Ryan
Dos horas antes.
Cuando me quitaron la venda, mis ojos tardaron unos segundos en adaptarse a la poca luz, mis manos estaban atadas y sangrando, me pusieron de rodillas contra el suelo rocoso, alcé la mirada, ahí estaba la house, la casa donde toda la pandilla vive, donde todos ellos fabrican sus movidas, y entonces supe dónde estaba y quienes me tenían, escuché un grito detrás mío, cuando me levantaron del suelo de me pegaron un puñetazo, sentí como mi espalda chocó con la camioneta y me golpearon en la cara, escupí sangre, y me caí al suelo, cerré los ojos por un momento y escuché ese grito de nuevo, Lauren.
Al saber que era ella abrí los ojos con tal de verla, pero justo cuando los abrí un cuerpo el cual detestaba estaba frente a mi y sonriendo.
-Vaya Ryan, no ha sido nada fácil encontrarte -se aplasta para quedar a mi altura -Pero ahora estás aquí, no en el infierno a donde pertenecemos, pero...se podría decir que parecido. -me toma del cabello y me golpea la cara contra las piedras, me levanta y siento un dolor horrible en la nariz y todo el cuerpo, siento pesadez y mis piernas no seden a caminar, pero estoy siendo obligado. -Vamos Ryan, adentro te espera un hermoso regalo de bienvenida.
Lauren
Me duele el pecho mientras la cabeza me retumba, tengo los ojos vendados y estoy inmóvil, recuerdo rápidamente lo que pasó, entrando al bar, buscándolo, Ryan con esa chica, Ryan y yo discutíamos, mi cuerpo debilitándose y perdiendo fuerza, cayendo al piso mientras me quedaba inconsciente. Siento un golpe al lado de la camioneta y lanzo un grito aterrorizada, ¿Ryan me ha secuestrado? ¿adónde me ha traído? Quiero zafarme, pero no puedo, mis pies y mis manos están atadas, el sudor corre por mi nuca como nunca, tengo mucho miedo y lágrimas bajan por mis ojos de manera desesperante. Escucho golpes nuevamente, lancé otro grito cuando sentí aire chocar con mi cuerpo tembloroso, me taparon la boca y me arrastraron fuera, luchaba y pataleaba por que me soltasen, me arrastraron entre dos personas, escuché como se reían, ¿me van a matar?, el miedo me invadió y mis gritos estaban siendo ahogados por la mano de alguien.
Me soltaron con brusquedad, intenté huir, pero sentí como un pie pesado era clavado sobre mi estómago y un grito de dolor se desprendió de mí, sentí una cercanía y me quitaron la venda, era la chica, traía un pañuelo rojo y casi nada de ropa, sus ojos me inyectaban temor, estaba sonriendo como si tuviese un tesoro en frente de ella, miré la persona que me presionaba con su pie, era un tipo de tes oscura, tenía una gran sonrisa en la cara y unas botas enormes también.
-¡Suéltenme!, ¡llamaré a la policía! -grité en la cara de la chica.
Ella le extendió la mano al chico y él le pasó un móvil. Era MI móvil.
-¿Con esto llamaras a la policía? -golpea mi cara con el -Me temo que no. -lo lanza fuerte y veo como le vuelan piezas cuando choca con una enorme roca.
-¿Cuál es tú? -me preguntó, mientras presionaba su bota con más fuerza.
-¡A ti que te importa! -dije sollozando entre mis lágrimas. -Suéltenme...por favor.
-¿Vas a suplicar?, pensé que eras más valiente... -Me escupe en la cara. y lanzó un grito de repudio. -Tráela a la casa. Ahora -Le dice y él retira el pie de inmediato.
-No eres mi jefa -dice, su voz es áspera y profunda.
-Por favor, cariño -le da unas palmaditas en la espalda con falsedad.
Él me levanta con facilidad, me coloca en su hombro y comienza a caminar, mientras yo pataleo y grito con la esperanza de que alguien con alma me escuche. Entran a la casa conmigo cargada y me tiran en un mueble de lo que al parecer es la sala, los observo reírse de mi y quedarse a la expectativa de que iba a hacer yo. Observo la casa como loca, es bastante grande, frente a mi hay una escalera de madera que lleva al segundo piso, a la derecha hay una gran puerta de cristal, y a mi izquierda hay una puerta que seguramente es de la cocina. Parece una casa de una gran familia trabajadora o que tiene dinero, o en este caso de una pandilla de delincuentes.
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INTRUSO
Teen FictionDespués de una noche espantosa y un escape de la muerte alguien irrumpe en su departamento dejándola atónita y asustada. ¿Llamará a la policía? O ¿lo ayudará a escapar de ella? -No soy malo, pero no me junto con gente buena. -Lo miré cuando dijo l...