9. Los que nos lastima

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Hola, dramático, ¿podemos vernos hoy?

Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Las cosas entre Temo y Ari avanzaban a vuelta de rueda y Aristóteles estaba perdiendo la paciencia, Temo había resultado ser un chico muy difícil, tal vez el más difícil que había tenido que tratar, pero no podía rendirse y el tiempo seguía corriendo.

Mientras daba vueltas por la cocina de su departamento privado, Ari miraba su celular en la mano tan fijamente que uno diría que intentaba freírlo con la vista.

No creo que sea buena idea.

¡¿QUÉ?! ¿Qué clase de hombre dice eso después de un encuentro sexual? Respiró hondo antes de dedicarse a responder.

¿Por lo que pasó ayer?
¿Te arrepientes?
Porque yo no

Fue un error.
No quiero nada serio contigo.

¿Aún somos amigos?

Sólo si prometes que lo del baño nunca volverá a pasar

Maldito mocoso dramático. Ari suspiró, ya imaginaría algo, mientras debía que asegurarse de no perderlo.

✉ Vamos a vernos
✉ Como amigos

No, Ari.
✉ Tengo que irme

Y la bendita montaña simplemente no iba a moverse.

Gruñó enojado y tomó sus llaves, estaba por abrir la puerta e irse cuando su teléfono sonó: era Arqui.

-¿Hola?

-¡¿Ari?! ¡¿Dónde estás?!

Sonaba tan enojado que hizo que el mayor se desternillara de risa al instante.

-¡¿De qué te ríes?!

-¿Qué pasa? Estoy trabajando.

Bajó las escaleras dando brincos.

-Dijiste que te lo ibas a tomar libre.

¿Qué? ¿Cuándo?

-¿Lo hice?

Creía que Arqui era lo bastante inteligente para saber cuando le prometía algo automáticamente.

Encendió su auto sonriendo de oreja a oreja.

-Hoy es el cumpleaños de mamá.

No, era el martes de la siguiente semana...

¡Maldita sea, es cierto!

-Maldición -murmuró dándose una palmada mental.

-¿Qué dices?

-Llegaré en la tarde, casi en la noche, Arqui, pero mientras, quédate con mamá, dale tu regalo y dile que en la noche le llevaré el mío, ¿okay?

-¡Okay!

Colgó y le dio un golpe al volante, ¿cómo había podido olvidar el cumpleaños de su madre? El trabajo de Cuauhtémoc le estaba quitando demasiado tiempo y cabeza, tenía que finalizarlo lo más pronto posible.

.*.*.*.

-¡Diablos!

Temo se secó el sudor de la frente y se recargó en la pared del baño frente al inodoro.

Asesino enamorado || AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora