Capítulo 21

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Días después.

El esmalte color crema se desliza por la uña de mi pulgar mientras escucho una nueva canción de un artista llamado R18, no está mal, pero esta un poco extraña, me recuesto del sofá a esperar que se sequen.El viaje a Republica Dominicana es en dos días y Ryan aún no lo sabe, así que lo llamo para que se acerque a mi y se sienta en el mueble de en frente.

-¿Qué pasa, me quieres pintar las uñas? -dice pasándome su mano derecha.

-No, no desperdiciaría mi esmalte en esos dedos, cariño -entrecierro los ojos y el se ríe dulcemente.

-Oye, era sobre un viaje que tenemos de mi trabajo, tengo que ir y te quedaras solo por par de días. -hago una mueca de lamento.

-¿Qué?, ¿me vas a dejar solo? -pone una cara de seriedad.

Quiero reírme está como esos niños cuando su madre los deja donde la tía que los obliga comer vegetales, o le  jala cachetes.

-A menos de que busques un traje y vengas conmigo a República Dominicana donde te van a reconocer en cuanto llegues al aeropuerto de aquí. -levanto mis cejas.

-¿No pueden mandar a otra persona?, ¿tienes que ser tú? -hace ademanes con la mano, se dobla recostando sus codos en sus piernas.

-Somos un equipo Ryan, vamos como cinco o seis personas, no voy sola, además es mi trabajo, no voy a dejar una experiencia laboral a un lado y menos si es en un país diferente y muy hermosos -hago énfasis en las ultimas palabras.

-Ok, como quieras, tienes razón -se pasa la mano por la cara -No soy nadie para que te quedes por mi, por mi te puedes ir ahora mismo, chica perfecta, trabajadora ejemplar.

-No soy una chica perfecta.

-Eso es lo que crees que eres, siempre haciendo las cosas tan correctas y mira en frente de quien estas.

-No me vengas con que-

-De un criminal buscado por la policía.

-Oye, eso no funciona conmigo, estúpido. -me estoy enojando. Tapo el esmalte y lo echo en mi neceser verificando que mis uñas ya están secas.

-¡¿Qué?!, ¡¿qué no funciona qué?!, oye, esta es la realidad Lauren, no es por lo que me acabas de decir, pero aun sigo considerando en entregarme así tal vez podría negociar con los policías para que me echen años de cárcel y no me fusilen. Ese fue el caso de Fran y le pusieron veinte años.

-¡No estás pensando con la cabeza fría! -me levanto de golpe.

-¡No, tu no estas pensando con la cabeza fría! quieres hacer esto más tuyo que mío. ¡No seas dramática Lauren!

-¡No me grites! -digo señalándolo amenazante. 

Baja la marea y respira profundo -Esta es mi decisión no la tuya.

-Y si sabes que es tu decisión ¡¿por qué no lo has hecho, ah?! -quiero abofetearlo sin parar.

-Porque tu me lo impides -dijo mirándome a los ojos, sus ojos traían esa intensidad, la misma que vi la primera vez que lo observé.

-Haz lo que quieras -no me voy a dejar doblegar, ya estoy enojada.

Tocan la puerta y él se aleja ignorándome y yo voy a abrir.

Abro la puerta y ella está ahí con los ojos llorosos y con una cara de preocupación, ah estado llorando y le tiemblan las manos, ¿qué le pasa? Me abraza y comienza a llorar en mis brazos como una niña pequeña, me siento bien en que esté aquí, pero no en ese estado.

INTRUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora