12. Carlotl

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N/a: actualizacion doble para compensar que soy una mierda :v

-¿Y esa maleta?

El chico rio nervioso.

-Sólo es una mochila.

Diego se sentó en la cama.

-Hace un par de semanas que andas muy raro.

Temo no respondió. El concepto temporal "un par de semanas" y todo lo que implicaba le hacía cosquillas en el cerebro y el corazón.

-No es así.

-Tu nuevo novio te tiene muy ocupado.

No era un comentario mal intencionado, pero sí agresivo. Diego -al igual que toda la familia- aún esperaba que lo del nuevo novio fuera temporal.

-Un poco, sí.

Diego se dirigió a la puerta.

-No te olvides de tus amigos, Temocles -dijo medio en broma. Medio.

Esperó a que saliera con un raro presentimiento en el corazón. Se encogió de hombros y sacó su celular para llamar a Ari.

.*.*.*.

-No me gusta que vayas sola. Menos ahora, con Mateo y todo eso.

-Voy a estar bien, Andy. Tengo que cerrar algunas ventas.

Él rio.

-Cómo sufres. Disfruta Cancún, Lotta. Te quiero.

Colgó y la muchacha se dirigió al armario para tomar un vestido azul sexy, pero elegante.

Se maquilló y miró al espejo, alabando su imagen. Se mordió el labio y escribió un mensaje de texto antes de bajar al antro del hotel.

"Te veo en media hora"

.*.*.*.

Ari arrojó las maletas Adidas sobre la cama mullida.

-¡Henos aquí! Y usted, señor López, es oficialmente libre.

Ambos sonrieron. Temo se sentó en la cama y rebuscó su cargador en la mochila.

-Hacer cosas a espaldas de mi familia es muy raro, sabes.

-Créeme, lo sé. Pero tampoco te dejaron opción.

-Cierto. Pero... no sé.

Sus ojos estaban bajos y se perdían en la alfombra color borgoña. Ari se sentó a su lado y acarició su mejilla.

-No te pongas triste. Tienes que pelear por lo que tú quieres, por las cosas que te hacen feliz. Incluso si ellos no lo aprueban.

-Tal vez esas cosas no lo valgan.

De no conocer al chico, habría creído que era una indirecta.

-Claro que lo valen. Tu felicidad lo vale. Tú vales todo.

Ari se inclinó para besar sus labios. Temo rápidamente lo besó de vuelta y lo abrazó suave.

Siguieron besándose dulcemente, sus labios suavemente presionados sobre los del otro.

-De verdad me gustas -susurró Ari entre besos, acariciando sus mejillas y cuello con las llenas de sus dedos.

-Tú también me gustas mucho -contestó Temo dejándose tocar.

Asesino enamorado || AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora