Cuatro.

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Jason no podía saltarse el castigo hasta mañana, el Sr

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Jason no podía saltarse el castigo hasta mañana, el Sr. Anderson seguía con rencor. Así que, sabía que nuestra clase particular se mantendría en espera. Me parecía bien.

Le había dicho a Danny que debía quedarme tras el instituto de todas formas solo para que él no me recogiera. Me sentía bastante ansiosa a causa de las medicinas y necesitaba estar un rato sola para aclarar mis pensamientos. Esa era una parte del efecto de Adderall: la ansiedad. Normalmente tendría un montón de razones para sentirme ansiosa: Soy nueva en el instituto, el último curso había empezado y era estresante, Jason McCann me producía cosas que no cesaban. Pero sabía que las pastillas lo hacían todo peor, hasta el punto en el que mi ansiedad aumentaba mi intranquilidad. Quiero decir, miraba mal a la gente y me ponía de malhumor cuando estaba así. Para mí era mejor estar conmigo misma hasta que se me pasase.

Decidí caminar hacia casa después de las clases -así podría bajarse el efecto-, Danny y yo no vivíamos muy apartados de North shore – mi casa estaba solo a quince minutos- y esta ubicación eran suburbios. Estaría bien.

Me coloqué los auriculares y dejé las instalaciones del instituto, pasé las paredes con grafitis y un bloque industrial antes de entrar en el vecindario del Boulevard North Shore. Y solo llegué a caminar cinco minutos antes de darme cuenta de que no lo hacía sola, un coche se desplazada detrás de mí con música de hip-hop alta. 

De alguna forma, ya sabía quién era incluso antes de girarme. Jason me sonreía desde el asiento de conductor, manejando despacio hasta colocarse a un costado de mí. Los asientos eran bajos y las ventanillas también lo estaban en su elegante coche negro –era casi tan sexy como él. Y también caro.

Jason bajó el volumen así que la calle se llenó de silencio de nuevo.

— Esto es peligroso, ¿sabes? — Dijo parando el coche cuando yo lo hice. Su voz había salido en un susurro, pero aun así pude escucharle.

Me quité los auriculares. —¿Qué es peligroso? ¿?

Él se rio para mi sorpresa. Parecía que se esforzaba mucho por entretenerme, solo regalando sonrisas y más sonrisas. — Sí, — él admitió. — Pero me refería a lo de caminar con tus auriculares. No puedes escuchar nada y no estás atenta a lo que pasa a tu alrededor. ¿Qué pasa si alguien te ataca?

BANGERZ · J.B | •Spanish Version•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora