tomo unas galletas, las muerdo sin ganas mientras solo voy quitando las migajas de mi suéter.

-No estés así- dice el otro chico mientras dejo caer mi cabeza en el respaldo.

Pero luego de una larga charla de valoración y aceptación y mil cosas mas, terminamos riéndonos de mil cosas al mismo tiempo y creo era lo que realmente necesitaba, rodearme de personas que realmente quisieran estar a mi lado.




Estaba llevando a mi hermana al colegio, estaba hablando sobre como le gustaría que su fiesta de cumpleaños estuviera planeada de forma que todo fuera rosado,morado y con princesas. Estaba escuchándola atentamente cuando un auto se estaciono a mi lado. No sabia muy bien como actuar entonces como pude tome a Sofi un poco fuerte y comenzamos a caminar rápidamente hasta que se bajo el vidrio y apareció el rostro de uno de los socios del Restaurante.

-Disculpe Señorita Cabello- comenta cuando se ha bajado del auto. -Perdone si la he asustado- el cuerpo de Camila se relajo cuando vio que no era un secuestrador.

-Si, lo ha hecho- dije riendo mientras estaba en las puertas del colegio. -¿Y usted que hace aquí?- pregunte, aunque era obvio el niño que estaba aferrado a su mano.

-Mi sobrino, Sebastian ella es Camila, Camila el es Sebastian- nos presentó y el niño muy educado estrecho mi mano con una sonrisa tímida.

-Ella es mi hermanita- el la saludo y luego de despedirnos vimos como los niños entraron a la escuela.

-¿Deseas hacer algo?- pregunto el con esa sonrisa marca registrada, realmente con el, Nada.




Estaba de camino a casa luego de rechazar la oferta del hombre de ir a comer o tomar un café. Pase por una librería y antes de pensarlos dos veces estaba comprando varios libros. El tiempo me paso volando y cuando menos lo pensé recibí una llamada de mi madre.

Escuche su tranquila voz hasta que de sus labios apareció el nombre Lauren y que nos íbamos de viaje a New york.

Me negué rotundamente y al parecer ella debía estar en casa porque mi madre le dijo que no le quitara el teléfono, imagino que Lauren habría querido hablar conmigo ya que llevamos una semana en donde técnicamente decidí alejarme de ella.

-Solo que me diga cuando debo estar y yo tomo un vuelo aparte- dije sin mas mientras colocaba mas libros en la cesta.

Escuche unos murmuros y a mi madre diciendo que si no yo no viajaría, y luego unas aceptaciones. Es bueno tener a tu madre de tu lado, así que antes de colgar solo escuche el día y la hora que debía estar.

El resto del día lo pase tranquila, compre comida para llevar y antes de poder pensarlo estaba durmiendo de un día tan pesadamente mental.



Estaba ordenando mi maleta luego de comprar el boleto de avión hacia New York, mi madre estaba incluyendo algunas cosas para que no se me olvidara, empaque lo necesario y tenia unas tres horas para estar en el aeropuerto, me saque los nervios y justo cuando estaba por montarme en el taxi para ir camino a tomar el avión, me tomaron del brazo y me giraron bruscamente.

-¿Porque mierda me estas evitando?





***Espero les guste y disculpen los errores***
*No se estresen, les prometí que terminaría este fic y estoy a punto de hacerlo, disfruten*

Señora (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora